entrevista 

Cecilia Foronda Díez: "Cambiar hábitos puede ahorrar energía"

Cecilia Foronda Díez, directora de Energía y Personas de Ecodes, explica el proyecto 'Ni un hogar sin energía', que se apica a 8.000 familias de toda España (1.000 en Aragón)  

Cecilia Foronda Díez, en el exterior de la sede de la sede de Ecodes, en la plaza de San Bruno de Zaragoza.
Cecilia Foronda Díez, en el exterior de la sede de la sede de Ecodes, en la plaza de San Bruno de Zaragoza.
Oliver Duch

¿Cómo nació el proyecto ‘Ni un hogar sin energía’?

Surgió en 2013 al aflorar el problema de la pobreza energética. Trabajábamos en temas de cambio climático y nos dimos cuenta de que con algunos cambios en los hábitos se podía ahorrar energía. Antes no llegábamos al colectivo vulnerable, ya que el problema ambiental no era su preocupación. Y así surgió ‘Ni un hogar sin energía’ para asesorar a las familias, mejorar su eficiencia energética, rebajar sus facturas y sus emisiones de CO2.

Y fueron premiados recientemente por la Fundación Naturgy.

El premio no es solo para Ecodes. Hemos atendido a mil familias vulnerables en Aragón gracias al apoyo de entidades como Cruz Roja, Cáritas, Adunare, Amasol, Federico Ozanam, Consolida e Hijas de la Caridad... y a las administraciones que nos ayudan. Es un trabajo de colaboración. Otras empresas nos hicieron donaciones, como BSH, y tenemos voluntarios a los que formamos para tratar a estas personas.

¿La población necesitada hace caso a sus consejos?

Las familias a las que atendemos necesitan rebajar sus facturas o no pasar frío en sus casas. Ponen en práctica nuestros consejos en sus hábitos para reducirlas hasta un 26% y unos ahorros anuales de 150 euros de media. A veces les cuesta más reducir la potencia o cambiar la tarifa por tener que ir a las compañías eléctricas.

¿Hay una batalla entre las compañías para abaratar el coste?

El mercado se ha liberalizado y las compañías ofrecen distintas facturas, pero hay que ser muy cuidadoso. A nuestros clientes, sobre todo a los usuarios más vulnerables, les recomendamos estar en el mercado regulado, porque da un precio más barato.

¿A qué tipo de usuarios ayudan?

‘Ni un hogar sin energía’ atiende a todo tipo de hogares, sobre todo a los más vulnerables. Hemos atendido a 8.000 familias en toda España y mil de ellas en Aragón. Suelen ser monoparentales con hijos, pareja de mayores o viudas... porque como colectivo ya tienen una situación de riesgo.

Ustedes actúan como asesores...

Hacemos asesoría energética. Empezamos con el Ayuntamiento de Zaragoza en 2013 y nos han ayudado todos estos años para hacer talleres en centros cívicos o entidades sociales. El Gobierno de Aragón nos apoya para hacer puntos de asesoría en las comarcas. Revisamos las facturas de los hogares, hacemos cuestionarios de sus hábitos, recomendamos el bono social si les corresponde...

¿Cómo se llega desde la Ingeniería Química hasta Ecodes?

Estudié Ingeniería Química en Zaragoza y tenía la especialidad de Medio Ambiente. De allí pasé a estudiar la lucha contra el cambio climático y la reducción de emisiones de CO2 con menos uso de energía. Luego vino la vena social de ayudar a las personas más vulnerables para que les llegue a todos el mensaje.

¿Frenar el cambio climático va a obligar a todos los gobiernos?

Los gobiernos están convencidos de que la salida de la crisis económica será verde y ninguno puede eludirlo. No habrá futuro si no hacemos frente al cambio climático. Los costes de no actuar son tremendos. Los planes y los fondos europeos llevan una carga muy importante de medio ambiente. Europa tiene el Pacto Verde, una fórmula para salir de la situación económica actual. El Gobierno español tiene una estrategia de descarbonización a 2050, para alcanzar las cero emisiones y la transición ecológica.

¿El cierre de la térmica de Andorra se va a suplir con suficientes empresas alternativas?

La idea es que haya una transición justa para las comarcas que están sufriendo más, como alternativas de nuevos negocios de generación de energía que suplan las antiguas centrales térmicas. Habrá una transición para que la población se fije en esos territorios y no tenga que salir.

Boeing apoya alimentar los aviones con biocombustible en Aragón. ¿Cumplen las empresas para frenar el cambio climático?

Las empresas lo están intentando pero van a un ritmo lento, como los gobiernos. Las entidades medioambientales reclamamos una mayor celeridad. Las compañías de aviación deberían estar buscando ya combustibles alternativos y deben ser sostenibles.

¿Tienen algún proyecto similar?

Tenemos un proyecto para los combustibles sostenibles avanzados en aviación. Estamos a favor de los biocombustibles, pero que no vengan de la agricultura, sino de residuos o sintéticos.

¿Y el tren de hidrógeno para la línea Pau-Canfranc-Zaragoza?

El hidrógeno sería un combustible para la aviación o en el uso marítimo. Para el tren defendemos la electricidad renovable.

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