En apenas una semana, el Consejo Agrícola de la UE y el Europarlamento han dado el visto bueno a sus propuestas de reforma de la PAC. Los gobiernos de los estados miembros lo hacían, a través de los ministros de Agricultura, el pasado miércoles, cuando tras 42 horas de intensa negociación veía la luz un acuerdo con grandes trazos verdes. De hecho, el Consejo propone que del montante de las ayudas directas se destine un 60% a las ayudas base a la renta y un 20% a los ecoesquemas, incentivos a medidas que protejan el medio ambiente y el clima. Dado que el acceso a estas ayudas es voluntario para los agricultores, esta propuesta incluye que en 2023 y 2024 este fondo pueda destinarse a pago básico para que no se pierda si no se ha utilizado.

Si verde es la propuesta del Consejo, mayor tinte ecológico es la aprobada este viernes por el Parlamento europeo, que recoge, entre otros aspectos, que el porcentaje de presupuesto destinado a los ecoesquemas se eleve al 30%. Además, y prueba de su mayor apuesta por lo medioambiental, los europarlamentarios han acordado dedicar el 35% del presupuesto de desarrollo rural a medidas medioambientales y relacionadas con el clima así como destinar el 10% de las tierras a elementos paisajísticos (setos, zonas de arboleda no productiva, estanques...) que sean beneficiosos para la biodiversidad.

Con todas las propuestas sobre la mesa en unas semanas podrían comenzar los trílogos, en los que la negociación se prevé larga, por las notables diferencias, de los que saldrá la definitiva reforma de la PAC.