Heraldo del Campo

entrevista

José Antonio Briz: "Habrá que tener la cabeza fría porque 2021 y 2022 van a ser complicados"

El director de Grandes Vinos y Viñedos es el mejor directivo de 2020, un año que califica como "el peor con diferencia" de su larga trayectoria.

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José Antonio Briz, director de Grandes Vinos y Viñedos.
H. A.

¿Qué ha hecho José Antonio Briz para convertirse en el mejor directivo de 2020 en Aragón?

Llevar trabajando 30 años en el sector agroalimentario en un municipio zaragozano y hacer un proyecto que, desde mi punto de vista, es un proyecto ganador, que aglutina a 500 viticultores, a dos entidades financieras y al Gobierno de Aragón. Y con ello dar valor al territorio, ahora que este concepto está tan de moda, y ofrece así un futuro para las nuevas generaciones.

¿En este atípico 2020 ha sido más complicado que nunca ser directivo de una empresa?

Ha sido el más complicado con diferencia y el peor año. A la sobreproducción de vino se ha sumado la pandemia, por lo que la necesidad de manejar a personas para que no se contagien de covid ha sido una prioridad. No ha habido contaminación dentro de la empresa, y seguimos tocando madera, en estos nueve meses de pandemia. Ha habido que trabajar con un escenario que nadie conocíamos, con los mercados cerrados y sin poder viajar a ningún lugar del mundo cuando nuestra empresa exporta casi un 80%, con la restauración, que supone cerca del 40% de la facturación, también cerrada. Con esas reglas es muy difícil seguir manteniendo el negocio y aun así hemos hecho, gracias a mis colaboradores para quienes también es este premio, todo lo posible para que esto se mantenga a flote, porque además 2021 y 2022 también van a ser muy complicados y hay que tener la mente muy fría para afrontar estos retos que se nos vienen encima.

Los directivos del año en Huesca y en Teruel también son del sector agroalimentario. ¿Es un reconocimiento al esfuerzo realizado por este sector esencial durante la pandemia?

Es dar visibilidad al sector agroalimentario y a los directivos que estamos en el medio rural y que tenemos menos posibilidades. Es un acicate porque hay tan grandes directivos en el medio rural como en las grandes ciudades y, más que un homenaje por este año tan malo, es un revulsivo al medio rural. Nos lo merecemos, pero creo que habría que hacer más esfuerzos en la telecomunicaciones porque no están resueltas totalmente y en la época que nos está tocando vivir va a ser imprescindible contar con buenas conexiones y tecnologías de la comunicación para hacer negocios porque los viajes están restringidos y son prioritarias para hacer negocios.

¿Cuál ha sido la decisión más difícil de tomar en este 2020?

Para un directivo la decisión más difícil es aquella que afecta a las personas. Tener que aplicar un ERTE y decirle a los trabajadores que tienen que irse a su casa porque no pueden trabajar es duro, doloroso y complicado.

¿Cuáles son las recetas de éxito del directivo?

Trabajo, sacrificio e integridad, que sea una persona a la que nadie le pueda reprochar malas conductas. Es esfuerzo y sacrificio, con los que se consiguen más cosas de las que se pueden pensar. Y también es importante la constancia, el tesón que tenemos en nuestra tierra y sentir los colores. El sentir el negocio como tuyo hace que lo defienda a muerte, e incluso estar dispuesto a sacrificar la vida personal por la profesional. Hay gente que no está dispuesta a estos, lo veo en las nuevas generaciones que tienen otro punto de vista y yo lo respeto profundamente, pero supongo que esto va en caracteres o que así se nace, no sé. Y sobre todo, ser persistente y ante una adversidad, levantarte y seguir. Es lo que yo recomendaría a quienes quieran labrase un futuro en esta bonita profesión que es dirigir una empresa.

El sector del vino se ha visto golpeado por los efectos de la covid. ¿Cómo lo ha sufrido Grandes Vinos?

Hemos potenciado lo que estaba abierto, es decir, las grandes superficies y la tienda de alimentación, para compensar lo que se perdía en hostelería, pero hay que decir que esas pérdidas no se recuperan como se está diciendo con el incremento del consumo en casa.

¿Y el canal ‘online’?

Lo estamos utilizando pero lamentablemente en este país las cifras de ventas del vino en internet no se acercan a las que tienen otros productos. No llega a despegar la venta ‘online’, hay plataformas importantes pero de momento no llegan a cuajar. Ojalá funcionase y fuese otra ventana porque yo creo en el omnicanal, todo suma y todos tienen sus ventajas y sus inconvenientes y nosotros tratamos de trabajarlos todos, pero para ser sincero la venta por internet no es una cifra representativa en nuestra empresa.

¿Con qué perspectivas esperan a 2021?

Va a ser un año muy complicado. Haciendo los presupuestos ya les decía a los comerciales que tendremos que poner ilusión y tesón porque cifras creo que van a ser muy difíciles de poner. Nos enfrentamos a una situación difícil, con Estados Unidos estando como está, cuando todos teníamos grandes esperanzas de que iba a ser un gran mercado, China cerrada a cal y canto, y en Europa ahí estamos viendo las noticias de cierres en nuestros principales clientes. Así, ¿qué cifras puedes poner encima de la mesa? Concretar datos en nuestro sector es la quimera más complicada ahora, con la exportación prácticamente cerrada, la hostelería con restricciones durante mucho tiempo... Es complicadísimo saber qué va a pasar. Lo que tengo claro es que el esfuerzo no se va a escatimar, aunque haga falta ir a vender las botellas de puerta en puerta en la punta del mundo donde nos dejen.