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Las dudas del Jurado retrasan el veredicto del segundo juicio del crimen de los tirantes

Los nueve miembros del tribunal popular seguirán hoy las deliberaciones

Rodrigo Lanza, acusado del crimen de los tirantes, llega en un coche de la Policía a la Audiencia de Zaragoza.
Rodrigo Lanza, acusado del crimen de los tirantes, llega en un coche de la Policía a la Audiencia de Zaragoza.
Guillermo Mestre

Las dudas del Jurado van a retrasan el veredicto del segundo juicio del crimen de tirantes, por lo que sus nueves integrantes continuarán hoy las deliberaciones tras pasar todo el día de ayer encerrados en una sala de la Audiencia de Zaragoza, desde las 9.00 hasta las 20.00, cuando se marcharon a descansar. La comida se la llevaron al edificio y un grupo de policías los acompañaron al hotel donde pernoctan y de donde no pueden salir.

La complejidad de la motivación de los hechos, que deben formular después de responder a las 45 preguntas que tiene el objeto veredicto, va a alargar la decisión de si es culpable o no el acusado Rodrigo Lanza del asesinato de Víctor Laínez, ocurrido en diciembre de 2017 en el pub Tocadiscos, en el Casco Histórico.

Esta es la opinión de varios miembros de la acusación particular, el abogado Enrique Trebolle, y de la acción popular, David Arranz, en representación de Vox, después de conocer que las deliberaciones no habían concluido su tarea en un día. En el primer juicio de este crimen, que se celebró en noviembre de 2019 y fue anulado por el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA), el veredicto tardó dos jornadas.

«Justificar todo lo que deciden tiene su importancia. No es negativo y entra dentro de la normalidad que dediquen dos días a la deliberación», señaló Enrique Trebolle. Por su parte, David Arranz precisó que «motivar los hechos no es tan sencillo» y «hay muchos testigos, peritos y muchas pruebas».

El abogado defensor Endika Zulueta prefirió no hacer ningún comentario respecto al hecho de que se dilate el veredicto sobre el crimen de los tirantes. «No tengo nada que comentar. Gracias», manifestó.

Falta de motivación 

De hecho, la falta de la motivación de los hechos que aprobaron los jurados en el primer juicio fue la causa que provocó su nulidad y la repetición un año después. En el primero, Lanza fue condenado a cinco años de prisión por un delito de lesiones. Desde ese momento permanece en la cárcel de Zuera.

Los nueve jurados han sido informados de que la mayoría de los hechos desfavorables para el acusado y que están recogidos en las preguntas del objeto del veredicto necesitan siete votos, mientras que los que son favorables solo precisan de cinco.

El Jurado está compuesto esta vez por siete hombres y dos mujeres, de una edad entre 27 y 55 años, según fuentes jurídicas. A la hora de elegirlos, la acusación particular recusó a cuatro y la defensa, a tres. La presidenta María José Gil Corredera aceptó la exclusión de uno de los elegidos por las partes al escuchar sus comentarios contrarios sobre el acusado. Su abogado Endika Zulueta lo solicitó en la primera jornada del juicio, pero la magistrada lo decidió antes de entregar el veredicto para evitar que se pudiera solicitar la nulidad. Lo sustituyó por un suplente.

Después de las siete jornadas del juicio, las partes estuvieron tres horas debatiendo con la magistrada María José Gil Corredera, para elaborar las 45 preguntas que deben responder los miembros del tribunal popular. La tensión que se percibió en las vistas orales se mantuvo también en la selección de las preguntas.

Cuestiones sencillas y claves 

Algunas de las cuestiones son más sencillas para los jurados, como conocer si Rodrigo Lanza entró en el pub Tocadiscos la noche del 8 de diciembre de 2017 con un grupo de amigos, por ejemplo. O bien, como declaró el acusado, si se insultaron entre ellos «facha» y «fascista» o «sudaca» y «debes volver a tu país».

Pero otras preguntas son más complicadas y resultarán ser claves en el veredicto. Se deben pronunciar sobre la versión del dueño del bar, Ángel Aznar, que sostuvo que el acusado atacó a la víctima por detrás y por eso no pudo defenderse. Asimismo, tendrán que determinar si está probado que este testigo se acercó al acusado cuando le pegaba puñetazos en la cara y patadas en la cabeza y dijo: «Para, para que lo vas a matar». O si Lanza golpeó fuertemente con el puño a Laínez en la parte inferior trasera de la cabeza, donde sufrió la lesión del hueso temporal.

El Jurado debe decidir también si da por probado que la víctima no llevaba navaja, en contra de lo que han defendido Rodrigo Lanza y alguno de sus amigos. La defensa se ha apoyado en este argumento para apuntalar la atenuante de legítima defensa frente al asesinato, que conlleva la agravante de alevosía.

Las preguntas del objeto de veredicto se reparten en cuatro grupos y el último incluye las proposiciones finales, que recogen otras consideraciones legales, como si se aplicaría la suspensión condicional en el caso de una condena. Incluso, se le pregunta al tribunal popular si considera que el Gobierno puede aplicar el indulto de la pena de Lanza, si concurren las circunstancias, o bien todo lo contrario.

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