El impacto de la pandemia

La DGA plantea medicalizar residencias y reforzar la vacunación de todo su personal

Propone generalizar el servicio de enfermería, que ahora está disponible solo en el 55% de centros.
La mortalidad cae a la mitad respecto a la primera oleada y pasa del 80% al 40% del total de defunciones. 

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El Gobierno de Aragón plantea medicalizar las residencias de mayores y reforzar la vacunación de su personal, además de su formación en prevención de enfermedades contagiosas, con el objetivo de mejorar la lucha contra el coronavirus y la respuesta ante futuras pandemias. Así lo han expuesto este lunes los directores generales de Salud Pública y Asistencia Sanitaria, Francisco Javier Falo y José María Abad, respectivamente, en su comparecencia ante la comisión especial constituida en las Cortes de Aragón para analizar posibles modificaciones legales que mejoren la red de centros asistenciales de mayores.

Falo ha trasladado una batería de propuestas, compartidas por los profesionales de Salud Pública que han intervenido en residencias durante la crisis sanitaria, entre las que ha destacado la implantación "futura" del servicio de enfermería en toda la red para intensificar la prevención y la promoción de la salud.

En este sentido, Abad ha apuntado que el 55% de los centros de mayores disponen de este servicio, cinco puntos por debajo de los que tienen atención médica. Y únicamente el 30% cuentan con ambos servicios para sus residentes «con distinto grado de intensidad y dotación de personal». A su juicio, debería promoverse una "buena coordinación" con el sistema público sanitario, al que ha responsabilizado de la atención de los mayores.

El director general de Salud Pública ha defendido la necesidad de reforzar los programas de vacunación en el personal asistencial, como ya lo son entre los residentes en el caso de la gripe, y redefinir los servicios de prevención de riesgos laborales.

Falo también ha reivindicado la definición de un mapa de competencias de los diferentes departamentos porque, ha dicho, "por muy bien que se lleven", deben tener "muy claro" qué hace cada uno, en directa relación con su idea de "reforzar" el liderazgo en la intervención ante cualquier brote, para evitar que se dupliquen o solapen esfuerzos.

Su homólogo de Asistencia Sanitaria ha aludido a que la pandemia ha evidenciado "de forma dramática" los problemas de coordinación existentes desde hace años en la atención sanitaria de residentes entre el Salud y Servicios Sociales. Y ha lamentado también las deficiencias estructurales en el sistema de residencias, como las dificultades para sectorizar enfermos, la falta de personal y medios y, especialmente, de profesionales formados en la prevención de la transmisión de enfermedades contagiosas. "Se impone una redefinición del modelo residencial y de su atención sanitaria", ha aseverado antes de plantear su profesionalización para la prestación adecuada de cuidados a los mayores.

A su juicio, esto implica una dotación adecuada de recursos y una organización que defina claramente competencias y responsabilidades, además de la creación de la figura de una coordinadora de cuidados. No obstante, destacó el avance que ha supuesto el protocolo de coordinación aprobado entre Sanidad y Ciudadanía.

La evolución epidemiológica

No obstante, han indicado que la situación epidemiológica ha evolucionado positivamente en el caso de las residencias, dado que la mortalidad ha caído a la mitad respecto a la primera oleada. Falo ha apuntado que si entre marzo y junio los residentes fallecidos supusieron el 80% del total en Aragón ahora representan la mitad.

El director general de Salud Pública lo ha achacado no solo a las diferencias en las vías de transmisión, sino al hecho de que las condiciones estructurales y operativas de las residencias sean ahora "muy diferentes", al igual que la capacidad de Salud Pública y de los dispositivos asistenciales.

Unos minutos antes ha comparecido el director del Instituto Aragonés de Servicios Sociales, Joaquín Santos, quien ha aportado más datos: 130 de los 320 centros de mayores sufrieron 2.500 contagios y más de 700 fallecidos hasta junio y desde entonces hay afectadas la mitad de residencias, 60, con 784 positivos y 96 defunciones. "Hay decenas de casos asintomáticos, lo que no sucedía al principio de la pandemia. La incidencia es significativamente inferior", ha dicho.

Santos ha recordado que casi la mitad de los grandes dependientes viven en residencias y que Aragón es la quinta autonomía con población mayor de 65 años, que ronda el 21% del total, por lo que insistió en la exigencia autonómica de una mayor dotación presupuestaria para poder cumplir la ley de la dependencia y afrontar los retos.

Frente a las críticas, ha defendido que se están mejorando los "estándares de atención en las residencias" y que trabajan de forma "profesional", aunque se hayan cerrado una veintena de centros como consecuencia de un plan de inspección que se va a reforzar ahora tras los "estragos" de la pandemia.

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