entrevista

"Aragón puede liderar el biocombustible para la aviación"

Jesús Arauzo, catedrático de Ingeniería Química  (Zaragoza, 1958), facilitó que Boeing se interesase por la posibilidad de producir bioqueroseno en la comunidad aragonesa

El catedreático de Ingeniería Química, Jesús Arauzo, en un laboratorio de investigación de la Universidad de Zaragoza.
El catedreático de Ingeniería Química, Jesús Arauzo, en un laboratorio de investigación de la Universidad de Zaragoza.
Toni Galán

La multinacional Boeing se ha interesado por Aragón para el bioqueroseno. ¿Por qué?

Yo creo que en Aragón se dan las condiciones idóneas para desarrollar toda la cadena de valor, desde la materia prima hasta el biocombustible, de forma sostenible en lo medioambiental y económicamente. Como región europea representamos un modelo energético muy atractivo. Además, contamos con tres aeropuertos y dos de ellos muy relevantes en su actividad comercial.

¿Qué escenario han visto aquí para aterrizar los americanos?

En primer lugar, poseemos un sector agrícola y ganadero relevante, que puede suministrar la materia prima para los procesos de producción. Poseemos un magnífico capital humano, en todos los niveles y muy bien formado en el sector energético. Aragón es líder en las tecnologías del hidrógeno y este aspecto es importante dado que es necesario para los procesos de producción. Nuestra posición geográfica permite el desarrollo de forma transversal del mercado para liderar el biocombustible para aviación. El escenario aragonés se podría decir que es el ideal.

Los aviones van a tener que reducir emisiones a partir de 2030.

El sector de la aviación viene reduciendo sus emisiones de forma muy relevante. En este año se estima que la tasa de crecimiento de las emisiones de CO2 será del 0%, con un objetivo de reducción del 50% para 2050 en relación con 2005. Los biocombustibles son una pieza clave en esta estrategia. De ahí la necesidad de su desarrollo de forma sostenible y a gran escala. Boeing busca crear un modelo de estrategia regional que se pueda replicar. Esa es la importancia de la iniciativa.

Lleva mucho tiempo detrás del proyecto y el Gobierno de Aragón parece que ahora les apoya.

Sí, son casi cuatro años trabajando en un proyecto que surgió de la necesidad de transferir nuestra investigación, y de la observación; necesidad social de buscar alternativas a la central térmica de Andorra, el futuro de los biocombustibles para aviación, auge del aeropuerto de Teruel, importancia del sector agrícola y porcino, etc. Estamos muy agradecidos por la receptividad que siempre hemos tenido en el Gobierno de Aragón, tanto del presidente como de Pilar Alegría, Fernando Beltrán y ahora de Arturo Aliaga.

¿Cómo se llega hasta aquí desde la Universidad de Zaragoza?

Con la cooperación y generosidad de muchos investigadores, desde el propio rector, que desde sus inicios ha acompañado de forma muy activa la idea, del I3A y con la generosidad del Grupo de Procesos Termoquímicos.

Esto parece un puzle al que se suman muchas empresas.

Si, está claro, el puzle se ha ido montando poco a poco. Hay piezas clave en este proceso, como mi compañero Juanjo Alba, ‘alma mater’ de la conexión con Boeing, BP, Aena, CLH, los directores de los aeropuertos de Zaragoza y Teruel. Queda un largo recorrido, pero tenemos la ventaja de estar en una tierra generosa.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión