Tercer Milenio

En colaboración con ITA

frutos secos

De origen desconocido y daño puntual

Se le denomina chancro espumoso y no se sabe cuál es su etiología, pero esta enfermedad tiene una incidencia todavía anecdótica.

Presencia de chancro espumoso en un almendro aragonés.
Presencia de chancro espumoso en un almendro aragonés.
CSCV

Es muy visual e impresiona a ojos del profano en la materia, pero se trata de una enfermedad "que hoy por hoy es casi anecdótica, muy puntual". Es el chancro espumoso (foamy canker en inglés), cuyos síntomas aparecen en primavera y verano y son visibles porque se produce una especie de ulceración en la corteza del árbol de la que emana un líquido viscoso y de color rojo anaranjado y una espuma con fuerte olor a fermento. Estos síntomas se extienden a la ramas y aparece un ablandamiento de la corteza y una necrosis del tejido subcortical.

Nada se sabe de su etiología. "Las causas y el origen no se conocen. Ahora se está empezando a investigar, pero realmente la incidencia es tan pequeña que no justifica que se realicen muchas actuaciones", explica Carlos Lozano, que detalla que cada año "se ve algún árbol dañado, a veces solo uno, en otras ocasiones tres... pero los demás están bien". Y asegura que si ahora parece estar más presente es porque en la actualidad se plantan más árboles, ya que el almendro ha experimentado una importante expansión.

De hecho, señala el experto del Servicio de Certificación y Sanidad Vegetal del Gobierno de Aragón, en los últimos años se han descrito casos de esta enfermedad en prácticamente todas las comunidades productoras, desde Cataluña a Andalucía, pasando por la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Aragón. "Pero siempre casos aislados", matiza.

Los estudios realizados hasta ahora evidencian la existencia de un complejo de bacterias, algunas de las cuales dan lugar a procesos fermentativos de los que se deriva ese olor alcohólico que tiene la sustancia que se ve en el árbol. Si la enfermedad progresa no solo se produce una importante merma en la producción sino también el secado y la muerte del árbol.

Dado que no se saben las causas que la provocan no se conoce tampoco tratamiento alguno. "Pero hoy por hoy solo provoca daños puntuales, no afecta a una parcela entera", insiste Lozano que recuerda que el ejemplo más grave que ha visto fue hace unos años en una explotación de Borja en la que quedaron afectados alrededor del 20% de los almendros, "pero era una parcela en la que las prácticas de riego no eran buenas", indica.

Y es que, aunque no se conoce el origen, esta enfermedad se suele asociar a plantas estresadas, ya sea por exceso de agua o por sequía, pero tampoco hay una seguridad total, explica el experto.

Lozano señala, además, que no hay una incidencia especial en función de las características de un territorio. "En España tenemos datos de su existencia en todo el arco mediterráneo, pero también en Aragón y Castilla-La Mancha. Dentro de nuestra Comunidad nos han llegado casos de todos los rincones, desde el Somontano de Barbastro hasta Calatayud y Teruel", señala el experto, que reitera, de nuevo, que, aunque los efectos del chancro espumoso son muy impresionantes visualmente, su impacto en el cultivo "es, de momento, muy, muy puntual".

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