covid-19

"Nos dejaron estar en la uci las horas necesarias para despedirnos de mi padre"

El padre de Alicia Calvo falleció en la uci del Royo en lo más duro de la primera ola de la covid. Cree que “psicológicamente es importante” despedirse de los seres queridos.

Hora de visita de familiares a la uci covid del Royo Villanova.
Placa de agradecimiento de un familiar en la uci del hospital Royo Villanova.
José Miguel Marco

Alicia Calvo tuvo a su padre ingresado en la uci del Royo Villanova en el que fue, posiblemente, el peor momento de la pandemia. El 20 de marzo la población ya estaba confinada en sus casas y las unidades de cuidados intensivos ya estaban saturadas por culpa de un virus que aún se trataba de comprender. Su padre, Irineo Calvo, nacido en Remolinos pero vecino de Zaragoza, estuvo 41 días en esta unidad hasta que falleció.

El momento era complicado en todos los hospitales, y sus familiares lo percibieron: “Estaban saturadísimos y había escasez de equipos de protección”, cuenta Alicia. Sin embargo, añade que “se portaron muy bien” con la familia. “A mi padre lo intubaron al entrar, pero se llegó a despertar. Entonces, le quitaban la sedación y nos hacían videollamadas, con su propio teléfono móvil si hacía falta (el del personal sanitario)”, recuerda. “Tuvieron un trato increíble dadas las circunstancias”, añade.

Cree que ese contacto, aunque fuera lejano y sin presencia física, a su padre le vino bien. Más tarde, volvió a empeorar y lo tuvieron que volver a sedar. Cuando las cosas se pusieron feas de verdad, y a pesar de que las visitas estaban prohibidas, permitieron a ella, a su hermana y a su madre que entraran a verle para despedirse. “Fuimos dos veces y fue un detalle enorme. Nos dejaron estar el tiempo que hiciera falta, hasta que se fuera. Psicológicamente es importante”, señala. Y lo compara con el caso de una de sus amigas, que no pudo despedirse de su padre y lleva un duelo más complicado.

Para ellas, que además estaban cada una confinadas en su casa, “fue muy bueno”, ya que “fue una reunión familiar muy dura, pero muy reconfortante”. A pesar de que en la uci “estaban desbordados”, agradece “el tacto” y “la amabilidad” que tuvieron.

Recuerda con especial cariño el día del cumpleaños de su padre, que pasó en la uci. “Nos dejaron que le mandáramos fotos y un dibujo de su nieta, fue todo un detalle”, rememora. Cuando su padre falleció, la familia escribió una carta de agradecimiento al personal, porque “se lo merecían”.

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