Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Proyecto de cooperación

Primera planta de cría de insectos en Aragón

Investigadores del Instituto Agroalimentario de Aragón (IA2-Unizar/CITA) evalúan la cría de insecto como fuente de proteína alternativa.

Cría de larvas de Tenebrio molitor o gusano de la harina en la planta piloto.
Cría de larvas de Tenebrio molitor o gusano de la harina en la planta piloto.
IA2

Mejorar el conocimiento sobre el beneficio que podrían ofrecer los insectos al sistema alimentario global es uno de los objetivos en los que trabajan investigadores del Instituto Agroalimentario de Aragón (IA2-Unizar/CITA), dentro de un proyecto de cooperación regional para la evaluación de la cría de insecto como fuente de proteína alternativa. Por el momento, su participación ha permitido poner en marcha una planta piloto en Aragón de cría de Tenebrio molitor (más conocido como gusano de la harina).

La superación de las barreras culturales que en Europa y el mundo occidental supone la ingesta de productos que contienen insectos es uno de los retos de este proyecto, coordinado por la empresa Insectopia, que estudia el potencial que la cría de insectos ofrece como fuente de proteína alternativa y sostenible y también como oportunidad para revalorizar por biodigestión subproductos de la industria agroalimentaria.

Se encuentra ya en marcha una planta piloto de cría de insectos que cuenta con dos instalaciones experimentales, en el Servicio de Experimentación Animal de la Universidad de Zaragoza y en la incubadora Ceminem, donde actualmente se mantienen colonias de Tenebrio molitor o gusano de la harina. Un equipo de investigadores del Instituto Agroalimentario de Aragón (IA2-Unizar-CITA) ha trabajado durante un año en la optimización del proceso de cría, evaluando el efecto de diferentes dietas y condiciones ambientales. Así, se han realizado algunos experimentos relacionados con la dieta de los propios insectos, incluyendo subproductos agroalimentarios, además de técnicas de sacrificio, procesado y conservación de las larvas con el objetivo de mejorar su vida útil. El diseño y producción de algunos útiles plásticos de trabajo ha facilitado los procesos de manejo de larvas, pupas y escarabajos.

Como colofón, se han desarrollado dos formulaciones de productos para alimentación de animales de compañía que contienen larvas procesadas en su composición y, para un futuro próximo, ya se está valorando la inclusión de harina de insectos en la dieta de gallinas ponedoras y estimar sus efectos sobre la calidad del huevo: se estudiarán dos grupos de gallinas, unas alimentadas con pienso preparado con insectos y otras con uno convencional, para averiguar el efecto de esta dieta en la calidad y cantidad de los huevos.

El proyecto


Título Proyecto de cooperación regional ECIPA: ‘Evaluación del Potencial de la Cría de Insectos como: a) fuente de Proteína Alternativa y sostenible y b) biodigestores de residuos agroalimentarios’.
Financiación El proyecto ha contado con un presupuesto de 118.750 euros, de los que el Gobierno de Aragón, a partir del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural: Europa invierte en Zonas Rurales, ha aportado una gran parte.
Periodo de ejecución Junio de 2018 a octubre de 2020.
Consorcio Insectopia2050 S.L. (coordinador), Federación Aragonesa de Cooperativas Agrarias, Fundación AITIIP, Asociación de Industrias de Alimentación y Bebidas de Aragón e Instituto Agroalimentario de Aragón (IA2-Unizar/CITA).

¿Por qué buscamos proteína alternativa?

La demanda de proteínas de origen animal, que actualmente supone un 40% de la ingestión proteica, se incrementará en las próximas décadas para satisfacer el aumento de la población mundial. Se estima que pasaremos de un consumo de carne de 258 millones de toneladas en 2007 a 455 millones en 2050. La alimentación de los animales que satisfagan esa demanda requiere fuentes de proteína de bajo coste, de producción rápida y sostenibles. Producir proteína vegetal para alimentar al ganado exige grandes extensiones de terreno y de agua, y a menudo depende de fuentes externas a la UE y sometidas a los cambios de mercado. Por ello, se presenta como una alternativa muy atractiva la producción de insectos, que se puede concentrar en pequeñas superficies, requiere muy poco gasto en agua y puede aprovechar residuos agroalimentarios y domésticos.

¿Cómo se reaprovechan subproductos y residuos?

La producción de insectos puede aprovechar como recurso alimentario para criarlos subproductos y residuos agroindustriales y domésticos vegetales; por ahora está prohibido el aprovechamiento de residuos de origen animal. Se ha documentado la cría de distintas especies de insectos con derivados del procesado de cereales o de residuos de las industrias panificadoras, oleícolas, de transformación de alimentos y de cosecha de frutas y hortalizas. Aunque de momento no está permitido por la legislación de la UE, se espera que próximamente se permita la utilización de residuos domésticos y de la producción animal, como estiércoles, residuos de matadero o restos de pescado. La utilización de este tipo de ingredientes abarata costes de producción y reduce la contaminación ambiental y los costes de reciclado.

Por ahora, la UE permite la utilización como alimento para animales de siete especies de insectos: larvas de mosca común y mosca soldado negra y de dos especies de escarabajos, y ninfas de tres especies de grillos.

¿De dónde viene el rechazo a comer insectos?

Aunque este proyecto se orienta a la producción de alimentos para el ganado, distintas culturas a nivel mundial consumen secularmente más de 2.000 especies de insectos, fundamentalmente en África, Asia y Centro y Sudamérica. En España, a pesar de ser habitual el consumo de otros invertebrados no muy atractivos como caracoles, percebes, navajas, etc., no existe una cultura de consumo de insectos. Por eso aparece cierto rechazo, que tiene carácter subjetivo. Así lo demostró un estudio realizado en la Facultad de Veterinaria de Zaragoza por la empresa Bit Brain, en el que no se detectó ninguna reacción negativa al consumo de productos de insectos integrados en alimentos procesados, pero se observó una reacción emocional cuando los insectos eran visibles. No obstante, el 96% de los participantes en la prueba probaron las larvas visibles.

Manuel Fondevila catedrático de Producción Animal- IA2

Esta sección se realiza en colaboración con la Unidad de Cultura Científica de la Universidad de Zaragoza

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