Javier Román es un apasionado de la cerveza. Y la prueba de ello es que este ingeniero agrícola, natural de Salas Bajas, en la comarca del Somontano de Barbastro, siempre tuvo muy claro que, a pesar de haber nacido en una tierra de vinos, su futuro profesional quería enfocarlo hacia el mundo de la cerveza.

Para lograrlo, estudió e investigó mucho sobre esta bebida hasta que, en 2017, decidió arrancar su propia empresa y comercializar la cerveza que elabora bajo la marca Bachiella, un topónimo aragonés que hace alusión a los campos por donde el agua baja por escorrentía, con desniveles.

"El Somontano es una tierra muy rica en vinos, pero también muy valiosa desde el punto de vista gastronómico. Solo faltaba poner en marcha una marca de cerveza para completar el círculo y en esa aventura estamos", indica este joven emprendedor, quien utilizó la antigua bodega de su mujer para poner en marcha el área de embotellado, porque ellos querían que se instalara en el pueblo, con el fin de asentar población y porque la filosofía de esta marca choca con las producciones industriales.

Sus primeras creaciones se vendieron en mercados cercanos, sobre todo en la zona del Somontano, pero han ido ampliando su radio de acción a Huesca, Zaragoza o Lérida y ya han enviado palés a Francia.

A lo largo de estos años, su negocio se ha ido consolidando y, en la actualidad, cuenta con nueve referencias y un volumen de producción que supera los 20.000 litros. Una apuesta por la cantidad y también por la calidad, como así lo demuestra el hecho de que dos de sus marcas, Bachiella Hazy IPA y Bachiella Tostada, fueron premiadas este verano con una medalla de plata y bronce, respectivamente, en el London Beer Competition, una buena noticia que llegó después de unos meses muy complicados debido a la crisis derivada de la covid-19.

Brasa y birra

Pero Javier Román no se ha venido abajo y este verano ha trabajado duro en Brasa&Birra, el local cuya gestión comparten con el chef Jorge Zanuy, uno de los cocineros más conocidos del Somontano. Lo abrieron hace un año en Pozán de Vero para ofrecerles a sus clientes un lugar donde poder degustar sus cervezas, acompañadas de unas ricas tapas. "Nosotros somos productores de cerveza, pero queríamos contar con un sitio bonito donde la gente pudiera disfrutar de nuestras referencias. Este verano, los clientes han respondido muy bien, porque las instalaciones estaban al aire libre y perfectamente adaptadas a la normativa covid y eso nos ha permitido mantener el negocio de restauración en muy buenas condiciones", explica Javier, quien continúa inmerso en el desarrollo de nuevas marcas de cervezas.