sector primario

Una apuesta por la agricultura ecológica, desde frutas a geles deportivos

Marcos Barranco, ingeniero técnico agrícola, es el responsable de la empresa Biofrutal, ubicada en la localidad oscense de Binaced

Marcos Barranco, elaborando geles.
Marcos Barranco, elaborando geles.
Laura Uranga

La familia de Marcos Barranco siempre se ha dedicado a la agricultura en su localidad natal, Binaced. Por eso, desde muy joven tenía claro que su futuro profesional pasaba por ese sector pero que necesitaba formarse para desarrollar todavía mejor su trabajo. Por ese motivo, se matriculó en Ingeniería Técnica Agrícola en la Escuela Politécnica Superior de Huesca donde se dio cuenta del importante nicho de mercado que existía en el campo de la agricultura ecológica.

"Sin terminar los estudios y compaginando clases con trabajo, arranqué el proyecto de reconvertir las fincas familiares de cultivo convencional a ecológico. Una decisión difícil, ya que la familia se había dedicado a la producción de fruta desde hacía muchos años y las producciones ya eran importantes. Quería asumir un rol diferente desde el punto de vista profesional y no conformarme con lo que ya había en casa. Mis padres me apoyaron y se lanzaron conmigo y empezamos con la producción y comercialización de fruta fresca ecológica, pasando de doce hectáreas a más de un centenar, algunas de ellas alquiladas. Y no solo producíamos, también empezamos con la comercialización, llegando a estar presentes en 17 países europeos", explica Marcos.

Lejos de conformarse con este importante salto profesional, Marcos arrancó un nuevo proyecto, Biofrutal, con el que dio un giro de 360 grados a lo que estaban haciendo hasta ese momento. Además de producir y comercializar, comenzaron a transformar la fruta en zumos y conservas de producción propia y más adelante a elaborar productos de nutrición deportiva ecológicos, desde geles y barritas energéticas, pasando por sales minerales líquidas y recuperadores post-competición. "A mí me gustaba mucho correr maratones, y siempre que tomaba algún tipo de gel me sentaba fatal, algo que le ocurría a compañeros míos, y también a profesionales de la talla de Eliseo Martín. Así que decidí crear mis propios geles y darle un giro al negocio. En estos momentos, mi mujer está al frente de la parte comercializadora de la empresa y yo me dedico a la producción, tarea que compagino con mis labores de delegado y asesor externo en una empresa de productos fitosanitarios ecológicos. Ser ingeniero me ha dado muchas oportunidades y ahora con este giro laboral he vuelto de alguna manera a mis orígenes", explica Marcos Barranco, quien recuerda que en su empresa trabajan siete personas, todas ellas vecinos de la zona.

"Si echo la vista atrás puedo decir que el grado en Ingeniería Técnica Agrícola tiene muchas salidas profesionales, en campos de lo más diversos. A nivel formativo, sientas las bases de conocimiento necesarias para desarrollar tu trabajo futuro, pero, sobre todo, te enseña a ser flexible y saber adaptarte. Como dice su propio significado, los ingenieros tenemos que saber utilizar el ingenio", concluye este emprendedor oscense. 

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