Heraldo del Campo

fruticultura

Nuevos cultivos frente al cambio climático

El CITA participa en un proyecto internacional que investiga la resiliencia de las plantaciones de los frutales en la región mediterránea ante este cambio.

almendros cerezos en flor/jesus macipe[[[HA ARCHIVO]]]
En los últimos años se están produciendo importantes cambios en la floración de algunos frutales.
Jesus Macipe

Hasta hace unas décadas, el cambio climático era un concepto que prácticamente se circunscribía al ámbito científico, algo de lo que apenas se hablaba en el día a día. Desgraciadamente, desde hace unos años, sus consecuencias se están dejando notar con veranos muy calurosos e inviernos menos fríos de lo habitual, entre otras muchas cosas. Y estas modificaciones que percibimos diariamente se acusan todavía más en el mundo de la fruticultura, donde los árboles necesitan pasar por una época de frío durante el invierno para poder florecer, y eso es algo que no está ocurriendo y hay variedades que se están resintiendo mucho.

Por este motivo, el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) se ha embarcado en una investigación para comprobar la resiliencia de las plantaciones de los frutales en la región mediterránea ante el cambio climático. Y lo hacen gracias al proyecto ‘Adaptación de las plantaciones frutales mediterráneas. Aproximación multidisciplinar para la sección de frutales resilientes en la región (AdaMedDOR)’.

Una iniciativa que cuenta con la participación de investigadores de Marruecos y Túnez y el apoyo logístico de la universidad de Bonn, en Alemania, donde se encargan de investigar sobre la evolución de las temperaturas en un futuro más o menos inmediato.

"Estamos viviendo una situación bastante problemática, porque debido al cambio climático, hay frutales que tradicionalmente han funcionado muy bien y ahora no dan los resultados deseados porque vegetan mal, al variar tanto las temperaturas. Una situación que en la cuenca mediterránea es especialmente grave, ya que no se cubren las necesidades de frío que los árboles demandan para poder desarrollar su ciclo natural", explica Javier Rodrigo, investigador de la Unidad de Hortofruticultura del CITA, y responsable español de este proyecto, quien explica que, en Aragón, las dificultades se perciben sobre todo en zonas frutícolas más tempranas, como Caspe o el Bajo Aragón.

Para afrontar este desafío, los investigadores van a elaborar un inventario con diferentes variedades de frutales, donde se especificarán las horas de frío que necesitan, su fenología o su respuesta al riesgo de heladas. "Queremos ofrecerles a los fruticultores los datos suficientes para que puedan adaptar sus cultivos a las nuevas condiciones, con el fin de quesean resilientes a los cambios climáticos, y puedan seguir produciendo fruta con garantías", matiza Javier Rodrigo.

Investigación

A lo largo de los tres años que está previsto que dure el proyecto, los investigadores realizarán sus ensayos con material vegetal del CITA pero también cuentan con la colaboración de la Asociación de Fruticultores de Caspe y de empresas de La Almunia de Doña Godina que trabajan con una gran colección de variedades. Además del CITA, desde España colabora el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS-CSIC) de Murcia y todo ello con el fin de facilitarles a los productores las herramientas más precisas para que el futuro de sus frutales sea lo más optimista y viable posible.

"El proyecto ha sido muy bien recibido por parte de los productores que están percibiendo estos cambios en sus propias plantaciones. Hasta hace unos años, en el mundo agrícola, creer en el cambio climático era una cuestión de fe, algo que se pensaba que podría afectar a sus nietos. Pero se han dado cuenta de que no es así y que es una realidad que ya les influye muy directamente", concluye Rodrigo.

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