Heraldo del Campo

entrevista

"El seguro agrario es cada vez más útil precisamente por el cambio climático"

Ignacio Machetti, presidente de Agroseguro, destaca el compromiso de futuro de un sistema de seguros que tiene que ser "sostenible y adaptable".

Ignacio Machetti, presidente de Agroseguro.
Ignacio Machetti, presidente de Agroseguro.
Agroseguro

El pasado junio la junta general de accionistas aprobó las cuentas de Agroseguro. ¿Cómo fueron las cifras de 2019?

La junta de accionistas estaba prevista para marzo, como es habitual, pero la declaración del estado de alarma nos obligó a retrasarla. 2019 cerró con un resultado positivo de 21,55 millones de euros, después de dos ejercicios seguidos con resultados negativos. Con casi 400.000 pólizas contratadas, el crecimiento fue del 3,76%. En lo que se refiere a la siniestralidad, en 2019 se alcanzaron los 641 millones de euros, un 13,57% menos que en 2018, el segundo peor de la historia porque se han registrado todo tipo de fenómenos: heladas, tormentas de pedrisco (cada vez más frecuentes y tempranas), e incluso sequía en algunos territorios.

Y este año, ¿por dónde van las previsiones?

La evolución del año 2020 es positiva hasta el momento. El número de pólizas a nivel nacional crece un 7%. En Aragón aumenta un 5% y superamos las 30.000 actualmente. En esta Comunidad, el incremento del aseguramiento del cereal de invierno ha elevado la superficie asegurada casi un 20% y ya superamos las 650.000 hectáreas. El valor de la producción protegida por el seguro agrario ahora mismo es superior a los 3.500 millones de euros, un 12% más que en el año anterior. Con un aumento en primas que de momento estimamos en el entorno del 2% y con una siniestralidad algo más moderada, las perspectivas nos hacen ser optimistas, aunque quedan dos meses por delante con riesgo elevado.

En este 2020 tan anómalo también ha sido atípica la climatología, con fuertes afecciones en Aragón.

Así es. En Aragón las tormentas de pedrisco son lo que más nos ha afectado. En total, la Comunidad acumula indemnizaciones en las líneas agrarias por valor de 42,5 millones de euros (a lo que habría que añadir las indemnizaciones de las líneas pecuarias), de los cuales más de 30 millones corresponden a daños ocasionados por pedriscos. La fruta aragonesa es la que más afectada se ha visto, con más de 20 millones de euros, sobre todo en melocotón. También ha habido daños por lluvias, inundaciones, los ocasionados por la fauna y algo de helada, superando los 10 millones de euros entre los cuatro riesgos. Pero este año la sequía no ha sido un gran problema en general.

¿Cómo se preparan el seguro agrario para hacer frente a los efectos del cambio climático?

El seguro agrario es cada vez más útil precisamente por esa tendencia. Pero será imprescindible ir adaptándonos tanto al comportamiento climático como a la incidencia que el mismo vaya teniendo en las prácticas de agricultores y ganaderos. Todos los participantes en el sistema -administraciones públicas, organizaciones agrarias y aseguradoras- estamos comprometidos en un análisis continuo de la evolución y en la búsqueda de fórmulas equilibradas para garantizar el futuro del seguro agrario. Es importante mantener un sistema de seguros sostenible y adaptable.

¿Cómo han afectado las restricciones impuestas por la pandemia? ¿Ha acelerado la crisis sanitaria su digitalización?

Ya hace años que Agroseguro viene apostando por la innovación y las nuevas tecnologías, pero el estado de alarma sí ha servido como test y hemos hecho un esfuerzo por utilizar el teletrabajo de forma generalizada. Estamos muy satisfechos, pues hemos mantenido intacta nuestra capacidad de gestión, tanto en los procesos de suscripción de pólizas (se han formalizado 175.000 pólizas durante el confinamiento) como en los de tramitación de siniestros, donde hemos implantado una nueva herramienta para que los peritos envíen telemáticamente y en tiempo real los resultados de sus valoraciones y donde también hemos impulsado la teleperitación. Así, pudimos gestionar 420.000 siniestros en total, con un valor de indemnización superior a los 235 millones de euros, que fueron abonadas en tiempo y forma.

El seguro agrario ha cumplido 40 años. ¿Cómo ha evolucionado en Aragón?

La evolución de los seguros agrarios en los últimos años en Aragón se caracteriza por una contratación estable en la que destaca el ejercicio 2017, año en el que se produjo un significativo incremento y se superaron los 4 millones de toneladas de producción asegurada. La producción asegurada media durante el período 2015-2019 se sitúa en torno a los 3,76 millones de toneladas y el capital asegurado medio en 1.137,02 millones de euros. En cuanto a la evolución de los siniestros, en los últimos años el pedrisco, la sequía y las helada son los riesgos que más han afectado a los cultivos en Aragón.

Es ahora momento de contratar los seguros a los herbáceos, uva de vino, olivar y frutos secos, cultivos muy importantes en Aragón y las líneas de seguro más destacadas del sistema. ¿Hay novedades?

En efecto, ahora están en contratación líneas muy relevantes en el seguro agrario; de hecho, el 30% del total de la contratación anual se concentra en el último trimestre del año. Este año no presentan grandes novedades y son fundamentalmente una continuación de año anterior y las variaciones son muy puntuales de un cultivo o ámbito en concreto. En esta campaña destacaría que, en el seguro de cultivos herbáceos extensivos, Agroseguro concede de nuevo una bonificación del 5% para los agricultores que hayan contratado el seguro en la anterior cosecha (módulos 1 o 2 en secano) y ahora lo renueven en las condiciones que marca esta línea de seguro. En el caso concreto de Aragón, los cerealistas tienen hasta el 15 de noviembre para beneficiarse de este descuento. El pasado año, el 70% de los agricultores que aseguraron su producción de cultivos herbáceos a nivel nacional se beneficiaron de esta bonificación.

¿A qué retos se enfrenta Agroseguro? ¿Trabaja en alguna línea innovadora para hacer frente a esos desafíos?

Por supuesto, nos proponemos continuar adaptándonos a lo que el sector agrario demande, pues en esta actividad de continuo aparecen nuevas producciones, mercados y necesidades. Pero es que además los riesgos también cambian y en los últimos años los efectos del cambio climático empiezan a ser manifiestos, como ya hemos comentado. La otra gran línea de trabajo, en los últimos tiempos de forma acelerada, es la digitalización y la adaptación a las nuevas tecnologías en todas las áreas.

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