Aragón descarta por ahora el ofrecimiento de las farmacias de hacer test de antígenos, una propuesta que sí contemplan Madrid y Cataluña y que, según el Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza, "aliviaría la enorme presión existente" en los centros de salud y ayudaría a detener la propagación del virus. "La Comunidad mantendrá su actual estrategia de rastreo y seguimiento de contactos, que está obteniendo resultados positivos. Es la recomendada por el Ministerio de Sanidad y la mayor parte de los expertos nacionales e internacionales", recalcaron fuentes de la DGA al término del consejo interterritorial, en el que el ministro, Salvador Illa, dejó la decisión en manos de cada región.

El Gobierno aragonés sí participará, en cambio, en el grupo de trabajo promovido por el Ministerio para adoptar medidas sanitarias consensuadas para los periodos festivos y la Navidad y revisará y ampliará la oferta de plazas MIR y EIR para dar formación en los hospitales de la Comunidad.

La negativa del Ejecutivo autonómico a extender los test de antígenos –avanzada por la consejera de Sanidad, Sira Repollés, en las Cortes, donde recalcó que en Aragón nunca ha habido restricciones para hacer pruebas de diagnóstico– no se entiende en las farmacias. Desde el sector defienden que "hay miles de posibilidades" para hacer test con las máximas garantías y sin riesgos para pacientes ni trabajadores. Y aunque no todos los establecimientos reúnen los requisitos mínimos –como zonas privadas y la posibilidad de establecer circuitos diferenciados para los pacientes y el resto de usuarios–, desde el Colegio de Farmacéuticos incidieron en que "existe una demanda creciente" y que gran parte de las 733 farmacias de la Comunidad "estarían dispuestas". 

"La gente nos pregunta a diario.Además, muchas farmacias ya hacen pruebas de colesterol, de glucosa y de detección del VIH. Estas podrían hacerse fuera de horario e irían siempre con cita previa", dijo su presidenta, Raquel García.

Hacer test en estos espacios, agregó, haría que los ciudadanos no tuviesen que recurrir al mercado ‘online’, en el que se pueden producir errores de interpretación o incluso comercializarse pruebas no homologadas. Se ganaría, por tanto, "un mayor control", dado que las propias farmacias transmitirían los resultados al Ejecutivo autonómico, "al contrario de lo que sucede en la actualidad".

García recordó, por otra parte, que estos establecimientos ya han colaborado con el Gobierno aragonés en la entrega de mascarillas y en el envío de medicamentos a domicilio a pacientes vulnerables. "No le vemos ningún tipo de ‘contra’. Estas pruebas se harían bajo acciones concretas y a pacientes concretos: aquellos que presenten síntomas. No se utilizarían para hacer cribados masivos", recalcó.

Para poner en marcha el sistema –que sería, en cualquier caso, de carácter voluntario–, bastaría con unas horas de formación específica a modo de recordatorio. "Las farmacias son establecimientos sanitarios. Al frente siempre hay un profesional universitario", subrayó García.