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Arrecian las críticas por la tramitación del Ingreso Mínimo Vital

Cáritas decide abrir una ‘oficina’ propia para ayudar a quienes tienen menos recursos.

El número de atenciones en Cáritas se han disparado por la pandemia.
El número de atenciones en Cáritas se han disparado por la pandemia.
Heraldo

La tramitación del ingreso mínimo vital (IMV), una medida aplaudida por las entidades sociales y calificada de "necesaria" y "positiva", ha terminado convirtiéndose en "una verdadera carrera de obstáculos". Tanto es así que organizaciones como Cáritas, conscientes de las "verdaderas dificultades" que está suponiendo para muchas familias, han decidido abrir una ‘oficina’ propia para ayudar a quienes tienen menos recursos.

"El acceso no está siendo fácil para ningún ciudadano, y mucho menos para aquellas personas que no tienen competencias o herramientas para poder solicitarlo. Hay familias que ni siquiera tienen conexión a internet y que estaban recurriendo a locutorios y gestorías que les cobraban por este servicio", señaló Cristina García, secretaria general de Caritas Diocesana de Zaragoza.

Tan solo 3.417 del total de 23.547 hogares que han solicitado hasta el momento esta renta básica la tienen ya aprobada, según los datos dados a conocer este pasado viernes por el Ministerio de Inclusión. Además, se han rechazado 5.120 y otras 733 se han depurado porque estaban duplicadas o vacías.

Ante estas cifras, la presidenta del Colegio Profesional de Trabajo Social de Aragón, Cristina Sola, reconoció que la tramitación "se ha agilizado algo", pero no suficiente. "Estamos hablando de una prestación que es para cubrir unas necesidades básicas, de la última red que tienen estas personas para poder comer todos los días", recalcó.

Sola afirmó que desde la delegación de Zaragoza del Instituto de la Seguridad Social (INSS) existe una "actitud colaborativa" para solventar los problemas que surgen. De hecho, se ha creado una comisión técnica entre el INSS y el Colegio para tratar dudas e inconvenientes que surgen.

Además de una "burocratización excesiva", Sola señaló como otra dificultad que no se contemple que en una vivienda puedan residir más de una familia, "algo normal entre sectores desfavorecidos". Otro obstáculo se da con los permisos de residencia y trabajo de los extranjeros.

Un colectivo que preocupa son las personas que no pueden acceder al Ingreso Aragonés de Inserción (IAI), que desde el 1 de junio no se puede solicitar al ponerse en marcha el IMV, y tampoco cobran todavía esta última renta básica. Un número de afectados difícil de cifrar. Desde el Departamento de Ciudadanía y Servicios Sociales recuerdan que tanto el IAI como la Ayuda de Integración Familiar se siguen abonando hasta que el beneficiario percibe el Ingreso Mínimo. De hecho, en septiembre hubo 6.468 perceptores del IAI y 2.509 de las ayudas de integración familiar.

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