"En los últimos años, se han generado nuevos conocimientos que han hecho posible mejorar muchos aspectos de la gestión y la producción del cultivo de la alfalfa. Y era necesario poner a disposición de los técnicos y agricultores esta información de una forma práctica y útil". De esta manera explica Eva Núñez, investigadora del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) y coautora del libro ‘La alfalfa. Agronomía y utilización’, la razón por la que un grupo de investigadores decidió poner en marcha este trabajo, editado por la Universidad de Lérida y el CITA y que recientemente ha ganado el premio del Libro Agrario de la Feria de San Miguel en la capital leridana.

Jaume Lloveras, catedrático del departamento de Producción Vegetal de la Universidad de Lérida, e Ignacio Delgado, ex investigador de la Unidad de Producción y Sanidad Animal del CITA, llevaban unos años dándole vueltas a la necesidad de actualizar la información publicada sobre el cultivo de la alfalfa en nuestro país. Y al final, los contenidos de este libro han salido de la pluma de trece profesionales, que han tenido y tienen vinculación con este cultivo. Investigadores, profesores o técnicos del CITA, del Departamento de Agricultura del Gobierno de Cataluña, del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) y de la Asociación Española de Fabricantes de Alfalfa Deshidratada, que quieren que este trabajo sea sobre todo muy práctico. "Siempre es una satisfacción recibir este tipo de reconocimientos pero la mayor satisfacción será que los agricultores y técnicos que trabajan en el sector encuentren el libro útil", apunta Núñez.

Todos ellos están convencidos de que "tanto desde el punto de vista económico como medioambiental, la alfalfa es un cultivo con un gran potencial de futuro, aunque será necesario seguir mejorando en muchos aspectos para garantizar su viabilidad a largo plazo", matiza.

En este sentido, la investigadora considera que "la biotecnología, la mejora genética y la agricultura de precisión pueden ser herramientas claves para introducir mejoras que garanticen el futuro del cultivo y que permitan reducir el consumo de agua y aumentar su eficiencia".

Además, la creciente preocupación por el desarrollo sostenible puede "favorecer y potenciar el cultivo de la alfalfa, dadas sus numerosas ventajas medioambientales, entre las que se cuenta el ser considerado una fuente de biodiversidad en el ecosistema agrícola por la gran diversidad de organismos que utilizan el cultivo como hábitat", concluye Eva Núñez.