125 HISTORIAS HERALDO DE ARAGÓN

Del adiestramiento de animales a las competiciones deportivas: la moda del 'agility'

Apenas quedan academias de animales en Zaragoza, pero a través de varias asociaciones se han ido abriendo paso nuevas disciplinas. 

En Zaragoza hubo una academia de canto para los canarios
En Zaragoza hubo una academia de canto para los canarios
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Canicross, pastoreo, ‘agility’... Hoy en día conviven una gran variedad de modalidades de adiestramiento canino a través de las cuales el animal y su dueño, convertidos en mejores amigos, refuerzan su conexión y su vínculo. Lo cuenta Arturo Briceño, entrenador y padre de la campeona de España Carmen Briceño. Esta joven estudiante de Veterinaria debutó en esta disciplina hace varios años, siendo hoy un referente en Aragón en esta modalidad deportiva que se practica con animales.

"Existen dos tipos de adiestramiento: el adiestramiento social, para que el perro sea social y se comporte bien o el adiestramiento deportivo, que tiene como modalidad principal el ‘agility’", explica Briceño.

En Zaragoza capital, hay varios emplazamientos donde se enseña y se practica el adiestramiento canino. "Más que academias de animales son asociaciones. Si hablamos de adiestramiento canino está más enfocado a la obediencia, a que los perros sean buenos y sociales, a que se sienten y vayan contigo, a que no sean agresivos… El ‘agility’ también es un adiestramiento pero enfocado al deporte, y por medio de este se crea un vínculo muy especial con el animal", subraya Briceño.

El ‘boom’ de esta disciplina en Zaragoza tuvo lugar entre 2012 y 2014, "un poquito antes del Mundial" que se disputó en la capital aragonesa.

"En otros países está mucho más implantado que en España. Aquí no se llegará a las 1.500 licencias, pero en el resto de Europa hay países como Alemania o los países nórdicos que superan las 40.000 y las 30.000 licencias, respectivamente", señala Briceño.

En España, esta modalidad se incorporó recientemente como deporte dentro de la Federación Española de Caza, que ya ha disputado varios campeonatos a nivel nacional tras ser reconocido el ‘agility’ por el Consejo Superior de Deportes. "Aquí ya hemos superado las 1.500 licencias y los tres campeonatos de España que ha habido los ha ganado Zaragoza con Carmen", cuenta orgulloso su padre.

En la actualidad, esta joven aragonesa que está terminando sus estudios de Veterinaria es ya un referente en Aragón en esta modalidad deportiva a nivel nacional e internacional. "En Aragón hay muy bien nivel. El adiestramiento canino, en la modalidad de ‘agility’, es hoy lo que está más de moda en los perros. Como tampoco está regulado, no podemos decir que existan academias. Lo más parecido a eso sería el adiestramiento canino, y en esta línea conviven asociaciones dirigidas a gente de la calle con el mundo de la competición a nivel internacional", diferencia Briceño.

En este último ámbito, la mayoría de los perros que compiten son border collie, aunque en la categoría de canes pequeños entre un 60 y un 70% son shetland. "Para competir y entrenar, necesitamos que haya una conexión con el animal porque va completamente suelto, y eso lo podemos extrapolar no solo a la competición. Hacemos perros más educados en el resto de la vida cotidiana", subraya Briceño.

David Molina y Carmen Briceño, campeones de España de ‘agility’ en 2015
David Molina y Carmen Briceño, campeones de España de ‘agility’ en 2015
Asier Alcorta/Archivo Heraldo

Clases de canto para canarios

Cuenta el periodista Emilio Colás Laguía que el canario es un animalito sociable en extremo, capaz de conocer a las personas que le rodean y hasta de sentir cariño hacia ellas. "Alegra el tedio del claustro, la tristeza de las penitenciarías o las casas de salud, lleva su alegría a las almas inocentes", describe este cronista en un reportaje publicado en este diario en los años 30. Varios siglos antes de que la cría del canario se generalizara por toda Europa, esta especie, original de Canarias, llegó a alcanzar tanto precio que solamente personas de gran posición podían adquirirlos. "Se les conocía entonces con el almibarado nombre de pájaros de azúcar, por creer que solo se alimentaban de la caña del dulce jugo. Y fue allá por el siglo XV cuando comenzó a conocerse en Europa este pajarillo. Conrado Terner fue el primer autor que se ocupó de ellos, escribiendo algo sobre esta materia en el año 1551", según recoge HERALDO en su edición del 7 de julio de 1931.

A juicio de los ornitólogos de la época, en un principio costó gran trabajo obtener la reproducción de la especie porque se ignoraban los cuidados necesarios; pero bien pronto la cría se generalizó y dio lugar a que estos pajarillos tuvieran la primera academia para perfeccionar su canto en la capital aragonesa. La educación del canario, explicaba este cronista, es relativamente fácil. "Es más, se le educa con alegría por la satisfacción que produce ver que abandona su canto natural para prestarse a seguir la armonía de nuestra voz y de los instrumentos que pongamos a su alcance, como si quisiera devolvernos mucho más de lo que le podemos dar".

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