Teruel redobla esfuerzos para deshacerse de la nieve tras el histórico paso de Filomena

Multitud de municipios siguen arrastrando problemas por el temporal de frío

Restos de nieve en la ciudad de Teruel tras la borrasca Filomena.
Restos de nieve en la ciudad de Teruel tras la borrasca Filomena.
Foto Antonio Garcia/Bykofoto.

Hasta cinco retroexcavadoras, cinco camiones, dos pick-up y tres miniexcavadoras trabajaron ayer en Teruel para retirar el medio metro de nieve acumulado tras el paso de la borrasca Filomena. La capital redobló esfuerzos para deshacerse del hielo y el manto blanco, que ha provocado «bastantes caídas» y sigue complicando el día a día a conductores y peatones. Los trabajos se concentraron en puntos como la plaza del Torico o la avenida de América, pero para que la nieve desaparezca –solo ayer se retiraron 110 camiones– «hará falta que el tiempo eche una mano». «Hasta que no llueva, la ciudad no volverá por completo a la normalidad», apuntó Juan Carlos Cruzado, concejal de Infraestructuras.

Las tareas se prolongarán al menos hasta el martes. Hoy se mantendrá el operativo y, de cara a mañana, se actuará «a consideración de la Policía Local» en los puntos que se consideren más problemáticos. Las principales esperanzas están en la recta final de la próxima semana, con lluvias entre el miércoles y el viernes. «Parece que a partir del lunes, las temperaturas se mantendrán sobre cero y favorecerán el deshielo», dijo.

Cruzado admitió que se ha tenido que avanzar prácticamente sobre la marcha desde el pasado día 7, momento en que empezó el episodio, ya que nunca antes se había producido algo similar. «Se han juntado la nevada más grande desde 1971 y las temperaturas más bajas desde 1963», recalcó.

Ayer, los vehículos de menor tamaño se centraron en abrir caminos y ensanchar los ya existentes para facilitar el paso de automóviles, mientras que los de mayor envergadura se centraron en retirar la nieve acumulada «para que no generase más problemas».

La principal dificultad, comentó el edil, está en que multitud de puntos de la ciudad tienen aún un manto de hasta 40 centímetros. «Estos días, toda la nieve se iba al lateral de las vías. Se ha intentado habilitar aparcamientos en la calle en los que hasta ahora no se podía entrar ni salir. En las últimas horas se dado prioridad al entorno del hospital, centros de salud y colegios», expuso.

«Un gran desaguisado»

Aunque la situación mejora en el conjunto de la provincia, municipios como Bello, donde el temporal dejó mínimas de -25,4 grados, siguen teniendo problemas con las tuberías. «Hay un gran desaguisado, con cuartos de baño enteros reventados, y eso solo en las casas habitadas. En las que llevan tiempo cerradas, los daños podrían ser mucho mayores», comentó su alcalde, Jaime Barrado.

Las placas de hielo en el casco urbano siguen obligando a extremar la precaución. «La prioridad es que la gente mayor no salga. Desde la tienda y la farmacia se les sigue llevando el pan y los medicamentos, y desde el Ayuntamiento les damos leña, agua y todo lo que necesiten», agregó.

En Griegos, las calles están limpias desde el primer día, pero en los laterales sigue habiendo hasta metro y medio de nieve. «Ahora ya poco podemos hacer. Toca esperar al buen tiempo», apuntó ayer Manuel Lapuente, concejal de la localidad.

La Aemet mantendrá para las próximas horas el aviso por riesgo de temperaturas mínimas en Albarracín y el Jiloca, y la prealerta en la Ibérica zaragozana, donde podrían alcanzarse siete grados bajo cero. Esta semana, no obstante, los valores darán una tregua. Zaragoza podría llegar a los 15 grados, Huesca a los 13 y Teruel, a los 11. Ya de cara al viernes se prevén lluvias en las tres provincias.

