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  • Esperanza Pamplona

Vergüenza

Francisco Múgica Garmendia, Pakito, sale de prisión
Francisco Múgica Garmendia, Pakito, sale de prisión
Toni Galán

Por más que uno intente forzar la empatía hay situaciones que si no se viven no se puede comprender hasta dónde enraízan las heridas ni con qué virulencia. Que un padre, un hijo o un hermano haya muerto víctima de un atentado terrorista es uno de esos casos. Los demás, los que no lo hemos sufrido en carne propia, lo recordamos, sí, pero solo en ocasiones y cada vez con menor intensidad. Es ley de vida.

Así que lo más que podemos hacer por quienes arrastran ese dolor es comprender y solidarizarnos aunque la vida nos empuje a mirar hacia adelante. En realidad, esa capacidad es la que avala nuestra humanidad.

La excarcelación del autor intelectual de la masacre de la Casa Cuartel de Zaragoza el mismo día que se conmemora el aniversario de tal barbarie es espeluznante e injustificable. Solo se me ocurren dos motivos posibles.

Uno sería la estupidez supina de un montón de gente que lo ha sabido y no lo ha frenado. Pero eso es absurdo. El otro pasa por un peaje político impuesto desde el rencor y el odio más abyecto. Y amparado en la vileza de quien ha decidido pagarlo.

Me gusta pensar que nuestra sociedad es capaz de perdonar, de encarar presente y futuro sin rencor. Pero olvidar sería un error tremendo.

Pienso en el desamparo y la soledad que tienen que sentir ahora mismo las familias de aquellas personas que murieron o sobrevivieron rotas, y me produce una vergüenza infinita.

Al final, sí que van a ser unos Presupuestos ‘históricos’.

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