Ramón Celma y Gerardo Oliván serán los presidentes provinciales del PP en Zaragoza y Huesca

Cuentan con el respaldo del partido para su designación en los congresos convocados los días 14 y 15 de noviembre. Joaquín Juste seguirá al frente de Teruel y su reelección aún no tiene fecha.

Ramón Celma (izda.) y Gerardo Oliván.
Ramón Celma (izda.) y Gerardo Oliván.
Heraldo

La ejecutiva nacional del PP ha dado instrucciones para acometer una profunda renovación orgánica en las direcciones provinciales y Aragón no va a ser una excepción. El primer paso se dio ayer oficialmente en las juntas directivas de Zaragoza y Huesca con la convocatoria de los congresos para los días 14 y 15 de noviembre, en los que Javier Campoy y José Antonio Lagüéns pasarán el testigo a los dos elegidos por el partido, el diputado autonómico Ramón Celma y el edil oscense y portavoz en la Diputación Provincial de Huesca (DPH), Gerardo Oliván, respectivamente. La decisión generó malestar entre varios miembros de la directiva de Zaragoza, que tomaron la palabra para criticar "las formas de Madrid" y que se dé todo por hecho.

La excepción será Teruel, donde Joaquín Juste seguirá al frente otro cuatro años al contar con el respaldo cerrado de la provincia y el beneplácito de Génova. En su caso, su reelección aún no tiene fecha, ya que en Madrid no corre prisa y se quiere ir ‘trufando’ congresos provinciales de distintos territorios.

Tanto Ramón Celma como Gerardo Oliván optaron ayer por guardar silencio, aunque el primero no esperará a lanzar su candidatura y hoy oficializará su campaña para la recogida de avales tras dos meses de intenso trabajo en la sombra. No tendrá ningún problema para lograrlos porque, se hable con quien se hable en la formación conservadora, cuenta con el beneplácito de todos los actores implicados. "No hay nadie que lo discuta y será el próximo presidente provincial al ciento por ciento", indicaron ayer dos dirigentes autonómicos.

Para empezar, Celma es una persona de la absoluta confianza de la ejecutiva nacional. Es de los pocos en Aragón que tiene verdadero hilo directo con el secretario general, Teodoro García Egea, además de formar parte del estrecho equipo de colaboradores del vicesecretario de Política Territorial, Antonio González Terol.

El presidente regional, Luis María Beamonte, no puso ningún reparo cuando le trasladaron las directrices de renovación, dado que su relación con el presidente saliente en Zaragoza, Javier Campoy, estaba más que deteriorada tras haber sido una de las personas de su máxima confianza y con Celma es fluida.

El diputado autonómico también cuenta con el beneplácito de la persona que, a día de hoy, tiene más peso en el PP-Aragón, el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón. Y no hay que olvidar que Celma sustituyó en su día al frente de Nuevas Generaciones al actual diputado nacional Pedro Navarro, uno de los más próximos a Azcón y del círculo de confianza del líder nacional, Pablo Casado. De hecho, se llegó a barajar en un primer momento que él sustituyera a Campoy, pero se descartó porque, además, hubiera requerido hacer una excepción porque los estatutos del PP prohíben que los diputados nacionales sean presidentes provinciales.

Por si fuera poco, el portavoz en la Diputación de Zaragoza, Paco Artajona, está dispuesto a respaldar una candidatura de unidad si se cuenta con el territorio y con el equipo de la DPZ. Esto no será un problema, dado que Celma, como portavoz de Agricultura en las Cortes, ha dado siempre importancia al medio rural que tanto defiende su compañero provincial.

Consciente de todas estas claves, Campoy se adelantó y la semana pasada ya anunció públicamente que dejaba la dirección provincial, pero Lagüéns se esperó a trasladarla oficialmente ayer por la tarde a la junta directiva provincial. El también diputado autonómico manifestó que Beamonte le ha pedido que se centre en la política autonómica, para lo que se hará cargo de una vicesecretaría de coordinación territorial, de nueva creación.

Cargo para Lagüéns

Este será el premio a su fidelidad pese a que la situación en Huesca es insostenible, con la provincia dividida. "Es una casa de locos y no se trabaja en equipo", aseveraron tanto un alto cargo de Aragón como varios responsables oscenses.

La persona que le sustituirá, Gerardo Oliván, no goza del mismo respaldo orgánico en su provincia que Celma en la de Zaragoza, pero es incontestable que es el elegido por Beamonte y hasta sus detractores asumen que será el sucesor pese a que en Génova ven con buenos ojos al alcalde de Monzón, Isaac Claver. "Es joven y preparado y está llamado a jugar un papel relevante, pero gobierna en minoría y tiene que reafirmarse primero como alcalde", indicaron tres cargos públicos.

Mientras tanto, la única incógnita en Teruel es saber cuándo se reelegirá a Joaquín Juste como presidente provincial tras haberse barajado en un primer momento el 15 de noviembre y posteriormente el 21. Cuenta con el respaldo de la alcaldesa de Teruel, Emma Buj, y del diputado nacional, Alberto Herrero, las dos personas de referencia en la provincia, junto con los alcaldes de Alcorisa y Monreal, Miguel Iranzo y Carlos Redón, respectivamente. "No tengo ningún problema en continuar, pero estoy a lo que diga el partido", señaló.

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