Las estaciones de servicio acumulan una caída media en ventas del 30%

Arrastran las pérdidas de marzo, abril y mayo con bajadas de hasta el 80%, según Pilar Soto, presidenta de Aesar (Asociación de estaciones de servicio de Aragón)

Imagen de archivo de la estación de servicio de la carretera de Castellón en Zaragoza.
Imagen de archivo de la estación de servicio de la carretera de Castellón en Zaragoza.
Heraldo.es | Raquel Labodía

Un año con muchos altibajos que ha alternado caídas en ventas de carburante de hasta el 80% en pleno confinamiento con repuntes en junio y nuevos descensos desde octubre a raíz de los cierres perimetrales de las capitales. Así ha sido 2020 para las gasolineras aragonesas, según Pilar Soto, presidenta de Aesar (Asociación de Estaciones de Servicio en Aragón) y vocal en el comité ejecutivo de la Confederación española del sector, que estima en una media del 30% la caída acumulada en ventas de carburante. «Venimos arrastrando caídas muy gordas en marzo, abril y mayo», apunta.

Aunque la facturación varía en función de la ubicación de cada gasolinera -las que están en los pueblos o ciudades han vendido menos por la pandemia y las de carretera algo más-, «los resultados económicos en promedio», según Soto, «serán desastrosos». «En mi estación de servicio, el descenso en facturación es del 20%, pero en otras del 35% o superior, por eso hablo de una media», indica. 

La venta de combustible, subraya, «es significativa de cómo va la economía», y ha caído bastante por esta movilidad limitada por las restricciones sanitarias. «Nos costará recuperarnos», admite. «Nos confunden con las petroleras, pero en Aragón la mayoría somos pymes y queremos que la gente sepa las dificultades que estamos atravesando», señala.

Pese a vender poco, recuerda Pilar Soto -que representa a las 103 gasolineras asociadas a Aesar-, tuvieron que permanecer abiertos los tres meses del confinamiento y cubrir todos los turnos. Luego el Gobierno sí les permitió no abrir tantas horas. Gracias a los ERTE han mantenido el empleo, destaca, si bien «el sector no podrá recuperar lo perdido hasta 2022 al depender de cómo se vayan restableciendo los otros sectores», dice.

Impacto del cierre perimetral

«Cuando hay cierres perimetrales nos bajan las ventas entre un 5% y un 8%. El Gobierno los quita quince días y te los vuelve a poner con lo que no hay forma de recuperarse. La caída anual va a estar entre el 15% el 20 %», reconoce Natalia Montañés de la Figuera, que dirige la estación Quartum, en Cuarte, atendida por seis personas. «Vivo de la gente local. No es una gasolinera de paso sino urbana. Se notó mucho el cierre de los colegios durante el confinamiento. Eso ya pasó. Éramos de los que teníamos que estar abiertos de las 6.00 a las 23.00 y salvo esos meses que bajamos un 60 o 70% las ventas debido al confinamiento, el resto del año se ha mantenido, si bien las restricciones nos siguen condicionando mucho», indica. Su intención es «renovar el lavadero en enero y modernizar la tienda para tratar de compensar».

«Se ha arreglado un poco. Fue tanto el bajón que ahora no nos parece tan malo», reconoce Manuel Beltrán, al frente de la gasolinera que lleva su nombre en Utrillas (Teruel). «Aún así cerraré el año con caídas del 20%», apunta. «Somos una estación atendida por siete personas. Trabajamos desde las 7.00 a las 22.00 salvo durante el estado de alarma, en que pedí reducir a ocho horas la apertura porque entonces no pasaba nadie salvo los bomberos y la ambulancias», recuerda. 

Al ser una estación que da servicio a las industrias en la zona, explica, a medida que estas iban recuperando la actividad «instalaron un servicio de comidas rápidas y duchas para que la gente pudiera asearse y pernoctar y así el trabajo entre semana empezó a normalizarse». Por el hecho de no ser una estación urbana y estar al lado de un pueblo, Utrillas, «el movimiento es sobre todo entre semana. Antes, con el turismo y los familiares que venían en fin de semana aún se trabajaba, pero todo eso se ha perdido», señala. Sin atreverse a prever cómo irá 2021, pide «que la gente valore más el servicio que dan las gasolineras atendidas por personas y no solo por máquinas».

Ricardo Gracia, que cuenta con tres gasolineras -Internacional y AGP en Huesca y AGP en Binéfar, que dan empleo a 12 personas- lamenta «haber tenido que soportar los mismos gastos con menores ingresos» durante el confinamiento. «Fueron meses caóticos con caídas brutales que se han ido aminorando, si bien con el cierre perimetral de las capitales y las provincias, las bajadas en venta están siendo grandes», afirma. «Ojalá en 2021 se extienda la vacunación, el turismo resucite y aumente el transporte profesional, que se ha visto reducido», concluye.

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