tribunales

Piden 15 años a un hombre por agresión sexual a su hijastra durante varios años

El acusado negó los hechos, pero pidió perdón cuando lo llevaron a la Policía.
La denuncia de la víctima, de 16 años, ofrece credibilidad a forenses y psicólogos

El acusado se tapó al entrar en la salal de la Audiencia Provincial de Zaragoza.
El acusado se tapó al entrar en la salal de la Audiencia Provincial de Zaragoza.
Toni Galán

"Mi madre se iba a trabajar y él llegaba del suyo. Yo estaba en la cama y él se metió dentro. Me tocaba los pechos y las partes íntimas. Fueron muchas veces. Es verdad lo que dije", declaró una adolescente, detrás de un biombo, al responder ayer el magistrado José Ruiz Ramo en un juicio oral celebrado en la Audiencia Provincial de Zaragoza. El fiscal solicitó quince años de cárcel para el acusado por agresión sexual a su hijastra durante varios años.

La víctima, que tiene ahora 16 años, hizo una descripción demoledora de los episodios de agresión sexual continuada que su padrastro, casado con su madre, venía realizando desde que ella tenía 5 años y que se reanudaron cuando cumplió 8, hasta que lo denunció el año pasado.

El acusado, Ferney B. M., que entró a la sala tapándose la cara, negó los hechos y defendió que quería con el mismo cariño a las dos hijas que tuvo con su esposa (siguen casados, aunque dejaron de vivir juntos desde que se presentó la denuncia) que a la primera que ella tuvo de otro padre procedente de Ecuador.

Preguntado si él había pedido perdón por los hechos ante su mujer cuando fue trasladado a la Policía, el acusado declaró que no lo recordaba.

Pero una agente de la Policía Nacional, del grupo de Menores, confirmó que el acusado pidió perdón por los hechos aunque no estaba prestando declaración. Al ser una «manifestación espontánea» que podía ser reseñable, la inspectora precisó que lo incluyera en el atestado que realizó.

La madre de la víctima prefirió no prestar declaración como testigo, cuando la llamaron, después de que lo hubiera hecho su hija de 16 años. Explicó a la sala que todavía está casada con el acusado, pero que dejaron de vivir juntos desde que ella presentó la denuncia por los hechos que le contó su hija mayor. El magistrado le preguntó si quería testificar, dándole la posibilidad de no hacerlo porque el acusado es su marido, y ella aceptó esa posibilidad.

La Audiencia de Zaragoza escuchó con atención la explicación de la psicóloga forense Cristina Andreu, quien entrevistó dos veces a la chica, y manifestó que «el relato de la menor es creíble», porque se trata de «una adolescente equilibrada».

«La chica no había hablado todavía del sexo oral al principio (cuando puso la denuncia ante la Policía), pero a mí me contó ese episodio, que es el que más le afectó y que antes calló», precisó la profesional. En este sentido, valoró que la menor no haya memorizado los hechos y que en la forma de denunciarlo lo hiciera «con cierta vergüenza».

Ademas, la psicóloga forense señaló que la menor sufrió la sintomatología traumática por lo que ha vivido desde su infancia y tiene secuelas postraumáticas como consecuencia del delito.

En el mismo sentido, dos forenses (Isabel Moreno y Paulino Querol) aportaron otro informe de la menor que reafirmó la «credibilidad» de la versión ofrecida y el estrés postraumático sufrido.

La defensa del acusado intentó atribuir la denuncia de la menor a las desavenencias con el padrastro al impedirle este utilizar Instagram y quitarle el teléfono de su padre, residente en Ecuador. La menor manifestó que su padrastro le impidió usar la citada red social «para que no conociera a chicos» y que de su padre no esperaba nada porque «no hizo nada» por localizarla.         

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión