Covid-19

Incertidumbre en La Almunia tras el anuncio de que quedará confinada

Vecinos, negocios y autoridades de la capital de Valdejalón esperaban esta decisión por el diagnóstico sostenido de casos. Ejea retoma la movilidad, pero seguirá en fase 2.

Las calles de La Almunia, ayer horas después de anunciarse el confinamiento perimetral
Las calles de La Almunia, ayer horas después de anunciarse el confinamiento perimetral
Macipe

Incertidumbre. Es la palabra que mejor resume el estado que se vivía ayer por la tarde en las calles de La Almunia de Doña Godina. Unas horas antes, el Gobierno de Aragón había hecho pública su intención de ordenar –con su publicación hoy en el Boletín Oficial- el confinamiento perimetral de la localidad y su paso a fase 2 desde la medianoche de mañana, esgrimiendo que el municipio ha alcanzado tasas de 1.000 casos de covid por 100.000 habitantes y apelando al estatus de la localidad como "polo de atracción de su entorno". 

"Es una medida que hace tiempo que temíamos que se pudiese adoptar", reconocía la alcaldesa Marta Gracia, que está confinada al positiva asintomática. Asimismo, apuntaba que no tenían "información concreta" sobre cómo se está transmitiendo la enfermedad, aunque sí han observado "ciertos picos" durante los fines de semana. En este sentido, se mostraba cauta respecto a las posibles afecciones económicas que esta decisión pudiera acarrear: "Es todavía pronto para saberlo, aunque suelen afectar a la libre circulación fuera del término municipal, horarios y aforos", dijo.

Explicó, asimismo, que durante los días en los que hubieran transcurrido las fiestas (entre el 24 y el 29 de septiembre) la sensación era de que "aparentemente todo el mundo se estaba comportando y en los bares y terrazas se cumplía con lo establecido". De hecho, la Policía Local subrayaba la semana pasada que "no se había observado actividad en las peñas, ni grandes grupos en la calle, así como que el uso de los establecimientos hosteleros había sido correcto". En un comunicado del Consistorio, se explicaba que entre el 1 y el 4 de octubre, el centro de salud había detectado 52 positivos. A lo largo de septiembre, su zona básica ya había contabilizado 285 casos. 

"La primera reacción entre los clientes ha sido de pánico: ya hemos tenido cancelaciones tanto de habitaciones como de reservas en el restaurante", detallaba Eduardo Martín, responsable del hotel El Patio, al pie de la N-II y arteria principal de la localidad. Así, reconocía que "el efecto económico va a ser devastador de forma inmediata y luego es una incógnita", al mismo tiempo que aseguraba entender que se tienen que tomar medidas para frenar los contagios. "Pero las consecuencias las sufrimos especialmente los que más hemos hecho e invertido por contener la situación y que se cumplan", agregó.

En las calles, vecinos como José Manuel Martínez, que tomaba un café en una terraza, consideraba la decisión como "lo esperado" e indicaba que "ciertas celebraciones, como las fiestas, las no fiestas o las comuniones no son normales en esta situación". "De momento, no se ha notado nada. Habrá que esperar a mañana (por hoy) para saber qué efecto tiene", apuntaba Emilio Pérez, responsable de un supermercado cercano a la plaza de la Paz. En este enclave, Yolanda y Manoli, sentadas en un banco observando a sus hijos, coincidían en que no sabían "qué se va a poder hacer y qué no". "Si nos cierran ya los parques a ver qué hacemos con los chiquillos", comentaron.

A última hora de la tarde del domingo, el Colegio Florián Rey recibió la notificación de tres positivos repartidos en dos clases de primaria y una de infantil. Eso ha implicado el cierre de dos de ellas y el confinamiento de sus alumnos, y en la otra solo se ha mandado el aislamiento del infectado y los compañeros más próximos. Esta pasada madrugada se ha procedido, además, a la habitual desinfección por parte de agricultores voluntarios de las principales zonas de ocio de la localidad.

"Alivio" en Ejea de los Caballeros

En Ejea de los Caballeros, el levantamiento del confinamiento perimetral, que se hará efectivo en las próximas horas, fue "un alivio". "Era una noticia muy esperada. En las cuatro últimas semanas se ha hecho un esfuerzo muy importante, tanto por parte de los vecinos como del tejido empresarial", recalcó su alcaldesa, Teresa Ladrero. La localidad ha pasado de los 1.100 contagios por cada 100.000 habitantes a los 400. "Durante esta semana seguiremos en fase 2 y en siete días se valorará si saltamos o no a la nueva normalidad", apuntó.

El municipio mantendrá la vigilancia tanto entre semana como en fines de semana y las visitas domicilio a domicilio y, como medida ejemplarizante, solicitará el cierre del establecimiento que este sábado celebró una fiesta clandestina con más de 20 personas. "Queda todavía mucho trabajo por hacer. No hay que bajar la guardia. Hay que aprender a convivir con el virus con responsabilidad", subrayó.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión