Vecino de Campillo: "Se monta revuelo si Google deja de funcionar una hora y aquí podemos estar día y medio sin teléfono"

Los problemas de cobertura móvil o de acceso a internet dificultan el trabajo de agricultores, empresas y la llegada de nuevos vecinos a pueblos, como Campillo de Aragón.

En el caso de Diego Gotor, la cobertura es fundamental para el funcionamiento de su maquinaria del campo.
En el caso de Diego Gotor, la cobertura es fundamental para el funcionamiento de su maquinaria del campo.
JMACIPE

José Luis y Diego Gotor, padre e hijo y ambos agricultores de Campillo de Aragón, dan vueltas alrededor de las vertederas que, enganchadas a uno de sus tractores, hoy no ‘quieren’ girar. José Luis coge el teléfono y llama a Agroquímica de Molina de Aragón para dar parte. Una acción tan sencilla como esta la puede hacer porque está en su almacén, pero sería imposible si el problema le hubiera surgido en una parcela a dos kilómetros del casco urbano. "Si tienes un problema grave con la maquinaria o un accidente, no hay forma de poder contactar con nadie", se lamenta Diego, que es también concejal desde hace año y medio en el Ayuntamiento.

En sus apuntes, Diego ha calculado que en los 150 kilómetros cuadrados alrededor de Calatayud se cuentan 33 antenas de telefonía, que contrastan con las 6 que se reparten en los cerca de 180 kilómetros que agrupan localidades cercanas a Campillo como Jaraba, Sisamón, Cimballa o Calmarza: "A través de la página antenasgsm.com se puede ver cómo aquí hay muy pocas y como en Zaragoza hay una a cada paso", detalla. En este sentido, recuerda que "los móviles actuales tienen un alcance con las antenas que va desde los siete kilómetros en zonas llanas hasta los tres en zonas montañosas o incluso uno si estás en una vaguada".

Esta falta de conexión a la última tecnología, ya sea 4G o 5G, imposibilita que los productores locales puedan sacar mayor rendimiento a las oportunidades que ofrece la llamada agricultura de precisión. "No podemos ahorrar agua ni fertilizantes ni pesticidas, no podemos mejorar la productividad ni tener un menor impacto ambiental", apunta Gotor. En este sentido, argumenta que esto se traduce en que tienen que "hacer más pasadas, gastar más gasoil, no poder hacer una parcelación ni utilizar el autoguiado que incluyen algunos tractores ni implantar nuevos cultivos".

Cinco días sin teléfono

Desde este punto de la Comunidad de Calatayud trabajan 25 agricultores y Gotor pide "tener en cuenta que son empresas que tienen una facturación considerable y que aportan a las arcas públicas, pero muchas veces no se refleja en cubrir servicios que se necesitan y que son fundamentales". En este punto, cita el caso de algunas personas que "no han podido quedarse a teletrabajar aquí porque no pueden". "En Todos los Santos nos quedamos cinco días, cinco, sin teléfono. Hay que dar un servicio antes de que venga la gente y no al revés", se queja.

"Me llamó la atención todo el revuelo que se montó cuando Google dejó de funcionar durante una hora: aquí nos podemos pegar día y medio sin teléfono"

A casi 38 kilómetros, Vicente López, gerente de una comercializadora de productos agrícolas radicada en Used, en el Campo de Daroca, coincide con Gotor. "Hoy no puedes vivir sin internet", dice. En su caso, toda la gestión de la empresa se hace a través de un programa informático conectado a la red: "Si un día falla, no puedes trabajar porque no puedes recibir correos, facturar… Me llamó la atención todo el revuelo que se montó cuando Google dejó de funcionar durante una hora: aquí nos podemos pegar día y medio sin teléfono".

López extiende estas dificultades a otros ámbitos, como el comercio o el consultorio médico. "Mi hermana tiene una tienda y si falla la conexión y alguien necesita pagar con tarjeta no puede cobrarle. O si vas al médico y tiene los análisis o las recetas en digital y no pueden acceder".

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