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Los vecinos de Santa Eulalia de Gállego se preparan para vivir un mes (casi) aislados

Las obras del puente del Gállego cortarán el tráfico a partir de este lunes, dejando como alternativas un desvío de casi 100 km y un paso peatonal. Han organizado desde el transporte al correo o la recogida de basuras.

José Antonio Casaucau, alcalde de Santa Eulalia de Gállego, en el puente que la DGA va a reparar a partir de este lunes.
José Antonio Casaucau, alcalde de Santa Eulalia de Gállego, en el puente que la DGA va a reparar a partir de este lunes.
Rafael Gobantes

Santa Eulalia de Gállego, un pequeño pueblo de unos cien habitantes limítrofe de las provincias de Huesca y Zaragoza, inicia este lunes un mes de cuasi aislamiento por las reclamadas obras reparar los daños del puente de hierro de la A-1202 que cruza el río Gállego, su principal vía de comunicación.

La consejería de Vertebración del Territorio invertirá 94.000 euros para sustituir el firme y la estructura de la plataforma y repintarlo para evitar su oxidación. La magnitud de las obras obligan a cortar el tráfico, dejando como único acceso por carretera el desvío por la A-1103 (Erla-Biel) y la A-125 (Zuera-Ayerbe), que obliga a dar un rodeo de casi 100 kilómetros hasta Ayerbe, cuando normalmente solo tienen que recorrer 8 km por la A-1202.

Se ha establecido un plan alternativo de movilidad con un paso peatonal que permitirá llegar a un aparcamiento que se habilitará al otro lado del puente, vigilado con cámaras, para que los vecinos puedan acceder allí a sus vehículos y a los servicios de transporte público, escolar, sanitario…

El alcalde, José Antonio Casaucau, pidió que los pontoneros del Ejército construyeran un paso alternativo para vehículos. Pero la Subdelegación del Gobierno lo rechazó porque la DGA le comunicó que ya habían dado una solución alternativa. La consejería de Vertebración del Territorio justifica esta negativa por el elevado coste de esta obra de urgencia y la dificultad de tramitar los permisos con rapidez.

Ante esa negativa, El ayuntamiento han tenido que planificar con detalle las necesidades de sus habitantes para minimizar las molestias. Así, han alquilado un vehículo de siete plazas para que varios voluntarios trasladen a los vecinos en diferentes horarios hasta el puente, "y hemos tenido que hacer un protocolo de seguridad por el covid porque lo vamos a compartir todos"; han aumentado el número de contenedores y los irán sellando conforme se llenen hasta que se puedan ir a vaciar, y han aprendido a usar compostadores; se ha desviado la ruta del cartero por Biel; se ha centralizado la entrega de paquetería en la gasolinera de Ayerbe...

Ante las dificultades de acceso de los servicios sanitarios, han comprado un desfibrilador y varios vecinos se han formado para saber manejarlo, "porque en una emergencia tendríamos que ir a buscar al médico al puente y no sabemos qué equipamiento llevaría", destaca el alcalde.

Pidieron a Educación abrir una escuela temporal para los cuatro niños de Primaria y uno de Infantil que van al colegio de Ayerbe, pero se lo rechazaron con lo que tendrán que llevarlos cada día hasta el puente, donde les recogerá el transporte escolar.

Sin embargo, no han encontrado ninguna solución a la atención de emergencias. "Si hay un incendio, tendremos que apagarlo nosotros porque si tenemos que esperar a que lleguen los bomberos, se quema todo antes", dice.

Casaucau asegura que ante estos inconvenientes hay vecinos que se han planteando irse a vivir temporalmente a Huesca o Zaragoza. "Hemos intentado prever todo para evitar que la gente se vaya, porque pueden tener la tentación de no volver más".

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