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Manuel Montero: "En la lucha contra la pandemia no existe la protección total"

El jefe del IV Batallón de la UME en Aragón, Cataluña, Navarra, La Rioja y el País Vasco destaca que acumulan 1.084 actuaciones por la covid, sobre todo en residencias

El jefe del IV Batallón de la UME, teniente coronel Manuel Moreno, en el puento de mando de la unidad en la Base de Zaragoza.
El jefe del IV Batallón de la UME, teniente coronel Manuel Moreno, en el puento de mando de la unidad en la Base de Zaragoza.
Francisco Jiménez

El 70% de los aragoneses destaca la labor de la UMEen la borrasca Filomena. ¿Qué le parece?

Estamos superagradecidos con la encuesta (de A+M para HERALDO) porque se reconoce la labor, aunque no lo hacemos por eso. Nuestro trabajo es apoyar al bienestar de la ciudadanía en las situaciones de riesgo y catástrofe. Al final, nos sentimos muy orgullosos de su agradecimiento.

La gran nevada provocó su despliegue en zonas de Daroca y el Mastrazgo-Matarraña. ¿Qué efectos tuvieron?

El año pasado estuvimos también en la tormenta Gloria (en zonas de Teruel), fue más localizada y cayó más espesor de nieve. Pero en la Filomena su extensión fue mucho mayor y los medios tenían que repartirse entre las zonas y dio más problemas.

La nevada mayor de los últimos 60 años cayó hace dos semanas y aún están desplegados en el aeropuerto de Barajas.

El aeropuerto de Barajas hizo una petición a través de la activación de la UME y el primer batallón de Torrejon de Ardoz estaba desplegado en la tormenta Filomena en Madrid y tuvimos que reforzarlo con una compañía nuestra. Han ido 85 personas.

¿La meteorología está cambiando mucho las tareas para el batallón, que tiene 500 efectivos?

Hemos tenido desplegados físicamente a 180 militares y activados más de la mitad, con el puesto de mando. Hemos mantenido las burbujas o distancias de seguridad en la activación. El coronavirus lo complica todo. Alguna sección estaba de permiso y tuvieron que volver por la emergencia. Estoy contento por cómo respondió la gente del batallón.

¿La afección del cambio climático hará crecer a los batallones?

Ya se hizo un dimensionamiento de los efectivos. Somos la primera respuesta en apoyo a las autoridades civiles y luego llegan las demás Fuerzas Armadas si hacen falta.

¿Cómo se preparan ante las amenazas de la meteorología desde el Centro Operativo, donde utilizan la web Ventusky?

La Aemet nos pasa sus avisos con la información meteorológica a nuestro puesto de mando para saber a qué nos enfrentamos.

Esta tormenta fue muy singular, con datos históricos...

Nunca se había dado. Es la primera vez y entramos en ciclos. Vivimos el de la nevada y ola de frío. Es más complicado porque se hiela y retirarla es más difícil para facilitar el movimiento por los caminos. Al final, será más trabajo y se hace como siempre.

Los funcionarios de la prisión de Daroca no pudieron salir del trabajo durante dos días. ¿Qué les pidieron en la nevada?

A través del 112 nos proporcionaron las carreteras principales que debíamos limpiar, en los accesos a las poblaciones afectadas y en el interior de algunas no podían aportar medios porque la población es anciana. En Castellote, por ejemplo, se limpiaron rutas para llegar a masías que quedaron aisladas o el acceso de la Central térmica de Castelnou, cuyos trabajadores se tuvieron que quedar un día dentro sin salir.

Llegó al puesto el pasado mes de septiembre desde la Brigada Aragón. ¿Qué le ha sorprendido?

La UME tiene un nivel de disponibilidad, el grado de alerta y la rapidez de actuación es mayor y más rápido que en la Brigada Aragón, pero los profesionales son similares en las Fuerzas Armadas. Nosotros somos el primer elemento de intervención y por eso la reacción es fundamental.

Casi no tuvieron incendios este año, una de sus especialidades.

Ha sido un año muy benigno con los incendios en Aragón y en el resto de España. Esa suerte hemos tenido porque entonces nos dedicábamos a las desinfecciones de residencias y hospitales.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, avisó que encontraron algunos fallecidos en las residencias. ¿Qué experiencia han sacado de las desinfecciones?

Al principio (desde marzo de 2020) es seguro que se encontró algún fallecido en una residencia. Pero desde que acabó el estado de alarma los protocolos de limpieza y seguridad contra el covid mejoraron y son muy buenos. En la lucha contra la pandemia no existe la protección total. Si alguien se contagia en el espacio reducido de la residencia se multiplica. Nosotros bajamos la carga vírica y limpiamos las zonas infectadas.

De marzo a junio realizaron un total de 390 actuaciones. ¿Hasta dónde llegaron con la mision Baluarte?

En la Operación Balmis, desde marzo hasta junio, hicimos 1.066 actuaciones: en Aragón, 133; en Cataluña, 215; en La Rioja, 617; en Navarra, 96; y en el País Vasco, 2. En la misión Baluarte, desde septiembre se han realizado intervenciones en 16 residencias y centros de discapacitados en Aragón, Mercabarna en Cataluña y otra intervención en Navarra. Se nota que han mejorado los protocolos de las residencias. Cuando sale un brote nos piden ayuda por el Gobierno de Aragón y la Delegación de la Defensa.

¿Cómo se formaron en la desinfección de los centros?

Tuvimos un período de formación con el Grupo de Intervención en Riesgos Medioambientales y Tecnológicos de Madrid, que tiene expertos biológicos y su curso de defensa NBQ. Definieron los protocolos de actuación y formación de la UME.

¿Cuántos positivos les ha afectado el contacto con la covid-19?

Han sido pocos, a 32 de los 500, desde marzo. Aplicamos el plan Coraza, con medidas preventivas y burbujas de convivencia para reducir los contactos y evitar que se extiendan los positivos.

Un vallisoletano que se considera "casi maño" por su familia  

Nacido en Valladolid en 1976, el teniente coronel Manuel Montero se formó en la Academia General Militar (1996-2001) y lleva viviendo más tiempo en Aragón (con su mujer y dos hijos, Santiago y Gonzalo, de 9 y 7 años, que son aragoneses) que en su tierra de origen. «En realidad, casi soy maño ya», dice. Entró en la Brigada de Caballería (ahora Aragón) y estuvo en Bosnia, Kosovo y Líbano. Su formación le llevó al reciclaje de la UME, «desde el conocimiento de materiales hasta los procedimientos», con el curso de mando de emergencias y siguió unas jornadas de actualización para jefes de batallón en el cuartel general. 

«Cuando apagas un fuego, quitando la nieve o permitiendo el paso a una vivienda, la gente lo agradece porque es muy visible lo que hacemos en la UME», asume. «Estuvimos preparados para tormentas invernales como Filomena y nos cambió el despliegue, pero la forma de actuación es similar a otras emergencias», señala. Ahora, la unidad ya se dedica a recomponerla, limpiar el material y seguir estando preparados para el próximo «hito o emergencia» que puede ser una inundación u otra Filomena.

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