Covid-19

Aragón pierde ya 1,5 millones de turistas por la pandemia y mira al invierno con inquietud

La demanda hotelera se contrae hasta un 80% en Zaragoza, con solo el 30% de los negocios abiertos.

Los exteriores de la oficina de Turismo de la plaza del Pilar, ayer
Los exteriores de la oficina de Turismo de la plaza del Pilar, ayer
Oliver Duch

Aragón ha perdido 1,5 millones de turistas, la mitad de los que sumó en todo 2019, y más de 3 millones de pernoctaciones (-47%) por la pandemia. Aunque 2020 iba camino de ser un año récord para el sector después de que enero y febrero cerraran con 500.000 viajeros, un 30% más, finalmente sufrirá un desplome histórico a causa del coronavirus.

Según los últimos datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE), la Comunidad sumó entre enero y septiembre un total de 1.447.394 viajeros. De ellos, hasta un 71,5% eligieron los hoteles y el resto se repartieron entre cámpines (15%), apartamentos (6,5%) y casas rurales (6%). Entre todos sumaron casi 3,5 millones de pernoctaciones.

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Los establecimientos hoteleros son los que más han sufrido el impacto de la crisis con un descenso de clientes del 55%, mientras que la reducción en los demás subsectores ha rondado el 40%.

El Pirineo parece haber aguantado ligeramente mejor, ya que los negocios turísticos de estas cuatro comarcas de Huesca han perdido un 44,5% de visitantes (446.657) y un 43% de pernoctaciones (2.621.392). No obstante, se juegan mucho a partir del próximo diciembre con la campaña de nieve ya que en los tres primeros meses de la temporada pasada recibió 200.000 visitantes y más de medio millón de pernoctaciones.

En Zaragoza, la demanda del sector hotelero y de alojamientos se ha contraído entre un 60% y un 80%, según datos de Horeca. La previsión es que 2020 cierre con en torno a 800.000 pernoctaciones frente a los dos millones de 2019. Actualmente, hasta siete de cada diez habitaciones de la provincia están vacías, y únicamente entre un 25% y un 30% de los hoteles tienen sus puertas abiertas. Desde Horeca recordaron que la actividad hotelera genera 666 millones de euros de forma directa y que los congresos, paralizados por las fuertes restricciones del nivel 3 de alerta agravado, suponen otros 100 millones.

Final de año "muy crudo"

Por su parte, desde la Federación Aragonesa de Turismo Rural (Faratur), confirmaron que septiembre, octubre y noviembre han sido meses "prácticamente nulos", ya que apenas ha habido movimiento en el Pirineo y en el Bajo Aragón por Motorland. "Desde marzo, todo ha ido mal. Se animó un poco en julio y agosto, pero con los primeros confinamientos empezaron a caerse las reservas", explicó su presidente, Jesús Marco. Las perspectivas, agregó, son "muy malas". "Otros años estaríamos ya al 100% de cara a fin de año, pero esta vez la gente ni siquiera puede entrar ni salir de sus provincias. No se están cerrando reservas. La gente llama para preguntar si les pueden guardar una casa si se levantan las restricciones, pero con la limitación de las reuniones sociales a seis personas y los cierres perimetrales la cosa está muy cruda", admitió.

Todo esto ha repercutido seriamente en la economía de los empresarios del sector. "Algunos están muy mal. Hay gente que ha pedido créditos y tienen hipotecas, pero contaban con poder trabajar. Los ha habido que han cerrado ya definitivamente, aunque, por el momento, son una minoría", dijo.

En Teruel, una "catástrofe"

En la provincia de Teruel, la segunda ola ha tenido consecuencias "catastróficas", como señaló el vicepresidente de Teruel Empresarios Turísticos y Hotelero de la capital, Roche Murciano. La patronal del sector aún no tira la toalla de cara a que la campaña de Navidad pueda minimizar los daños, pero si no se levanta el confinamiento prevé en torno a un 15% de cierres en bares y restaurantes en la capital, donde ya han bajado la persiana cuatro establecimientos. 

Murciano explicó que la larga duración de parón ha desbaratado todos los planes de las empresas turísticas. "Creíamos que el problema duraría 15 días, pero ahora la gente se encuentra con que no puede afrontar los gastos con la puerta cerrada", comentó el dirigente empresarial. 

Su hotel, El Mudayyan, en pleno Centro Histórico y con 30 habitaciones, solo ha tenido en noviembre un huésped, un maquinista de Renfe. "Atender al único cliente nos cuesta mucho dinero", se lamentó el hotelero. "Está siendo el peor año para la hostelería desde que tengo recuerdos. La situación del sector es dramática", aseveró Murciano. Añadió, en este sentido, que hay unas pocas reservas para Nochevieja, aunque, si el confinamiento no se levanta, están abocadas a la cancelación

Los primeros cierres derivados del confinamiento fueron los de puntos turísticos como la torre mudéjar del Salvador de Teruel, que este año ha tenido la mitad de las visitas que en 2019. Este monumento recibe anualmente entre 20.000 y 30.000 turistas, pero en 2020 ha permanecido cerrado en temporadas de mucha afluencia, como en Semana Santa y otros puentes festivos. 

El gestor de la torre del Salvador, Diego Hernández, da ya por "cerrado" el ejercicio de 2020 en cuanto a actividad. Considera improbable que, dada la evolución de la pandemia, el confinamiento se levante en Navidad y pueda volver a abrir. Salvo el periodo estival y el puente del 12 de octubre, ha perdido "todas las temporadas buenas" para el turismo.

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