Las gasolineras alcanzan pérdidas del 65%: "Con los 300 litros que suministramos al día no tenemos ni para pagar la luz"

Las estaciones de servicio de Aragón viven uno de sus peores momentos con el confinamiento de las tres capitales de provincia y el de la Comunidad.

Milagros Borao, de Gasóleos Valdeconsejo.
Milagros Borao, de Gasóleos Valdeconsejo.
Oliver Duch

En un año, más de cuatro meses de restricciones de movilidad. Con solo viajes justificados y transporte de mercancías, los gasolineros aragoneses viven uno de los peores momentos que recuerdan. Las pérdidas del sector alcanzan hasta el 65% en la Comunidad e incluso el 85% en zonas rurales de Huesca y Teruel. “El confinamiento ha afectado mucho al sector de la estación de servicio. Las restricciones a la movilidad se traducen en caídas, tanto de carburante como de otros servicios complementarios -tiendas, lavado de coches y bar-. Tenemos un empresario que pierde el 99% en la provincia oscense, ya que no vende casi ni un litro al día”, explica Pilar Soto, presidenta de la Asociación de Estaciones de Servicio de Aragón y dueña de la gasolinera de BP situada en la carretera de Castellón, a tres kilómetros de la capital aragonesa.

“Lo estamos pasando mal. La pandemia está siendo catastrófica a nivel de ventas en nuestro sector”, admite Soto. La situación de los gasolineros ha sido cambiante durante la pandemia. Primero eran servicios esenciales hasta que se asignaron servicios mínimos. “Al principio teníamos que estar abiertos, aunque no vendiésemos ni un litro”, denuncia. En Aragón, hay unos 400 puntos de suministro y más de 1.500 personas trabajan en estaciones de servicio.

Pilar Soto, en la tienda de su gasolinera situada en la carretera de Logroño.
Pilar Soto, en la tienda de su gasolinera situada en la carretera de Logroño.
HA

Las estaciones de servicio de carretera han sido las más afortunadas durante esta crisis, mientras que las rurales, las más perjudicadas. “El confinamiento perimetral está afectando, pero sí que es verdad que de lunes a viernes la actividad sigue, especialmente en las estaciones de carretera. La falta de clientes se nota especialmente el fin de semana y por la noche”, aclara. 

"La gente que teletrabaja no reposta el coche"

Milagros Borao, de Gasóleos Valdeconsejo.
Milagros Borao, de Gasóleos Valdeconsejo.
Oliver Duch

Los hermanos Jesús y Milagros Borao tienen un pequeño punto de repostaje, Gasoleos Valdeconsejo, en la plaza Donantes de Órganos de la capital aragonesa especializado en diésel. Durante la primera ola de la pandemia llegaron a perder el 80% y ahora están en un 60%. “La gente que teletrabaja no reposta el coche. Antes venían una vez a la semana y ahora vienen una vez al mes o cada dos meses. Al final, son muchos coches los que han dejado de venir”, sostiene Milagros.

La empresaria es optimista de cara al puente de diciembre: “Si abren fronteras en la Comunidad esperamos que la gente venga a repostar en la víspera y en la vuelta a casa. Para Navidad, es más complicado, los ciudadanos no se mueven tanto”. Los coches y las furgonetas de reparto son las fuentes de ingreso principales de esta empresa familiar, que nació como un surtidor de gasóleo de calefacción y que tuvo que reinventarse con la llegada del gas a los hogares.

Los empleados de Gasoleos Valdeconsejo no se han acogido a ayudas en ningún momento. “Optamos por no echar a nadie al ERTE porque hay mucha gente que sigue sin cobrarlo y no queríamos eso para nuestros empleados”, confirma Jesús.

"Con los 300 litros que suministramos al día no tenemos ni para la luz"

Alberto Lozano, gerente de la gasolinera situada en Nuévalos, en la provincia de Zaragoza.
Alberto Lozano, gerente de la gasolinera situada en Nuévalos, en la provincia de Zaragoza.
HA

Una estación de servicio en un pueblo de 250 habitantes. Alberto Lozano es el gerente de la gasolinera situada en Nuévalos, en la provincia de Zaragoza. La empresa familiar que nació hace unos 45 años y que ha pasado por tres generaciones se enfrenta a uno de sus peores momentos con el Monasterio de Piedra cerrado, su fuente de ingresos principal. “Toda la comarca vivimos del parque y no veremos la luz hasta que abra”, insiste.

La empresa está sobreviviendo gracias a otros servicios -tienda de alimentación y de souvenirs, bar, gasoil para calefacciones y agricultores-. “Con el dinero que obtenemos del repostaje de carburante no tenemos ni para pagar la luz. Estamos suministrando menos de 300 litros al día”, explica Lozano. El transporte de mercancías, que es el principal sustento de muchas estaciones, no ha ayudado a este pequeño centro de servicio, ya que se encuentra a 20 kilómetros de la A-2. “Se nos presenta un invierno muy muy duro, no ha hecho más que empezar. Nos quedan tres meses de agonía. Ahora mismo estamos en temporada baja, como todos los años, porque hay menos turismo. Pero claro, de baja a cero, hay diferencia”, puntualiza.

"Aunque todo mejore, a corto plazo no recuperaremos las cifras que teníamos antes de la pandemia"

Gasolinera en la avenida La Paz de Huesca en la que trabaja Ricardo Gracia.
Gasolinera en la avenida La Paz de Huesca en la que trabaja Ricardo Gracia.
HA

Ricardo Gracia es el gerente de tres gasolineras situadas en la provincia oscense, dos en la capital y una en Binéfar. El confinamiento y las restricciones de movilidad son la causa de unas pérdidas de hasta el 60%. “El primer confinamiento es el que más nos afectó, tuvimos una bajada muy fuerte de ventas. En verano, la situación se arregló bastante más de lo que nos imaginábamos y ahora el confinamiento de las capitales nos ha vuelto a perjudicar mucho”, subraya.

El centro de servicio de Binéfar, que no ha estado afectado por confinamientos locales, ha registrado mejores números. El empresario no confía en el próximo puente y en la campaña de Navidad para mejorar sus cifras. “Aunque todo mejore, a corto plazo no recuperaremos las cifras que teníamos antes de la pandemia. Entorno al 10% no lo subiremos en mucho tiempo”, admite. Los tres puntos son urbanos por lo que se nutren especialmente de pequeñas empresas y transporte particular. “El transporte de mercancías se ha mantenido, pero nosotros no vivimos de ello”, apunta

"La bajada de ventas se acentúa en fin de semana"

Javier Paricio es el gerente de dos gasolineras de Cepsa situadas en el casco histórico – cuesta del Carrajete y avenida de Zaragoza-.
Javier Paricio es el gerente de dos gasolineras de Cepsa situadas en el casco histórico – cuesta del Carrajete y avenida de Zaragoza-.
HA

En la capital turolense, las pérdidas son del 40%. Javier Paricio es el gerente de dos gasolineras de Cepsa situadas en el casco histórico – cuesta del Carrajete y avenida de Zaragoza-. “Hemos notado que la bajada de ventas está centrada en los fines de semana. El viernes tarde era muy fuerte y ahora no. Lo cierto es que el combustible de fin de semana para el ocio se ha venido abajo. Durante la semana, sí que se va trabajando”, afirma. Los clientes de ambas estaciones son vehículos privados y furgonetas de paquetería.

La empresa, que cuenta con 30 trabajadores porque también ofrece otros servicios como distribución de butano, tuvo que mandar al ERTE al 50% de su plantilla. Todos volvieron a su puesto de trabajo en septiembre.

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