125 historias de heraldo de aragón

Una vendeta en forma de cabaret canalla

Más de 100 años después del asesinato de Conchita la lacra de la violencia machista sigue dejando decenas de víctimas todos los años.

La joven, de solo 16 años, cobraba 30 pesetas diarias por bailar en el Royal
La joven, de solo 16 años, cobraba 30 pesetas diarias por bailar en el Royal
HA

"Pues, sí, señor juez -habló entre balbuceos-. Yo compré la pistola con intención de matarla, porque me había despreciado. Esta noche fui al cabaret y ella estaba con otros hombres... La llamé y no me hizo ningún caso... Entonces, ofuscado, disparé", así confesaba Nicéforo su terrible crimen. Sin embargo, a pesar de haber reconocido los hechos, dos años después, tanto el joven madrileño de 25 años -que llegó a Zaragoza con 1.200 pesetas, de las que solo le quedaban tres en el momento de su detención-, como su cómplice, de 20, fueron absueltos de todos los cargos.

Nicéforo fue internado en un manicomio y declarado irresponsable de sus actos por ser un "epiléptico psicopático, inepto para dirigirse por si mismo y con la mentalidad de un niño de 9 años". Por su parte, Martiniano Valet, alias el Royo, que le ayudó a hacerse con el arma con la que acabó con la vida de Conchita, de solo 16 años de edad, también fue declarado inocente de tenencia ilícita de armas porque no pudo demostrarse que supiera que las intenciones de Nicéforo eran usarla contra la joven bailarina.

No hubo declaraciones institucionales de condena, a pesar de que entonces, como ahora, la violencia machista era común y segaba la vida de demasiadas mujeres todos los años. Pero la sociedad sí que mostró, como ahora, su repulsa. Cuentan las crónicas de aquel entonces como una vez instalado «en una capilla del depósito, se permitió al público el desfile ante el féretro. Esta autorización se extendió rápidamente a satisfacer la curiosidad de millares de personas, en su inmensa mayoría mujeres. A las tres de la tarde, era tal la aglomeración que hubo que prohibir la entrada y recurrir a los guardias para despejar el recinto, "materialmente invadido". Durante el funeral -que pagaron sus compañeras del Royal Concert con una colecta, que el entonces dueño de la sala quiso prohibir- se sucedieron las escenas de dolor y repulsa ante el terrible crimen.

Noventa años después, la entonces Royal Concert y hoy Sala Oasis, celebró el 13 de octubre de 2018, en plenas Fiestas del Pilar, una sesión especial en honor a Conchita Granados y a todas las víctimas de violencia machista. Bajo el elocuente título de ‘Kabaret Vendetta’, la actuación pretendía ser una suerte de venganza feminista, «pansexual» y artística del crimen. "Casi un siglo después seguimos sufriendo esta lacra contra las mujeres, y queremos recordar a cada una de las víctimas haciendo de este festival un aullido colectivo contra la violencia de género", rezaba la página web que anunciaba el espectáculo.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión