Villarreal de Huerva, un remanso de paz

Las grandes granjas del pueblo son parte de su paisaje, aunque hay vestigios más añejos, como la iglesia de San Miguel Arcángel o el puente romano Almada.

La nieve de Filomena también ha tardado un poco más de lo esperado en marchar de Villarreal de Huerva, donde no tienen especial miedo de los fríos invernales. Es más: la vista del puente Almada, de origen romano, que cruza el Huerva con sobria pirueta, es magnífica con el toque níveo que la enmarca. El pueblo suma unos cuantos elementos patrimoniales de interés, como el peirón de la Virgen del Pilar, situado en el antiguo Camino Real de Valencia a Zaragoza, con la autovía al lado; está iglesia de San Miguel Arcángel, parte del antiguo recinto amurallado que quiere recuperarse lo más posible en los próximos años, y el propio torreón del recinto. Hubo en su día una iglesia más pequeña que la actual en el mismo emplazamiento, con la torre original; la nueva se construyó con las piedras de la muralla, tras las contiendas de los Pedros. «Le llaman la catedral de la comarca, por su tamaño -apunta la alcaldesa Charo Lázaro- y es que se trata del templo más grande del Campo de Daroca después de la propia Santa María en la cabecera. Se restauró el suelo y los exteriores hace algo más de una década, con la ayuda del Gobierno de Aragón. Afloraron varios enterramientos esos años».

El mentado puente -con el cerro del mismo nombre muy cerca- ha sido desde siempre un lugar de excursión predilecto para el pueblo, costumbre que han hecho suya los nuevos moradores en los últimos años. «Hay mucha tradición de acercarse en bici -explica Charo- y este pasado verano, al tener las piscinas cerradas, era común ver a las familias en la zona con las bicicletas, es un paseo llano; además, estaba la opción de remojar los pies, llevarte la merienda... fue muy frecuentado, y sin problemas para mantener la distancia de seguridad. Antiguamente se iba a comer a la llamada Riera del Huerva o La Huerva, el mismo nombre de la asociación de mujeres del pueblo».

Peirón de la Virgen del Pilar, a las afueras.
Peirón de la Virgen del Pilar, a las afueras.
Laura Uranga

Charo explica que también se ha limpiado el camino de las Encinas hasta la ermita de la Virgen del Rosario. «Ahí tenemos un parque muy bonito, suele haber incluso gente de otros sitios. La ermita es muy querida por todos los pueblos de la zona, y hay un salón grande para celebraciones».

Las granjas de huevos

Son parte del paisaje de Villarreal y corazón de su tejido empresarial. Hay tres granjas de gallinas ponedoras: Venta de Las Cañadas (especializada en gallinas camperas) y las gigantes Granja el Rosario y San Miguel, cuyo origen está en Villarreal; también tienen instalaciones en la vecina Mainar. «Con tres generaciones en marcha, ahora las llevan los nietos de los fundadores -explica la alcaldesa- y se han modernizado cada vez más, perfeccionando sus procesos. Son granjas de primer orden con huevos de todo tipo, desde ecológicos a camperos o estándar. También envasan claras y huevo duro».

Hay un misticismo curioso acerca de los huevos de doble yema. «Normalmente los ponen las gallinas más jóvenes, cuando debutan, son etapas muy concretas. No se comercializan mucho, pero a la gente le hace mucha gracia el hecho. Lo cierto es que la seleccionadora pesa los huevos y los detecta. El huevo no ha tenido crisis; en épocas complicadas, los alimentos baratos y nutritivos no notan tanto los problemas».

La ficha

Comarca. Campo de Daroca.

Cómo llegar. Desde Zaragoza, su capital de provincia, hay 70 kilómetros por la Autovía Mudéjar.

Una fuente especial. En la explanada de la ermita de la Virgen del Rosario hay una fuente datada en 1598; tiene un arco rebajado, flanqueado por dos jambas, sobre el que se dispone un moldura y un perfil de lomo de asno.

Romería de las mozas. Se va a la ermita de la virgen del Rosario el 1 de mayo. Este día se reúnen las mozas para comer, mientras los mozos esperan a que acaben; se les entregan a cada uno dos huevos duros, para hacer más soportable la espera.

Un reconocimiento. Se acaban de cumplir 40 años de la muerte de María Moliner, la ilustre académica de Paniza: Villarreal le ha dedicado una calle; no en vano pasaba muchos veranos aquí con su familia en una casa al lado del río, en el Molino de la Hoz.

Las semillas certificadas, cuestión de familia con Vatam y Agrovalero

Las semillas son un negocio en boga en el pueblo.
Las semillas son un negocio en boga en el pueblo.
Laura Uranga

Hay dos grandes empresas de semillas certificadas en Villarreal: Vatam y Agrovalero. Del trigo y la cebada iniciales han pasado a una diversificación notable, y suman varias décadas en faena; actualmente las llevan la segunda y tercera generación, respectivamente. Se trata, además, de nombres reconocidos en el sector a nivel nacional. También hay muchos agricultores que se dedican a la patata, ya sea por venta directa o mediante intermediación; la patata de Villarreal no tiene tanta fama como otras de la zona y de algo más abajo (Jiloca y Albarracín), pero en cuanto a calidad no tienen nada que envidiar a sus ilustres vecinas.

Otra empresa fundamental en el pueblo es Talleres Lázaro, un establecimiento muy versátiles que aúna la construcción metálica de aperos y útiles con el mantenimiento de maquinaria agrícola y arreglo de vehículos pesados. 

La escuela infantil que amalgama procedencias y labra futuro

La escuela infantil local cree en el juego como herramienta pedagógica
La escuela infantil local cree en el juego como herramienta pedagógica
Laura Uranga

La alcaldesa está muy orgullosa de la escuela local, por una razón obvia que esgrime al instante. «Soy maestra, fui concejal de educación y cultura aquí y trabajo en el departamento de Educación dentro del Gobierno de Aragón. Que el colegio se consolidara aquí y que tuviéramos escuela infantil fue un gran reto y me encanta que mi pueblo sea reconocido por ello en la zona, es un gran orgullo. Tenemos 40 niños de tres pueblos: Villarreal, Romanos y Villadoz. La gente demandaba mucho una escuela infantil, herramienta clave para la conciliación entre el entorno laboral y la vida familiar».

Esa conciliación se materializa con un servicio que abre a las 6.45 cada mañana en días laborables. «El colegio empieza a las 9.00, y la escuela infantil lo hace a las 7.30 este año debido a las circunstancias especiales. Ese período de conciliación lo conseguimos gracias al apoyo de la comarca; por la tarde va desde las 14.00 hasta las 19.00. Tenemos comedor infantil con una docena de peques, que luego se echan su siestecita».

La escuela infantil tiene un total de 16 niños. «Se pagan cuotas bajas gracias a un convenio con la DGA. Vienen de varios pueblos y tienen distintas procedencias, aquí hay una alta tasa de inmigración y es fantástico ver cómo aprenden el idioma enseguida en la escuela infantil; al pasar al colegio no muestran ninguna dificultad al hablar en castellano. De la escuela infantil se encargan dos magníficas maestras: Raquel, la directora, y Bea».

Villarreal de Huerva es población Amiga de la Infancia, distinción que otorga Unicef. «Los niños del colegio transmitan sus propuestas al ayuntamiento e influyen en el gobierno local; consultas y peticiones suyas han supuesto arreglos de parques, nuevos espacios de juegos, un pabellón más cuidado… son muy buenos asesores». 

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