"Sentí que renací cuando salí de la UCI tras pasar la covid. La vida me ha dado una segunda oportunidad"

Javier López, decano de la Facultado de Derecho de la Universidad de Zaragoza, afronta el 2021 con "preocupación por la economía", pero al mismo tiempo, con "esperanza".

JAVIER LOPEZ DECANO DE LA FACULTAD DE DERECHO DE ZARAGOZA / 30-12-2020 / FOTOS: FRANCISCO JIMENEZ[[[FOTOGRAFOS]]]
Javier López Sánchez, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Zaragoza
Francisco Jiménez

Volver a nacer a los 52 años. Javier López Sánchez, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Zaragoza, afronta este 2021 con preocupación por la economía, pero al mismo tiempo con esperanza, tras un año especialmente complicado para él. Tras pasar un mes ingresado en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza, seis días en la UCI y tres de ellos intubado, el profesor siente que "la vida" le ha dado "una segunda oportunidad". "Sentí que renací cuando salí de la UCI tras pasar la covid", subraya.

"Ahora mismo me encuentro muy bien. Mi recuperación ha sido muy rápida", señala. El decano fue dado de alta hace casi nueve meses y ya hace vida con total normalidad. Es cierto que en la última revisión -en agosto- seguía manteniendo manchas en los pulmones. "En teoría tengo fibrosis pulmonar que irá remitiendo poco a poco, pero en verdad he podido seguir haciendo deporte y en verano subí alguna montaña", añade.

"Los que peor lo pasaron fueron mis padres porque los sanitarios les dijeron que estaba la posibilidad de que no saliese adelante"

A día de hoy, tiene "olvidado", en cierto modo, "lo que sucedió". "Tengo que hacer un verdadero esfuerzo para recordar todo. Sí que me acuerdo de los momentos de agobio de cuando me dijeron que me bajaban a la UCI. De los días que estuve intubado no recuerdo nada porque estaba sedado y, de repente, amanecí rodeado de gente que estaba muy mal. No sabía qué día era, pero tenía la sensación de que habían pasado días, relata López Sánchez, que permaneció hospitalizado un mes. A pesar de la alegría y entusiasmo de sus padres al escuchar su voz cuando ya fue pasado a planta, el decano insiste en que sintió "susto y fragilidad". "Los que peor lo pasaron fueron mis padres porque los sanitarios les dijeron que estaba la posibilidad de que no saliese adelante", admite. 

Abrumado y angustiado. "Cuando sales del hospital es cuando eres consciente de lo que ha sucedido y te das cuenta de los frágil que es la vida. El mes siguiente de mi salida del hospital, tenía una sensación de nerviosismo y de agobio. Sin embargo, ese sentimiento se pasó y no me ha quedado ningún trauma", apunta. Ahora, ya está concentrado en su labor en la Universidad. "Ahora lo que tengo en la cabeza es cómo vamos a organizar el próximo cuatrimestre. La preocupación mayor que tengo es que el curso pueda discurrir como ahora", declara. 

"Espero que la recuperación económica sea rápida, tengo esperanza"

Los efectos de la pandemia son otra de sus grandes inquietudes. "No estamos viendo lo grandes que van a ser las consecuencias económicas. Ha sido un parón muy importante, pero espero que la recuperación sea rápida, tengo esperanza", sostiene. 

"El plasma con anticuerpos fue lo que me hizo salir adelante y superar la covid"

Diego Losada, 44 años, estuvo ingresado en el hospital Royo Villanova por coronavirus.
Diego Losada, 44 años, estuvo ingresado en el hospital Royo Villanova por coronavirus.
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Sin miedo y afrontando con valentía su recuperación. Con neumonía bilateral grave por covid e insuficiencia respiratoria aguda, Diego Losada, de 44 años, tuvo que pasar una temporada en el Royo Villanova de Zaragoza. “No tuve miedo durante mi estancia en el hospital, estaba tranquilo. No todo el mundo se contagia de la covid, no todo el mundo ingresa en la UCI y por supuesto, no todo el mundo muere. Yo pensaba que no tenía por qué tocarme a mí. Es cierto que yo no estaba preocupado porque no era consciente de la gravedad de mi estado, algo que estoy descubriendo ahora. En todo caso, siempre pensaba que me encontraba en las mejores manos y con los medios necesarios”, relata.

