Alivio y cautela en las bodegas aragonesas ante un Biden más negociador que Trump

Responsables de las distintas D. O. no esperan "milagros" pero sí que suavice la presión arancelaria

Imagen de archivo de la inauguración de las nuevas instalaciones de Bodegas Borsao en Borja en 2018.
Imagen de archivo de la inauguración de las nuevas instalaciones de Bodegas Borsao en Borja en 2018.
Oliver Duch

Cierto respiro en un año para olvidar. «Esperamos que las cosas vuelvan a ser lo que eran con Estados Unidos, pero hay que esperar», dijo ayer José Ignacio Gracia, secretario del consejo regulador de la D. O. Campo de Borja, en una primera reacción a la victoria del demócrata Joe Biden en el país norteamericano. Claudio Herrero, su homólogo en la D. O. Cariñena, señaló que como Europa no ejerza su derecho de represalia e imponga también aranceles a EE. UU. costará que se sienten a negociar. «Estas conversaciones son largas y tediosas. La amenaza por parte de Trump llegó en 2017 pero hasta octubre de 2019 no impusieron los aranceles. Llevamos un año y costará por lo menos otro, hasta finales de 2021, que lo dulcifiquen. Dependerá de la presión política que pueda ejercer la UE», apuntó. Sin embargo, advirtió, aún con Biden, «va para largo que quiten los aranceles, ¡ y ojalá me equivoque!».

En 2019, la D. O. Cariñena exportó más de 2 millones de botellas a EE. UU. y este año ha exportado hasta julio 1,2 millones, pero confía en igualar las cifras del pasado año contando con los cinco meses de 2020 aún sin contabilizar. La exportación a Norteamérica supone el 8% de sus ventas. Alemania es su primer mercado, con el 21%, seguido del Reino Unido, con el 15%.

«Tenemos esperanza de que el nuevo presidente norteamericano sea una persona con un talante distinto al saliente», añadió por su parte Miguel Arenas, presidente de la D. O. Calatayud. «No sabemos cómo actuará, pero al menos confiamos en un diálogo más fluido con la UE», destacó, convencido de que este año igualarán las cifras de ventas a EE. UU ya que las grandes bodegas de la D. O. siguen manteniendo la exportación a este mercado

No obstante, los responsables de estas tres D. O. coincidieron al recordar que Aragón es de las comunidades que menos se han visto afectadas por el arancel de EE. UU al vino, ya que sus caldos tienen por lo general más de 14 grados y las tasas afectan más a blancos y rosados inferiores a esa graduación. Sin embargo, «compartíamos el temor de que incrementasen aún más las tasas», reconoció José Ignacio Gracia, de la D.O. Campo de Borja, que exporta EE. UU. algo más del 14,15% de total de sus ventas y que prevé este año poder mantenerlas. «La elección de Joe Biden disipa nubarrones. Antes, estaba la amenaza de que EE. UU. elevase al 100% los aranceles para el vino de importación y ahora eso es mucho más improbable», añadió Íñigo Alberto, director de Exportaciones de Borsao.

«No soy demasiado optimista respecto a que retiren los aranceles. El perfil de Biden parece diferente y se podrá negociar aunque también ponga ‘American first’», reconoció por su parte José Enrique Chueca, gerente de Bodegas Aragonesas. «Salvo que Europa presione para poner aranceles, no creo que los quiten y eso que dentro de EE. UU ha habido un lobby muy fuerte pidiendo su retirada ya que a muchos importadores de vino en aquel país los han destrozado», añadió. Pese a todo, confía en que mantener sus ventas a Norteamérica, que suponen entre el 12% y 13% del total, aunque China representa el 25%».

«Habrá que esperar a ver cómo se posiciona la nueva administración estadounidense. No va a ver ningún cambio de hoy para mañana», corroboró por su parte Ignacio Domingo, gerente de la Asociación de Industrias Alimentarias de Aragón (AIAA). «La victoria de Biden puede facilitar las cosas a la hora amortiguar el impacto de los aranceles que a muchos vinos españoles los que ha dejado fuera del mercado», añadió, a la vez que aludió a la grave repercusión en las almazaras de aceite de la D. O. Bajo Aragón, superior al de las bodegas de vino en Aragón. Y aportó datos. Mientras de enero a agosto de 2019 la exportación de caldos aragoneses a EE. UU. supuso 9,5 millones, en el mismo periodo de este año fue de 7,5 millones, mientras que en el aceite las cifras han caído a la mitad de 550.000 euros en exportación a EE. UU a 220.000 en el mismo periodo. Sin embargo, en Canadá se han mantenido similares datos: 8,3 millones en venta de vino aragonés de enero a agosto de 2019 y este año, 8,5 millones, En aceite, 200.000 euros en ambos ejercicios. 

«El aceite y la oliva de mesa están sufriendo mucho»

2020 está siendo un año muy complicado para el sector del aceite en Aragón, no solo por los aranceles de Estados Unidos sino por la propia pandemia y el cierre del canal Horeca. Así lo reconoció ayer Javier Sánchez, gerente de Aceites Impelte del Bajo Martín. «El aceite de la D. O. Bajo Aragón está sufriendo mucho pero también la oliva de mesa», manifestó, confiado en que la victoria de Biden suponga un cambio de rumbo en esta política arancelaria. «La esperanza está ahí. Esperemos que la UE sea capaz de hacerse escuchar y EE. UU. suavice las tasas impuestas», dijo, y puso como ejemplo el propio caso de su empresa. «El mercado norteamericano es el tercero del mundo que más consume aceite de oliva. Llevábamos tres años posicionándonos allí y los aranceles cortaron en seco ese crecimiento. Nos dejaron atados de manos a la hora de competir», explicó. «Los aranceles no son para el aceite a granel, con lo que las grandes envasadoras españolas han montado en EE. UU planta para envasar y ya est,á pero las D. O. no podemos hacer eso y reclamamos poder competir en igualdad de condiciones».

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