toma de posesión de joe biden

Aragoneses en EE. UU: "La mayoría ha esperado este 20 de enero como un día de esperanza, pero hay gran preocupación"

El demócrata Joe Biden será investido el 46 presidente de un país polarizado, con 74 millones de seguidores de un furibundo Trump que no asistirá a la ceremonia ante el Capitolio.

Arriba, Joe Biden. Abajo, de izquierda a derecha, José María Ordovás, Almudena Vidorreta y José Luis Jiménez.
Arriba, Joe Biden. Abajo, de izquierda a derecha, José María Ordovás, Almudena Vidorreta y José Luis Jiménez.
Heraldo

Ha visto pasar ya por la Casa Blanca a seis presidentes -Joe Biden será el séptimo a partir de este miércoles- desde que reside desde hace décadas en Estados Unidos, pero nunca había imaginado ver escenas que se asemejaban "totalmente a la toma de un castillo medieval por bárbaros, en un país como este y en el siglo XXI". El científico aragonés José María Ordovás -uno de los padres de la Nutrigenómica y catedrático de Nutrición en la Universidad Tuft en Boston- se refiere así al asalto del Capitolio protagonizado hace unos días por una turba, simpatizante de Donald Trump, que dejó cinco muertos y ha dado paso al segundo 'impeachment' (proceso de destitución) contra el presidente republicano por "incitación a la insurrección".

"Todas las transiciones fueron civilizadas. Algún caso hubo de tener que recontar votos, pero una vez se zanjó a nivel de cada estado, el proceso que tuvo lugar el día 6 era puramente ceremonial y sin sorpresas", recuerda el también investigador del Instituto Madrileño de Estudios Avanzados (Imdea) Alimentacion, que confiesa su inquietud por lo que pueda pasar este miércoles en la ceremonia de investidura del presidente electo Biden ante el Capitolio. "Por años se ha esperado, al menos por la mayoría, la llegada de este miércoles, como un día de liberación y, por lo tanto, de alegría y de esperanza. Sin embargo, se vive con gran preocupación", añade.

Washington DC es en estos momentos una capital blindada con más tropas que en todo Afganistán y el FBI teme a los lobos solitarios. "Hay que tener en cuenta que aquellos que siguen sus consignas (en referencia a Trump) viven en un mundo de 'verdad' paralela y no hay argumento lógico que les sirva para disuadirlos de sus creencias y de la mision salvadora del país que les ha encomendado su líder", reflexiona Ordovás.

También el investigador zaragozano José Luis Jiménez, catedrático de Química y Ciencias Ambientales en la Universidad de Colorado en Boulder y experto en aerosoles, comparte esa preocupación. "Donde vivimos nosotros es un ambiente tranquilo, pero no me extrañaría que en alguna capital de algún estado pasara algo porque a nivel de todo el país sí que hay una cierta tensión. Que esto sea sobre todo una amenaza que continúe digamos el terrorismo interior de los nacionalistas blancos o de los ultraderechistas y se pudiera convertir en una cosa continua, como ha sido el tiroteo en las escuelas. Esto sí que es una preocupación a medio plazo", explica.

Por su parte, Almudena Vidorreta -doctora en Filología Hispánica y profesora en la universidad privada Haverford College en Filadelfia- resalta las ganas que existen "del ansiado cambio" frente a la tensión e incertidumbre que hay tras los lamentables sucesos del Capitolio. "Es inevitable pensar en que algunos radicales intentarán llamar la atención por todos los medios y, desde luego, dan miedo los posibles daños colaterales que ello pueda ocasionar. Sin embargo, después de lo sucedido en Washington y la legitimación de los resultados electorales, con la consiguiente respuesta de las instituciones, se espera que estos días transcurran en relativa paz", valora.

Teorías de la conspiración y bulos

Para Jiménez, los cuatro años que le esperan por delante al nuevo presidente demócrata no van a ser fáciles con una crisis económica y con la covid "desbocada" en muchos sitios. "La gente está ya muy cansada de todas las medidas y mucha incluso negando el coronavirus y con muchas teorías de la conspiración y bulos, que es lo que ha fomentado Trump. Esta es una situación difícil en la que hacerse cargo de las riendas del país. Pero, al contrario que Trump, Biden ha puesto en su Gobierno a gente con mucha experiencia y espero y creo que lo harán bien", sostiene.

"Esta es una situación difícil en la que hacerse cargo de las riendas del país. Pero, al contrario que Trump, Biden ha puesto en su Gobierno a gente con mucha experiencia"

Ordovás alude también al "estado dividido" de la nación como trasfondo junto a "la ruina" económica, social y sanitaria creada por el virus, que "en buena parte ha sido causada por el presidente actual". Y, a pesar de que todo está "cuesta arriba", reconoce que hay "muchas esperanzas" depositadas en Biden. "El aspecto positivo es que tiene mayoría en el Congreso y en el Senado (por ahora); así que va a tener que actuar de manera muy rápida mientras tiene esa ventaja", dice.

