Las cuentas del Estado mantienen las obras iniciadas, pero ralentizan nuevos proyectos

Los 40 kilómetros pendientes de las autovías del Pirineo tendrán que esperar. Soro considera que el presupuesto debe responder a las "necesidades sociales".

Obras entre Campo y Seira en la N-260/24-09-2020/Foto. Rafael Gobantes [[[FOTOGRAFOS]]] [[[HA ARCHIVO]]]
Obras entre Campo y Seira en la carretera nacional N-260
Rafael Gobantes

Continuidad para las infraestructuras ya iniciadas, obras que se postergan más de lo deseado y exiguas partidas para impulsar nuevos proyectos. Son las premisas con las que se ha diseñado la inversión en Aragón en el proyecto de Presupuestos Generales delEstado (PGE). El Ministerio de Transportes no iniciará obras en nuevos tramos de las autovías del Pirineo en 2021 (A-21 y A-23). Hay partidas para continuar los trabajos empezados, pero los 40 kilómetros pendientes tendrán que seguir esperando. El consejero de Vertebración, José Luis Soro, reconoce que "en Aragón nunca podremos estar realmente satisfechos con la inversión porque arrastramos un déficit inversor de décadas, existe una deuda histórica muy importante y obras fundamentales que todavía no han sido llevadas a cabo". Sostiene, a pesar de ello, que el proyecto de ley de los PGE "refleja en gran medida las reivindicaciones de Aragón, algunas con partidas presupuestarias más pequeñas pero destinadas a la redacción de proyectos, los estudios informativos". "Eso es importante porque es el primer paso para que las obras se puedan ejecutar", argumenta.

Continuarán en Zaragoza las obras en la A-68, con 20 millones para el tramo Gallur-Mallén este año (otros 16,3 para el siguiente) y 4,7 millones en el que une Figueruelas y Mallén. En la N-232 hacia Alcañiz se destinan 21,3 millones a la futura A-68 entre El Burgo y Fuentes de Ebro, cuyo fin de obra se proyecta para 2024. El resto, salvo el estudio del tramo El Burgo-Quinto, tendrá que esperar.

Soro insiste en que, además de la inversión prevista, "es muy importante el nivel de ejecución de los presupuestos". Aunque la inversión en Aragón se queda en 534 millones, en un proyecto donde se dispara el techo de gasto un 50% (hasta 16.000 millones de euros), advierte que "no podemos obviar la necesidad de un presupuesto que responda a las necesidades sociales que son imprescindibles en estos momentos". "Entendemos que la inversión en infraestructuras es un elemento más que dinamiza la economía y genera empleo, pero la gran apuesta de todos los gobiernos en estos momentos debe ser reforzar y aumentar el gasto social para garantizar los servicios públicos", justifica.

Pero lo cierto es que en la A-23 (Huesca-Jaca) va a continuar el tapón que genera los habituales atascos en fechas de elevada circulación. La autovía se interrumpe al llegar a Lanave y los escasos 9 kilómetros hasta Sabiñánigo apenas cuentan con una consignación de 100.000 euros, insuficientes para iniciar obras. Como máximo se podría licitar, si el Gobierno tiene voluntad de eliminar a corto plazo el cuello de botella entre la autovía y la carretera convencional. Sí están iniciados los trabajos en la variante (Sabiñánigo Este-Sabiñánigo Oeste): el grueso del presupuesto se ejecutará en 2022 y finalizará al siguiente ejercicio.

Cuello de botella en Lanave, donde no ha llegado la autovía A-23.
Cuello de botella en Lanave, donde no ha llegado la autovía A-23.
Rafael Gobantes

El estrangulamiento se repite en la A-21 (Jaca-Pamplona), donde quedan pendientes 26 km. Aunque ya está en obras el tramo Sigüés-Tiermas, su finalización, prevista para el verano de 2021, se aplaza al 2022, y ni siquiera están licitados otros dos, el de Puente La Reina al límite con la provincia de Zaragoza y la variante de Jaca. En ambos, solo existe una partida de 100.000 euros para el próximo año que apenas permite iniciar el proceso de licitación.

Otra vía de comunicación importante en el norte de la provincia de Huesca es el Eje Pirenaico (N-260). Ya han empezado las esperadas obras entre el congosto del Ventamillo y Campo, pero no hay manera de arrancar las del Túnel de Baluport a Fiscal, donde de nuevo aparecen los simbólicos 100.000 euros. Este trazado, plagado de curvas, se demoró por el proyecto del embalse de Jánovas, pero esta hipoteca hace años que se levantó.

Los PGE tampoco traen buenas noticias sobre la autovía Huesca-Lérida. El último tramo pendiente, Huesca-Siétamo, está en obras, pero el reparto plurianual de la inversión relega la finalización al 2023, cuando la previsión era acabar en septiembre del 2021.