Royuela, a -3 grados y con las calles aún heladas

Royuela es uno de los muchos municipios de la provincia de Teruel que sigue conviviendo con la nieve más de una semana después de la irrupción de la borrasca Filomena. La localidad vivió ayer «un buen día» a tres grados bajo cero, una temperatura que ya nada tiene que ver con los gélidos -29,9 que alcanzó a principios de semana, pero que sigue complicado la desaparición del manto blanco. «Con todoterrenos se puede ir, y a pie también, pero con mucho cuidado. Aunque se han limpiado las calles, han vuelto a helarse y es peligroso», explicó su alcalde, Lorenzo Blesa. En los últimos días se han producido caídas, aunque, afortunadamente, no han tenido graves consecuencias. «La gente mayor está teniendo que ser especialmente precavida, directamente no salen de casa», afirmó. El principal problema está en que, aunque hace sol, a las 18.00 vuelve el frío y no da tiempo a que se derrita la nieve. «Nos quedan aún días así. De cara al miércoles podría llover y empezar a irse», apuntó el regidor, al tiempo que recordó las dificultades que siguen teniendo los ganaderos de la localidad para llegar a sus explotaciones. 

Contadores y tuberías congeladas en Calatayud

Centenares de vecinos siguen sin agua en Calatayud desde el lunes, una de las muchas consecuencias que ha tenido la borrasca Filomena y la ola de frío que ha azotado esta semana Aragón y ha obligado a activar la alerta la alerta por riesgo extremo en varios puntos de la Comunidad.

Aunque ya no se esperan complicaciones en las rutas escolares a partir del lunes, multitud de particulares siguen teniendo problemas. «Se han cambiado más de 100 contadores y vamos de aviso en aviso, haciendo todo lo que podemos y prácticamente sin descanso», comentaba María Pilar Lasheras, responsable de la empresa Aquara, gestora del servicio de suministro de Calatayud. En cifras globales, cerca de 2.500 puntos se vieron afectados por la congelación de tuberías y contadores, circunstancia que está dificultando la recuperación del sistema. 

En Alhama de Aragón comparten la misma situación: «Las temperaturas han subido, pero sigue habiendo contadores y tuberías congelados y vamos retirando nieve de las calles para despejarlas», indicaba Pilar Marco, teniente de alcalde. 

También en la comarca bilbilitana, Purroy, pedanía de Morés lindante con Valdejalón, ha recuperado por fin la movilidad por carretera. «He ido con normalidad por la parte de Morata, porque la que va hacia Morés está en peores condiciones al estar más sombría», explicaba Luisa Marín, vecina del núcleo. En esta vía, un vecino pasó con su tractor y una pala para despejarla y luego le sucedió el quitanieves de la Diputación Provincial de Zaragoza.

Restos de nieve en la ciudad de Teruel tras la borrasca Filomena.
Restos de nieve en la ciudad de Teruel tras la borrasca Filomena.
Antonio García/Bykofoto

Otras afecciones

Otra vía provincial, en concreto el tramo que une Huérmeda y Embid de la Ribera, ambos barrios rurales de Calatayud, se empezó a limpiar el viernes. «Al haber un túnel no cabe la quitanieves, pero se ha mandado una pala y después se echará sal», apuntan fuentes de la institución provincial. Justo en medio de ese tramo, en la pedanía de Campiel, una señora ha recibido asistencia de la Policía Local bilbilitana acercándole gasolina

En lo que respecta a la Comarca Campo de Daroca, la situación ha mejorado pero sigue siendo difícil. «El problema es que sigue habiendo heladas, por el día hace buena temperatura, pero por las noches se congela todo y seguimos estando igual», apuntaba el alcalde de la cabecera comarcal, Álvaro Blasco. «Las calles y los pasos están despejadas, pero todavía hay muchísima nieve. También van saliendo averías por reventones y roturas de contadores», indicaba Fernando Sánchez, regidor de Used. 

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