Calatayud, entre la resignación y las quejas por las nuevas restricciones: "Esto es la ruina caracolera"

La hostelería y los comercios también se resienten por las limitaciones de movilidad del cierre perimetral de la ciudad, que pierde el volumen de negocio que llega desde toda la comarca y alrededores

Mónica, dueña y camarera del bar Castillo de Calatayud, este martes tras conocerse las restricciones.
Mónica, dueña y camarera del bar Castillo de Calatayud, este martes tras conocerse las nuevas restricciones.
Macipe

Las nuevas restricciones anunciadas este martes por el Gobierno de Aragón para Teruel, Alcañiz y Calatayud por la incidencia acumulada en los contagios de coronavirus dejan en la ciudad bilbilitana dos sentimientos generalizados entre comerciantes y hosteleros: la resignación y la indignación.

Con las nuevas medidas, que entrarán en vigor previsiblemente el jueves, una vez que este miércoles se publique la orden en el Boletín Oficial de Aragón, se cierra el interior de los bares y sus terrazas se limitan a un aforo del 50%, también se clausuran gimnasios y centros deportivos y la actividad no esencial (incluida cultura y espectáculos) tendrá que cerrar a las 18.00 de lunes a domingo.

"El lunes reabrí después de tres meses cerrada por obras. Si entonces saqué 140 euros, el jueves serán 30 euros. Eso si hace buen tiempo", detalla Mónica Ciurar, que desde hace 14 años gestiona el concurrido bar Castillo. "Es la ruina caracolera, porque tengo que seguir pagando el alquiler, el mínimo de luz, la gestoría, la seguridad social de las camareras, la cuota de autónomos… El gasto es el mismo y los ingresos ya ves", dice señalando al salón completamente vacío en el que quedan un botellín de cerveza y un vaso de cortado. En este punto, Ciurar se detiene: "Mi prima, que tiene un bar en Alemania, lo ha tenido un mes cerrado y le han dado el 75% del beneficio del año anterior. Aquí no llega nada y ella me pregunta que cómo puedo pagar si no ingreso…".

En su caso todavía le quedará la terraza, pero otros no tendrán ni esa opción, como el caso del bar Xalón. "Nosotros cerramos completamente y las pérdidas son totales. Mucho anunciar ayudas y nada de dar. ¿Los 1.000 euros que son una cantidad ridícula que anunció el Gobierno de Aragón? Todavía los estamos esperando y no llegan para absolutamente nada", se lamenta David Arguedas, uno de los responsables del establecimiento. "Esto va a ser un batacazo tremendo y el sector sigue sin recibir ayudas, porque se han anunciado muchas pero seguimos igual", se queja Rubén Pinilla, del ya famoso Central Café.

Por lo que respecta al comercio, esta medida supone más lluvia sobre el suelo ya mojado con el confinamiento perimetral. "Nuestra ciudad cumple un papel importante como centro de compras y servicios para toda la comarca y el peso de los vecinos de otros municipios en nuestra economía es muy importante, podría estar en un 50% de las ventas perfectamente", puntualiza Maribel Melero, presidenta de la asociación que agrupa a los comerciantes bilbilitanos y de la demarcación. "Lo entendemos, porque es lo que toca, pero nos hacen polvo", confesaba Pilar Benedí, de la joyería con el apellido familiar ubicada en la céntrica calle Luis Guedea.

"Calatayud vive de la comarca y sin que nadie pueda venir y si a eso le sumas que la ciudad ya estaba apagada de antes de que pasase todo esto…", valora Benedí. A escasos metros, Susana Joven, al frente de la tienda de ropa Limón y Canela coincide en varios puntos: "Nos lo esperábamos. Y yo pienso, que a lo mejor otros sectores lo ven de otra forma, pero que cuanto antes lo hagan, mejor. Dada la situación no queda otra".

La DGA ha aprobado nuevas restricciones para Calatayud ante la evolución de la pandemia.
La DGA ha aprobado nuevas restricciones para Calatayud ante la evolución de la pandemia.
Macipe

Desde el Ayuntamiento de Calatayud, el alcalde, José Manuel Aranda, reconocía que "lo asumimos con responsabilidad", pero lanzaba algunos matices. "Estamos de acuerdo que Calatayud tiene una incidencia acumulada y unas circunstancias complicadas, pero esos mismos datos los tenía hace una semana Ejea y Alcañiz, ¿por qué no se tomaron entonces?".

Asimismo, y como ya hiciera con la decisión del confinamiento perimetral, Aranda apunta a "una falta de coordinación entre el Ministerio y las consejerías porque está situación se podría haber evitado si no se hubiera dado una mayor flexibilización". "Sabemos que el filo entre la salud y la economía es difícil y asumiremos con lealtad las indicaciones sanitarias", subrayaba. Por su parte, también criticó que "es una falta de cortesía y de educación que esto se comunique oficialmente en una rueda de prensa y no directamente a uno de los alcaldes en una ciudad afectada".

En el caso de Calatayud, este martes se han notificado 18 nuevos contagios, de los que 3 pertenecen al brote detectado en la residencia Reyes, que acumula 34 positivos entre sus usuarios y 3 más entre los trabajadores.  

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