Covid-19

Las restricciones hunden el turismo en el Pirineo y llevan al Moncayo al lleno

Los empresarios de la provincia de Huesca aseguran que está siendo "el peor puente de la historia" y dicen que el movimiento de visitantes es "mínimo".

Varios turistas disfrutan de la nieve, ayer en el entorno de Biescas
Varios turistas disfrutan de la nieve, ayer en el entorno de Biescas
Rafael Gobantes

Las fuertes restricciones impuestas por el Gobierno de Aragón para frenar los contagios de coronavirus, marcadas por el confinamiento perimetral de las tres provincias y la Comunidad, el cierre del interior de cafés, bares y restaurantes y la suspensión de la actividad no esencial a partir de las 20.00, han hundido el turismo en el Pirineo, donde ya se habla del "peor puente de la Constitución de la historia". 

La imposibilidad de pasar de una provincia a otra ha beneficiado, en cambio, a la zona del Moncayo, donde numerosas casas rurales han colgado el cartel de ‘completo’. "En líneas generales, estaremos en torno a un 30% o un 40% respecto a otros años. En Zaragoza ha habido más movimiento, pero en las provincias de Huesca y Teruel los días han sido realmente flojos", aseguró Jesús Marco, presidente de la Federación Aragonesa de Turismo Rural (Faratur). Hasta hace unas semanas se pensaba que el puente de la Constitución y la Navidad servirían para, al menos, recuperar la ilusión. "Pero lo que nos hemos encontrado ha sido catastrófico. La situación es muy dura", dijo.

En la provincia de Huesca se han cumplido los peores pronósticos.Tanto que los empresarios turísticos aseguran que ha sido el peor puente "con diferencia" y sin paliativos. "Otros años, aunque no hubiera nieve, sí que había gente que venía a preparar ya los apartamentos o a equiparse de material para el invierno, pero este, el movimiento de visitantes está siendo mínimo", apuntó ayer Luis Terrén, presidente de la Asociación Turística del Valle del Aragón.

Tampoco se han dejado notar las segundas residencias en el valle, ya que la mayor parte de propietarios son zaragozanos, vascos y navarros y no pueden llegar por los confinamientos. "Con las nevadas ha venido gente a las estaciones a disfrutar de la nieve o a practicar esquí de montaña, pero tampoco mucha. Además, las carreteras tampoco han acompañado con lo que si comparáramos el tráfico con el año pasado, el susto podría ser tremendo", afirmó.

La primeras estimaciones apuntan a que el turismo rural de la provincia ha estado en torno al 20%. En Jaca, apenas están abiertos media docena de establecimientos hoteleros, todos de una y dos estrellas. "Están aguantando porque tienen trabajadores hospedados, pero los grandes hoteles es imposible abrirlos en estas condiciones", explicó Terrén.

El sector mira ya a la Navidad, confiando en que para entonces se puedan abrir las estaciones de esquí para reactivar el sector. A este respecto, el presidente de la Asociación Turística del Valle del Aragón pidió al Ejecutivo autonómico que no haya "agravios comparativos", ya que "si las calles y los centros comerciales de las capitales pueden estar llenos, como estamos viendo, también se pueden abrir las estaciones, que además son al aire libre".

La comarca del Sobrarbe es otra de las que está viviendo un puente "más que tranquilo", con solo el 10% de los establecimientos abiertos. "Se ve algo de movimiento, pero es gente de la provincia que tiene una segunda residencia o que ha venido a darse un paseo por la naturaleza. Además, el temporal tampoco ha ayudado mucho", señaló Paz Agraz, presidenta de la Asociación Turística Empresarial, quien se mostró resignada ante la "línea de anormalidad" que está siguiendo la temporada turística. En este sentido, apuntó que ahora la prioridad es atajar "cuanto antes" la pandemia para poder salir del bache "tanto de salud como económico". 

De momento, para Navidad tampoco tienen demasiadas expectativas. "Sí que se espera un poco más, pero con la incertidumbre de las restricciones que pueda haber para entonces", agregó.

Los alrededores de la catedral de Tarazona, ayer con las terrazas llenas
Los alrededores de la catedral de Tarazona, ayer con las terrazas llenas
Ayuntamiento de Tarazona

El entorno del Moncayo, por contra, ha estado "totalmente lleno". "Se nota que la gente tenía ganas de salir. Al no poder subir al Pirineo, todo ha estado prácticamente completo. Ha sido mayor la demanda que la oferta, si se hubiesen abierto más casas también se hubiesen llenado", aseguró Jesús Santo Tomás, portavoz de la Asociación de Casas Rurales del Moncayo.

Cenas 'en la puerta de casa'

Municipios como Añón de Moncayo, San Martín de la Virgen de Moncayo y Alcalá de Moncayo han registrado estos días una gran afluencia. "En general ha sido toda la comarca. El puente ha ido mejor incluso que otros años, como ya ocurrió en verano", añadióSanto Tomás. El frío y el cierre del interior de bares y restaurantes ha obligado, además, a redoblar el ingenio para garantizar el servicio.

"Ha habido alojamientos que se han ofrecido a preparar cenas y llevarlas a las casas rurales", dijo. A pesar de las buenas sensaciones, las navidades serán "otra historia". "No sabemos qué pasará, es muy arriesgado decir si serán buenas o no habrá gente. El hecho de que, más allá de las cenas de Nochebuena y Nochevieja, las reuniones sociales estén limitadas a un máximo de seis personas lo complica todo", señaló.

Por su parte, la provincia de Teruel cruzó el ecuador del puente sin apenas actividad. Los hoteles de la capital están cerrados o prácticamente vacíos y lo mismo ocurre en las zonas turísticas. Ana Almazán, empresaria hostelera de Albarracín, explicó que siguen abiertos en torno a un 10% de los restaurantes de la localidad –una de las más turísticas de la provincia– pero registran una ocupación insignificante. 

En la capital, la situación es parecida respecto a los bares y alojamientos. Aunque la mañana estuvo "animada" gracias a la clientela local, desde el céntrico hotel El Mudayyan indicaron que de las 28 habitaciones disponibles solo estaban ocupadas cuatro, y eso gracias a una promoción que incluye una noche en una habitación doble y una botella de champán por 30 euros. Solo una pareja llegó de fuera de la ciudad, procedente de Andorra. 

Las ofertas lanzadas por la patronal del sector, Teruel Empresarios Turísticos, con descuentos y ventajas en más de 60 establecimientos para los clientes que justifiquen su ciudadanía turolense, tampoco ha estimulado la demanda intraprovincial, y la reapertura de los principales reclamos turísticos de la comarca de Gúdar-Javalambre no ha surtido efecto. El presidente de la Asociación de Empresarios Turísticos de Gúdar-Javalambre, David Nadal, afirmó que la mayoría de negocios están cerrados y los pocos que abren lo hacen "perdiendo dinero"

Nadal describió la situación del turismo como "desoladora". Los escasos bares y restaurantes que abrieron sus puertas lo hicieron por "mantenimiento de los locales", aunque sin expectativas de hacer caja. A su juicio, la escasa población provincial reduce su potencial demanda al mínimo, de ahí que advirtiese de que, "si no se levanta el confinamiento, las empresas dedicadas al turismo están abocadas al cierre".

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