política

Revuelta interna en el PAR para desbancar a Aliaga

Un amplio número de cargos se une para refundar el partido en el congreso de 2021, mientras el presidente lamenta que se quiera "desestabilizar" la gestión en las instituciones.

El presidente del PAR, Arturo Aliaga, tras la celebración de la última ejecutiva del partido, el pasado mes de enero.
El presidente del PAR, Arturo Aliaga, tras la celebración de la última ejecutiva del partido, el pasado mes de enero.
FRANCISCO JIMENEZ PHOTOGRAPHY

El presidente del PAR y vicepresidente del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga, se enfrenta a una auténtica revuelta interna, auspiciada por un amplio número de cargos orgánicos y públicos que pretende refundar el partido en el congreso convocado para mediados del próximo año. La preocupación es máxima por el devenir de la formación, que no reúne a sus órganos de gobierno desde hace meses y que, a juicio de ellos, ha pasado a la "irrelevancia" en la escena política pese a su papel clave para conformar el cuatripartito. "No se trata de una lucha orgánica ni de una revolución para quitar a Arturo. Estamos preocupados por la supervivencia del partido y tiene que asumir que debe hacerse a un lado", señalaron varios miembros de la ejecutiva.

Aliaga aseguró este domingo que no le molesta que se unan para hacer una candidatura alternativa, una cuestión que considera hasta "lógica", sino que, a su juicio, se pretenda "desestabilizar al partido" en su gestión en las instituciones y, especialmente, en el cuatripartito, cuando se ha encargado de "centrar y moderar" sus políticas.

Sin diferenciar corrientes ni distintas sensibilidades, dirigentes de las tres provincias tienen muy claro que una nueva generación debe hacerse cargo de las riendas del PAR y, a poder ser, bajo el liderazgo de una mujer para reinventar un partido de centro aragonesista que, a su juicio, "tiene su espacio y es más necesario que nunca".

Los implicados se resisten a adelantar candidatas para no quemarlas cuando aún faltan nueve meses para la cita congresual aprobada en la última ejecutiva, en enero, pero en boca de todos está María Herrero. Por elección personal, la exdiputada autonómica se retiró al acabar la pasada legislatura y muchos ven en ella un referente en un equipo de consenso que le arrope en el aspecto orgánico. "De todos modos, es muy pronto para hablar de nombres y contaremos con la persona adecuada", añadieron cuatro dirigentes de Huesca y Teruel.

El argumento compartido es que el PAR está "desaparecido, no existe" en el debate político y esto es aún más preocupante en un momento de máxima fragmentación. "No hay una hoja de ruta ni las mínimas directrices, vamos como un pollo sin cabeza", explicaron dos altos cargos antes de poner como ejemplo reciente el debate sobre los remanentes municipales. "Cada uno hizo lo que quiso porque no había posición fijada por el partido. Y se votaron cosas distintas", añadieron representantes de las tres provincias que, como el resto de los consultados, no quiso dar su nombre por temor a las "represalias".

No discuten que sea un buen gestor y un referente, pero sí que haya acertado en el liderazgo del partido desde que asumió la presidencia a mediados de 2015.

Una de las críticas se centran en la inexistencia de vida en el partido. La ejecutiva se debería reunir cada tres meses, pero no lo hace desde enero; la dirección de Teruel ni existe desde que hace un año dimitiera en bloque y la de Huesca, al frente de la que está el portavoz de las Cortes, Jesús Guerrero, tampoco se convoca desde marzo de 2019 pese a la petición expresa de varios miembros. "La de Zaragoza es la única que se mantiene viva", apuntaron otros miembros de la ejecutiva antes de apostillar que el último Consejo Territorial, máximo órgano entre congresos, se remonta a principios de 2019 cuando debe celebrarse cada medio año.

A este respecto, Aliaga manifestó que ha convocado tres permanentes en la pandemia y que en la de la semana pasada planteó hasta nueve debate políticos en las que apenas hubo participación. "Hablé durante más de una hora de política y he convocado para mañana -por hoy- otra permanente para fijar posición en defensa de la Corona y recabar aportaciones de cara al debate sobre el estado de Aragón", dijo antes de recriminar que los que "pían" no le dicen en el partido que quieren hablar de política.

Los movimientos

Los primeros en tomar la delantera fueron los cuadros del partido en Teruel, que apostaron por Julio Esteban como presidente intercomarcal frente a la lista oficialista. La cosa no quedó ahí y hubo un nuevo choque en la primavera de 2019 con las listas electorales, dado que la ejecutiva impuso a personas distintas de las propuestas por el territorio. Y se remató con el baile de nombres para la Diputación Provincial, en la que se repitió la misma situación, pero en esta ocasión el pulso no lo ganó la dirección: Antonio Pérez obtuvo los avales en el Bajo Aragón y Juan Ciércoles, el elegido por Aliaga, no obtuvo el mínimo necesario.

Las diferencias se volvieron irreconciliables y acabó el pasado otoño en una crisis en toda regla con la renuncia en bloque de la ejecutiva turolense, sin que hasta ahora se haya tomado ninguna medida al respecto.

Ante la situación del partido, se optó por demorar el congreso, saltándose los estatutos que fijan su celebración cada cuatro años. "Se tendría que haber celebrado en junio de 2019, pero con las elecciones cabía demorarlo seis meses y no se pasaba por un buen momento", indicaron otros miembros de la ejecutiva, quienes reconocen que la situación se ha agravado. La pandemia tampoco ha ayudado, puesto que ya se han tenido que suspender dos de las cuatro convenciones previstas como preparación del cónclave.

En plena polémica por la forzada dimisión por incompatibilidades de uno de los hombres de Aliaga, el aún gerente de Turismo de Aragón y ya expresidente local de Zaragoza, Óscar Cámara, los fieles a Aliaga sostienen que los que no lo son están haciendo "más ruido de la cuenta" y pueden convertirse "en reyes de la nada" porque, afirman, él es el referente del partido. Y se preguntan cuántas listas electorales serían capaces de hacer algunos destacados críticos.

En esta línea, Aliaga les instó a preguntarse con qué apoyos cuentan y que posición de fuerza real tienen el partido porque él recaba el apoyo de alcaldes y concejales cuando recorre el territorio. "Tengo la conciencia muy tranquila y mi prioridad es trabajar por Aragón, que atraviesa la situación más complicada de la democracia", apostilló.

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