coronavirus

Los profesores dudan de las clases en días alternos y reclaman más recursos para la vuelta al aula en Aragón

Las familias abogan por la máxima presencialidad, pero reconocen las dificultades sanitarias para ello. La DGA plantea iniciar el curso en un escenario de semipresencialidad, igual en todo Aragón.

Primer día de clase de infantil en un colegio aragonés
Foto de archivo de un primer día de clase de infantil en un colegio aragonés
Aránzazu Navarro.

A tres semanas de que comience el curso escolar, la incertidumbre y las dudas continúan. Los brotes inesperados de covid-19 que comenzaron en julio y que parece que marcarán el ritmo hasta que exista una vacuna o un tratamiento efectivo, han cambiado los planes del Departamento de Educación, que apostaba por un regreso presencial al aula y que ahora trabaja a contrarreloj para definir un nuevo escenario en el que las etapas educativas hasta 2º de ESO volverán a clase, pero el resto tendrán un formato semipresencial, con muchas probabilidades de que se articulen clases en días alternos. Una medida que provoca dudas entre buena parte del profesorado, que considera primordial que los menores regresen a los centros. Las familias también apuestan por ello, aunque reconocen que la situación sanitaria dificulta esta cuestión.

"No se han reducido ratios, que es algo esencial para asegurar la vuelta al colegio", lamentan desde CSIF, quienes además reconocen sus dudas sobre cómo se llevará a cabo la semipresencialidad en secundaria y bachillerato. Una de las propuestas del Ejecutivo autonómico es que los alumnos a partir de 3º de ESO vayan a clase en días alternos: la mitad del grupo dos días y la otra mitad, tres. Cambiarán a la semana.

"¿Los alumnos seguirán las clases en ‘streaming’ o cuando no vayan al instituto se les mandarán deberes?", se preguntan desde CSIF. La respuesta, coinciden varios sindicatos docentes, es sencilla: no hay medios técnicos para que el profesorado pueda retransmitir en directo una clase. Tampoco todos los alumnos tienen un ordenador o una tableta. Atendiendo a estas circunstancias, reconocen, lo más probable es que se apueste por vídeos o tareas que se puedan hacer fuera del aula.

Por ello, reclaman medidas alternativas o más medios. El sindicato CSIF recalca la necesidad de reducir ratios y contratar a más profesores. Se impartiría clase, explican, en otras zonas del centro o habilitando nuevos espacios públicos. CGT también reivindica esta posibilidad y enfatiza que la docencia a distancia "no suple a la presencial". Además, plantea un problema adicional: "Si el docente da clase durante toda la semana, ¿quién se encarga de preparar vídeos o material para los alumnos que tienen que estar fuera del aula?". Tacharon de "improvisación" la propuesta de días alternos, que se ha planteado en comunidades como la valenciana.

Ante una situación "peor que la de primavera" en cuanto al volumen de contagios, desde STEA piden volver a la educación a distancia o contratar 3.000 docentes más y habilitar nuevos espacios para dar clases con ratios más bajas. UGT también apuesta por dotar a los centros de más profesorado, pero en su caso para dar clases en secundaria en dos turnos: mañana y tarde. Desde CC. OO. no descartan los días alternos, pero piden mayor concreción: saber si se va a contar con más profesores, cómo se llevará a cabo y los recursos técnicos de los que dispondrán.

Las familias siguen apostando por lo presencial. La Federación de Asociaciones de Padres y Madres de la Escuela Pública de Aragón (Fapar) trasladó esta necesidad al consejero Faci y al presidente Lambán; no obstante, reconoció las dificultades sanitarias que conlleva. Una percepción similar tiene la Federación Cristiana de Padres y Madres de Alumnos de Aragón (Fecaparagon), quienes se reunirán mañana con la Administración y explicarán la importancia de la "flexibilidad": "En aquellos centros que por su organización e infraestructuras se cumplan con los requisitos sanitarios exigidos, sería conveniente garantizar la asistencia". 

"Hay que concienciar de los riesgos del virus"

La vuelta al colegio genera dudas entre las familias y los expertos alertan de los riesgos psicológicos que puede suponer no volver a clase. "Necesitan regresar. Ellos están acostumbrados a que los profesores les guíen y les orienten. No están preparados para la formación ‘online’", detalla Alejandra García, psicóloga infantojuvenil.

La seguridad, especifica, es lo más importante en este curso. Por ello, considera fundamental que las familias conciencen a sus hijos sobre el riesgo que supone el coronavirus y lo que puede significar si ellos no se cuidan. "Hay que hacer un trabajo educacional muy potente, recodando la limpieza de manos y otros aspectos de seguridad sanitaria", recalca.

Sobre el regreso semipresencial, reconoce que la clase ‘online’ nunca sustituirá a la presencial, ni siquiera para un adulto. Reconoce que con 14 o 15 años, los jóvenes ya tienen más autonomía, pero se pregunta si serán lo suficientemente responsables, sin sus padres en casa, de seguir las clases o hacer las tareas los días que no acudan al aula. "Dependerá mucho de la madurez y autonomía del menor y, en estos casos, cada familia es diferente", subraya. En algunos casos, reconoce, puede suponer un problema para muchos niños.

También alerta de los efectos que tendría estar todo el día solo en casa. "Hay niños que con 14 años no están acostumbrados a estar solos en casa y aunque lo estén, no es lo mismo una situación puntual, que varios días a la semana", reconoce. Desde su punto de vista, todavía son "muy pequeños" para ello.

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