La DGA deja de invertir 128 millones este año y dispara el gasto corriente por la covid

El avance de la liquidación desvela que el 26% de la cuantía destinada a equipamientos y obras se incumplirá. Las partidas de personal y servicios baten un récord con un desfase de más de 371 millones.

Pleno de las Cortes de Aragón
Pleno de las Cortes de Aragón, imagen de archivo.
Guillermo Mestre

El Gobierno de Aragón acabará el año con más de 128 millones de inversión recogida en sus presupuestos sin ejecutar, lo que implica que más de uno de cada cuatro euros comprometidos por el cuatripartito para impulsar obras y equipamientos sufrirán un retraso. Mientras tanto, los gastos corrientes se dispararán como consecuencia de la pandemia, hasta el punto de batir un récord con un desfase de más de 371 millones, casi el triple del dinero que se dejará de invertir.

Estas son las estimaciones que la Intervención General de la DGA ha recogido en el avance de la liquidación, que constata el enésimo incumplimiento en los anuncios de inversión. La foto fija del informe oficial afea aún más el balance de la gestión si se comparara con la de 2019, que ya fue de por sí alta y alcanzó los 119,5 millones. En esta ocasión, la suspensión de plazos con la declaración del estado de alarma no ha ayudado precisamente a la gestión de los proyectos.

El cuatripartito dispuso al iniciar el año de 492,8 millones para impulsar y licitar obras tan importantes como las de los hospitales de Alcañiz y Teruel, pero los problemas con las contratistas han obligado a rescindir las obras del primero y el principal lote del segundo. Ambos hospitales contaban con 54,4 millones y al cierre del mes de septiembre las obligaciones ascendían tan solo a 11,3 millones, poco más de un 20%. Y_lo peor que en el caso del nuevo centro de referencia para el Bajo Aragón se quedó congelado en 88.386 euros tras romper con las empresas por incumplimiento culpable.

Para hacerse una idea de la situación, la siguiente actuación por importe no es siquiera una inversión de este año, sino el fruto de un fiasco, el de la autopista autonómica: el primer pago por la liquidación de la concesión asciende a 6,2 millones, que obligó a hacer una ampliación de crédito. La misma cantidad aparece en el capítulo 6 (inversiones reales) de las cuentas de 2021 y así figurarán en las de 2022 y 2023 para pagar los 25 millones acordados.

La tercera inversión por cuantía corresponde a los contratos de conservación de carreteras, cuyas obligaciones al cierre de septiembre ascendían a 5,1 de los 14,3 millones previstos.

Otro de los departamentos inversores, el de Educación, arrancó el año con 37,3 millones para ampliar la red de colegios y a la espera del empujón del último trimestre habían acometido solo el 40%. En el caso del Salud, lastrado por los citados problemas con los hospitales turolenses, no llegaba en septiembre al 27%, lo que significa que las obligaciones sumaban únicamente 18,4 de los 57,7 millones previstos.

Si se comprueba el cómputo general, la Intervención General prevé que casi 56 de los 204 millones presupuestados por la DGA en inversiones reales, las que acomete directamente, no se destinen a las actuaciones previstas, mientras las transferencias de capital sufrirán algo parecido: 216 de los 288,6 millones recogidos en el presupuesto inicial.

Mientras tanto, los gastos corrientes crecerán de forma desbocada hasta llegar a los 4.973 milllones, 333,6 más de los que tenía previsto el cuatripartirto cuando presentó las cuentas hace un año.

Semejante crecimiento tiene como causa directa las cuantías extraordinarias a las que se ha tenido que hacer frente para combatir la pandemia y sus efectos. Y_esto se aprecia directamente en el capítulo 2 (gastos en bienes corrientes y servicios): el año pasado se cerró con 868,7 millones, 41,3 menos de los previstos inicialmente, y este año se dotaron los socios de un colchón de 933 millones. Sus cálculos han quedado sobrepasados por la crisis de la covid, hasta el punto de que la Intervención estima que se acabará el año con un gasto de 1.176. Es decir, 243,7 millones adicionales.

Historia aparte es el capítulo de personal, infradotado históricamente al margen de quién esté al frente del Ejecutivo. Los actuales socios, PSOE, Podemos, CHA y PAR, planificaron en su primer presupuesto, el de este año, que necesitarían 2.292 millones para nóminas, pero se quedaron cortos y requerirán otros 127 para acabar el ejercicio. El cálculo, como especifica la propia Intervención, tiene en cuenta las obligaciones contraídas a 30 de septiembre, las nóminas de noviembre y diciembre y los seguros sociales. En el desfase ha influido el coste añadido por los refuerzos en Educación y Sanidad por la pandemia.

En este caso, el descuadre es casi idéntico al del año pasado, dado que se presupuestaron 2.112 millones y se acabaron gastando 2.248 millones. Lo que está por ver es si con los 2.459 millones presupuestados para 2021 será finalmente suficiente, dado que el colchón sobre la cuantía real de este año se limitará a 40 millones

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