No obstante, el codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (Iecah), Jesús Núñez, considera que se ha incorporado un componente de "ilusión infundada" en torno a Biden, similar a la que se vivió en su día con Barack Obama, "tras la nefasta administración de George W. Bush", que generó unas expectativas "desproporcionadas". "Estados Unidos no está en condiciones, ni Biden ni nadie en la Casa Blanca, de resolver los problemas del mundo en solitario", afirma.

"Estados Unidos no está en condiciones, ni Biden ni nadie en la Casa Blanca, de resolver los problemas del mundo en solitario"

Asimismo, Núñez resalta que los efectos de la administración Trump le van a crear muchos problemas "por muy buenas que sean sus intenciones a corto plazo". "Y además, porque el resto de los actores -China el primero- no se han quedado quietos esperando a que Estados Unidos vuelva al escenario internacional", agrega.

Almudena Vidorreta también comparte que, aunque esté bien rodeado, Biden lo va a tener difícil porque ha prometido arreglar "varios de los peores entuertos de la era Trump". "Como la salida del Acuerdo de París por el clima y el medio ambiente, el abandono de la OMS y las políticas para frenar los devastadores efectos de la covid en Estados Unidos. Deberá afrontar una crisis económica, social e institucional sin precedentes", afirma.

A esta profesora aragonesa no le ha sorprendido ver "lo débil" que puede ser una democracia tras vivir de cerca "la involución" de los últimos años cuatro años en ese país en derechos sociales, inmigración o medio ambiente. "Había miedo de que pudiera pasar algo así (en referencia al asalto al Capitolio), pero uno nunca se imagina la magnitud de estos planes ni el poder de convocatoria de los fanáticos y sus adeptos. Es demasiado el nivel de pobreza y la falta de ilusión que reina en muchos rincones de los Estados Unidos: carecen de prestaciones sociales básicas, se endeudan de por vida por un tratamiento médico o malviven con ridículas pensiones de jubilación, si es que las tienen. En esos casos es fácil convencerles de que ataquen a los supuestos culpables, sin buscar la verdadera causa de esa situación. Esperemos que, de volver a producirse un ataque semejante, sea contenido", comenta desde Nueva York.

"Es demasiado el nivel de pobreza y la falta de ilusión que reina en muchos rincones del país: se endeudan de por vida por un tratamiento médico o malviven de ridículas pensiones"

Lucha contra el virus

Capítulo especial será el combate contra la covid, que ya ha dejado más de 24 millones de casos y 399.003 muertos; siendo el país más afectado del mundo en cifras totales. En este punto, José Luis Jiménez -uno de los 239 científicos que hicieron admitir a la OMS que el coronavirus se puede transmitir por el aire en lugares cerrados- avisa de que queda todavía una fase "muy aguda". "Parece que estamos entrando en una ola. Si se confirma que estas variantes nuevas son más transmisibles y se expanden por todas partes, vamos a tener a lo mejor hasta marzo o abril una ola muy fuerte", asegura.

Al mismo tiempo, el investigador zaragozano destaca que estos meses van a ser una carrera entre la vacuna y los contagios. "Tienen que luchar para ir vacunando a la gente lo más rápido posible. Y habría que informar mejor de cómo se transmite el virus; que con la administración Trump estaban interfiriendo mucho en la CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades). Esperemos que termine: la nueva directora de la CDC, Rochelle Walensky, es una persona muy competente y respetada. Confiamos en que diga las cosas más claramente y permita que el Gobierno sea más efectivo", resalta.

Mientras, Ordovás subraya que tiene que cambiar la coordinación de los esfuerzos a nivel nacional. "Trump dejó que cada estado hiciera lo que quisiera (o pudiera) y esto ha sido catastrófico. El objetivo es conseguir que la estrategia de vacunación y todas las medidas anti-covid se coordinen a nivel nacional", insiste el científico aragonés. Además, cree que hay que seguir haciendo lo ya se ha hecho. "Que es crear un comité científico de asesoramiento a un nivel que es el más alto que hemos visto en este país, quizá desde la década de los 40. Al frente ha puesto a Eric Lander, que ha sido hasta esta semana el presidente del Broad Institute, uno de los centros de investigación más prestigiosos a nivel mundial en el área de Biomedicina". explica.

Trump y sus 74 millones de seguidores

¿Y qué pasará con un Trump cada vez más furibundo y que no piensa asistir este miércoles a la toma de posesión de su sucesor en la Casa Blanca? Vidorreta comenta que sería "otro duro golpe para la democracia" que las instituciones no tomaran cartas en el asunto. "Poniendo punto final a una carrera política que nunca debió comenzar".

Y, por su parte, Ordovás confía en que una vez que ha puesto en su lista 'presidente de Estados Unidos' se dedique a otras cosas "por las que siga en el candelero y en el medio de la polémica".

Pero, más allá del magnate estadounidense como individuo, Jesús Núñez pone el foco de atención en los 74 millones de ciudadanos que le han apoyado en las recientes elecciones. "Con Trump o sin él, esa corriente de pensamiento está muy consolidada. Y si no es él mismo intentado repetir en 2024 (que no creo) habrá otro cuyo nombre ni sabemos todavía que tendrá la capacidad para movilizar todo ese estado de opinión. Eso es preocupante para EE. UU., por la polarización que supone, y obviamente para el mundo", concluye.

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