economía

Relax recupera los cuatro turnos de producción y contrata a 28 personas más

La fábrica de colchones estuvo cerrada dos meses, por primera vez en 110 años de historia, pero la demanda se ha reactivado.

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Alberto Tesán, director comercial de Relax; Nacho y Esther Quintana, dos de los tres hermanos que dirigen esta empresa familiar centenaria aragonesa;y Carlos Romero, gerente de la planta.
I. Q.

Relax va a trabajar, y mucho este verano, al acumular un importante volumen de pedidos. Ha recuperado los cuatro turnos y reforzado la plantilla con 28 personas con la intención de atender la gran demanda de colchones que tiene tras volver a la actividad. «Un año de solo diez meses nos va a lastrar el ejercicio», reconoce Nacho Quintana, adjunto a la presidencia de esta empresa familiar ya en quinta generación, que el pasado año facturó cerca de 31 millones de euros.

Pese a ser un año 2020, con dos meses productivos menos, los tres hermanos, Esther, Carmelo y Nacho, involucrados en la empresa bajo la presidencia de su abuela Esther Lajusticia, confían en alcanzar unos resultados positivos gracias al compromiso de todo el equipo de trabajadores y a la reactivación de la demanda. «La gente se ha dado cuenta durante el confinamiento de que tener un buen colchón repercute en beneficio de su salud», apunta Nacho Quintana y de ahí este repunte de ventas. La producción actual viene a ser de unas 750 unidades diarias y anualmente se alcanzan las 130.000.

Es la especialización por la que apostaron hace casi 20 años, al ser Relax de las primeras empresas que introdujo las tecnologías en un mercado dominado por un único colchón, el de muelles, la que les permitió diferenciarse. De nuevo la empresa está liderando una nueva estrategia en este sector. Han desarrollado productos específicos para 10 tipologías de usuarios en los que ha clasificado a la sociedad en función de sus necesidades de descanso. Tienen en cuenta tanto los grupos de edad como la situación específica de las personas que hacen mucho deporte o las que tienen problemas de espalda o sobrepeso. Esta especialización les ha hecho evolucionar el proceso industrial para que se ajuste a esa personalización. «Ha habido que hacer una búsqueda de materiales específicos que satisfagan ese tipo de necesidades y adaptar la producción a la utilización de esos materiales», explica Carlos Romero, gerente de la fábrica de Relax.

En la factoría, ubicada en el polígono Centrovía de la Muela, Relax cuenta con tres líneas de producción, una más automatizada y dos más manuales, que se encargan del montaje del colchón una vez superadas las distintas fases de fabricación, desde el acolchado de las tapas, la confección de los laterales, las carcasas y previamente todo lo que es la disposición de los bloques de espuma.

«Además de los procesos industriales, hemos querido seguir manteniendo los artesanales, como el capitoné o abotonado, que requiere mucha mano de obra para coser manualmente los diferentes componentes del colchón en lugar de hacerlo más industrialmente. De esta forma la unión de todas esas capas se hace artesanalmente», indica el responsable de la fábrica.

«El compromiso de Relax es continuar fabricando colchones después de más de un siglo, seguir produciendo el mejor descanso cuidando de las personas y del planeta, y así nos lo han trasmitido las generaciones anteriores», afirma Esther Quintana, que recuerda como la primera marca origen de Relax fue Numancia, que fabricaba jergones. «El primer taller de Relax estuvo en la calle de Hernán Cortés, donde seguimos teniendo actualmente la tienda», añade Nacho Quintana. «Allí nació nuestra abuela. Y fue donde nuestros tíos bisabuelos Andrés Lucia y Francisca Plo fundaron Numancia. Al no tener hijos fueron sus sobrinos quienes recibieron el negocio. Dos ramas de primos que crearon dos marcas de colchones: Relax y Flex». La crisis de 2008 fue uno de los momentos más duros para esta compañía, que afectó de lleno a todo el sector del descanso, pero fueron capaces de reinventarse con un proyecto transformador al que el mercado está respondiendo.

Con una plantilla en torno a las 250 personas, el principal mercado de Relax es el nacional, si bien han crecido en exportación, principalmente en Francia e Italia. Las ventas al exterior suponen ya un 10% de la cifra de negocio. En el mercado nacional, vende principalmente a tiendas especializadas, mueblistas y grandes superficies. El canal ‘contract’, específico en venta a hoteles, está teniendo un crecimiento exponencial a nivel nacional e internacional, reconoce Carmelo Quintana, que lleva Exportación. «Hay recorrido para seguir creciendo», concluyen los tres hermanos

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