“Estaba con oxígeno y con goteros entonces no me encontraba mal”, subraya. Sin embargo, Losada estuvo al borde de pasar a Cuidados Intensivos: “Empeoré y le dijeron a mi mujer que si no mejoraba ese día, me pasarían a la UCI. A mí no me lo llegaron a decir, aunque sí que es verdad que el médico me comentaba que no mejoraban nada los parámetros de un día para otro”, añade. Fue, según Losada, “el plasma con anticuerpos", lo que le hizo "salir adelante y superar la covid”. Para su mujer, Alicia, fue una situación “muy agobiante” no poder ver a su pareja: “Al principio, mi marido estaba mal, pero claro, estaba en casa y sabíamos como se encontraba en cada momento. Cuando hospitalizó, el trato con los médicos por teléfono es muy frío y se te cae el mundo encima si no te dan buenas noticias”.

"Empeoré y le dijeron a mi mujer que si no mejoraba ese día, me pasarían a la UCI. A mí no me lo llegaron a decir"

"Como padre estaba preocupado por mis chicos", destaca. Solo el hijo mayor del matrimonio, Martín de 10 años, dio positivo en covid -pero sin síntomas-, mientras que Alicia y la hija pequeña, Estela de 6 años, tuvieron que estar confinadas, pero arrojaron negativo en las pruebas. “Como mi hijo y yo éramos positivos, pensamos que podríamos confinarnos juntos y así poder jugar a la consola, pero al día siguiente de que saliera su resultado, coincidiendo con su cumpleaños, me ingresaron”, cuenta Losada. Afrontar la situación de incertidumbre no fue agradable para su hijo: “Es mayor y ya es consciente de lo que supone hospitalizar por covid”.

El aragonés salió del hospital a finales de octubre sin covid, pero con siete kilos menos y un sinfín de síntomas que no remiten. En noviembre, tuvo que regresar a urgencias tras la preocupación de su médica de cabecera del Centro de Salud del Actur después de varios episodios de fiebre muy alta.

Síntomas que perduran

Después de dos meses con el alta hospitalaria -no laboral-, Diego Losada continúa con fiebre alta y no puede caminar más de 100 metros sin fatigarse. Tampoco puede mantener una conversación larga sin que le falte el aire. "Ahora sí que tengo miedo de no poder hacer vida normal y de no saber cuando se irán los síntomas. Soy optimista porque estoy mejor que ayer, pero es lenta la recuperación. Esto no ha terminado, no estoy como estaba antes de contagiarme”, sostiene.

Losada, que jugó a balonmano durante varias décadas -se retiró hace tres años, a los 41-, nunca ha tenido patologías, ni siquiera se ha lesionado. “Espero que esto sea como las pretemporadas, que al principio estás destrozado pero que después te vas poniendo a tono”, bromea. Cuando salió del Royo Villanova pasó dos semanas más sin salir de la cama, “estaba sin fuerzas”. “Poco a poco voy a mejor, pero al final sigo dependiendo del paracetamol para que no me suba la fiebre. Si algún día tardo más tiempo en tomarme la pastilla, llego a alcanzar 38,5 grados”, insiste.

"Ahora sí que tengo miedo de no poder hacer vida normal y de no saber cuando se irán los síntomas"

Optimista, pero preocupado. El aragonés no está preparado para volver a sus labores como delineante. “Puedo aguantar dos días haciendo ocho horas, pero cuando llegue el miércoles, me tendré que meter en la cama. No puedo hacer cuarenta horas semanales a día de hoy”, sentencia. 

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