Los hosteleros dudan de si cerrar antes es eficaz y el comercio prevé un frenazo en las ventas

La hostelería y el comercio encaran la nueva batería de restricciones, entre las que destaca el cierre a las 18.00 entre el viernes y el domingo, con dudas sobre si estas medidas son realmente efectivas y con la previsión de un nuevo frenazo en el consumo y las ventas. Como muestra del hartazgo, las asociaciones de Hostelería, Comercio y Servicios de Huesca se concentrarán este sábado a las 18.15 en la plaza de Navarra.

A partir de este sábado y durante todos los viernes, sábados y domingos, los establecimientos no esenciales –como la hostelería y el comercio– deberán bajar la persiana a las 18.00 en lugar de a las 20.00. Una medida que no convenció a la Asociación de Cafés y Bares, que duda que tenga "un impacto sustantivo en la reducción de la incidencia". "Es una medida, a nuestro juicio, con nula repercusión social y un gran impacto económico", puntualizaron tras hacerse públicos los cambios.

Desde hace diez meses, los bares y restaurantes han vivido pocas semanas sin ningún tipo de restricciones, lo que ha ido mermando de manera constante sus ingresos. Según detallaron, casi el 22% de los asociados vieron caer su facturación más de un 75% durante el último año y alrededor del 50% han tenido pérdidas de entre un 50 y 75% con respecto a 2019.

Llegados a este punto –con cerca de un millar de contagios diarios– desde Café y Bares incidieron en que sería "más efectivo un cierre programado por un periodo temporal limitado". Este debería ir acompañado de «compensaciones y garantías». Por el contrario, Luis Vaquer, presidente de Horeca, consideró positivo que se esté intentando mantener "un mínimo de la actividad abierta", aunque lamentó que el "discurso del miedo" hacia la hostería está provocando un "cierre masivo por falta de clientes".

Ambas organizaciones coincidieron en la necesidad de implantar nuevas medidas de compensación de manera urgente, tras las aprobadas hasta la fecha que son "meramente simbólicas". Desde Café y Bares pusieron como ejemplo la gestión de la Comunidad Valenciana, donde –según explicaron– se ha creado un fondo de cooperación, con una dotación presupuestaria de 120 millones de euros, participado y financiado por la autonomía, las provincias y los ayuntamientos.

Vaquer animó a que si se mantiene la actual gestión "restrictiva y sin compensaciones", se inicien procedimientos judiciales para que los "tribunales puedan abordar en un futuro la gestión de esta crisis sanitaria y económica que ha destrozado y va a destrozar a miles de empresas y autónomos".

Asimismo, reclamó indemnizaciones para el sector del turismo: "El presupuesto autonómico ha olvidado una vez más al turismo en sus horas más negras". Los nuevos cierres perimetrales de las tres capitales, además de otros seis municipios, volverán a repercutir en este sector, que ya se ha contraído un 80% durante los últimos meses, según los datos de Horeca.

Freno de las ventas

La situación en el comercio tampoco es mejor. José Antonio Pueyo, presidente de ECOS, lamentó que estas nuevas restricciones se suman a las "tímidas" ventas que se han registrado con el inicio de las rebajas. Además, recalcó que los cierres perimentrales impedirán que se visiten por parte de los extrarradios los establecimientos de Utebo, Cuarte, Calatayud, Zaragoza y Ejea. Reclamó, al igual que la hostelería y el turismo, compensaciones para los comercios afectados por las limitaciones de horarios y aforos: "Las ayudas son insuficientes y se ha cronificado la restricción al ejercicio de nuestra actividad".

Todos coincidieron en señalar que, en general, tanto el comercio como la hostelería cumplen "muy escrupulosamente" con las medidas de seguridad en sus locales.