perspectivas 2021

César Bona: "¿Está en las escuelas que tenemos la sociedad que queremos?"

Perpetuamos la misma educación que recibimos. Por eso, César Bona, elegido uno de los 50 mejores maestros del mundo, afirma que debemos quitarnos el traje de adultos y ver qué podemos ofrecerles a los niños para que salgan mejores de lo que entran en la escuela.

César Bona, sentado en una de las butacas del salón de actos del colegio Joaquín Costa de Zaragoza
César Bona, sentado en una de las butacas del salón de actos del colegio Joaquín Costa de Zaragoza
José Miguel Marco

Está convencido de que el verdadero cambio del paradigma educativo llegará desde abajo, desde las propias escuelas, y no desde arriba, desde la voluntad política. Y aboga por abrir un paréntesis para reflexionar sobre si la sociedad que queremos está en las escuelas que tenemos.

Vivimos tiempos complicados. Dicen que la pandemia ha dejado al descubierto las vergüenzas de nuestro sistema educativo.

Durante todo este tiempo, cuando se hablaba de los niños se les trataba como a héroes por hacer los deberes, lo que simplificaba su relación de la vida con la escuelas y la tarea de los docentes; como si vivieran en una burbuja, en la que nada les afectaba. Estaba sucediendo algo extraordinario y los adultos se preguntaban cómo íbamos a examinar y a evaluar, cuando es la vida la que nos pone a prueba y es el propio sistema educativo el que tenemos que evaluar y examinar. Los hubo que incluso se llegaron a plantear qué hacer para que los niños y niñas no se relajasen. Pero esta crisis también nos brinda una oportunidad para repensar la educación. Y, a lo mejor, en lugar de buscar respuestas, tendríamos que cambiar las preguntas.

¿Y qué preguntas debemos hacernos?

Tendríamos que preguntarnos qué tipo de escuela queremos. ¿Alguien cree que tenemos un sistema educativo de éxito como para perpetuarlo? Uno de cada cuatro alumnos no termina la ESO y muchos no son capaces de relacionar contenidos de una materia con otra. Cuando tantos niños son expulsados del sistema, algo falla. Empezando por el currículo, nos empeñamos en adaptar la vida al currículo, cuando es el currículo el que debe adaptarse a la vida. Ahora, por ejemplo, la salud es lo más importante, ¿y qué peso tiene en las escuelas la salud física y emocional de los alumnos?

¿Cómo es esa nueva escuela que tanto queremos y necesitamos?

Una escuela en la que los niños aprendan a respetarse a sí mismos y a los demás, preocupada por el medioambiente, con compromiso social y que eduque en el diálogo y la tolerancia para no dejar la puerta abierta a la intolerancia y al desprecio. Los contenidos son importantes, pero han de tener relación entre ellos y con la vida de los niños, con lo que les rodea; y por encima de todo, no podemos dejar fuera las cosas importantes y que solemos dar por sabidas. Habría que poner el foco en los derechos de la infancia, en los derechos humanos y en los valores universales. Me sorprende cuando hay quien dice que la educación emocional es una moda. Ahora es más importante la resiliencia que los contenidos. Debemos humanizar la educación.

Se habla mucho de educar para el futuro.

Sí, pero antes tenemos que pensar en qué personas queremos en el presente: y queremos personas comprometidas, que den un paso hacia adelante, y todo eso se adquiere en la escuela, no cuando eres adulto. La educación es el principio de todo y teniendo en cuenta que educamos a niños para un cambio constante, tiene que estar en la vanguardia, por delante de todo.

¿Y quién liderará ese cambio? ¿Es voluntad política?

Si con todo esto que nos está pasando la educación no cambia, tendremos que seguir con la convicción necesaria para cambiarla desde abajo, desde nuestras escuelas. No podemos esperar a que los de arriba nos digan lo que tenemos que hacer, sin escuchar a docentes, familias y niños. Ahora, tenemos que abrir las puertas de nuestras aulas y compartir todo lo que hacemos.

¿QUIÉN ES?

Maestro y escritor, César Bona (Ainzón, 1972) fue elegido en 2014 uno de los 50 mejores maestros del mundo, el único español finalista del Global Teacher Prize, el ‘Nobel de los Profesores’. Licenciado en Filología Inglesa y diplomado en Magisterio en Lengua Extranjera por la Universidad de Zaragoza, hoy sus libros son referencia en muchas universidades.