Estudios en Teruel

Los PGE en Teruel contienen la previsión de realizar varios estudios para retomar planes de infraestructuras caídas en el olvido, pero en lo que se refiere a ejecuciones de obra en carreteras solo contemplan la variante de Alcorisa, ya en marcha y a la que destina 12 millones. El documento menciona la redacción de proyectos de la A-68 en las cercanías de Alcañiz y entre Valdealgorfa y Vinaroz, pero estos tramos no empezarán a contar con cuantías efectivas hasta 2024, cuando recibirán de las cuentas estatales dos millones de euros cada tramo. Incluye también el encargo del estudio informativo de la A-25 entre Monreal del Campo y Alcolea del Pinar y pequeñas cantidades para los estudios informativos de la A-40 entre Cuenca y Teruel, las variantes de la N-211 y la N-420 en Montalbán, Calanda, Utrillas y La Mata de los Olmos, pero su ejecución se pospone hasta 2024.

La mejora del ferrocarril se lleva 57,7 millones de euros para seguir avanzando en la electrificación, la realización de apartaderos y el cambio de traviesas, pero la obra más demandada, la conversión en doble vía de altas prestaciones de la línea Zaragoza-Teruel-Sagunto, sigue sin ser incluida en las partidas presupuestarias, más allá de pequeñas cuantías con las que reanudar la tramitación.

LO PEOR

1. Autovía Zaragoza-Alcañiz. No habrá ejecución de obra hasta 2024 en los tramos de la autovía A-68 que discurren por la provincia de Teruel, y que suponen uno de los proyectos más demandados por la población para impulsar su desarrollo económico. Con todo, la inversión prevista para 2024 en esta carretera será solo un 2% del coste total. Tampoco figura la conversión en doble vía del ferrocarril Zaragoza-Teruel-Sagunto, pues al estar bloqueada la tramitación hay que retomar los estudios informativos.

AP 2. SUBIDA PRECIO PEAJES. AREA PEAJE DE PINA / 29-07-2012 / FOTO: GUILLERMO MESTRE [[[HA ARCHIVO]]]
Peaje de la AP-2.
Guillermo Mestre

2. Cuello de botella en las autovías. No se inician obras en nuevos tramos de las autovías del Pirineo, de manera que los cuellos de botella de la A-21 y la A-23 se mantendrán. Habrá que seguir varios años soportando atascos los fines de semana a la altura de Lanave, donde la vía de alta capacidad pasa a ser otra vez una carretera convencional. El tramo que completaría el puerto de Monrepós solo cuenta con partidas simbólicas para el próximo año.

3. Las autopistas. El proyecto de Presupuestos Generales del Estado solo recoge tres partidas de 100.000 euros para impulsar estudios para acometer actuaciones en la autopista Vasco-Aragonesa, AP-68, y del Mediterráneo, AP-2. La concesión de esta última finaliza en agosto de 2021, y el Gobierno aragonés confía en que se confirme la liberalización del tramo que discurre entre Alfajarín y Fraga, que permitirá reducir la siniestralidad en la N-II, y que se ejecuten los accesos desde Peñalba y Candasnos.

LO MEJOR

1. A-68. Al fin figura en los presupuestos una partida suficiente para ejecutar la transformación en autovía de la N-232.El primer tramo en ejecución será el que discurre entre El Burgo de Ebro y Fuentes de Ebro, un tramo de 17,4 kilómetros para el que se han presupuestado 21,3 millones en 2021; 20,1 millones en 2022, 24,4 millones en 2023 y 6,3 millones en 2024. También se adjudicará el proyecto del tramo Quinto-Fuentes.

Obras en la vía en La Puebla de Valverde
Obras en la vía en La Puebla de Valverde
J. E.

2. Obras entre Campo y el valle de Benasque. La buena noticia de este año ha sido el inicio de las reivindicadas obras para mejorar el acceso al valle de Benasque, en la N-260 (Eje Pirenaico), una actuación presupuestada en 37 millones de euros. El plan plurianual se reparte entre 2020 y 2024, con el grueso de los trabajos en 2022 (13,6) y 2023 (9,1).

Cuello de botella en Lanave. rafael gobantes

3. Reparación de la vía entre Zaragoza, Teruel y Sagunto. Las obras de mejora del ferrocarril en Teruel, ya en marcha, se llevan buena parte del presupuesto inversor, 57,7 millones de euros. La cuantía permitirá avanzar en la sustitución de traviesas, la construcción de apartaderos para trenes de más de 750 metros y la electrificación de la línea, paso imprescindible para dotarla de altas prestaciones.

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