crisis del coronavirus

María Victoria Broto: "Debemos ser drásticos e inflexibles en las residencias y actuar con rapidez"

La consejera de Ciudadanía del Gobierno aragonés recuerda la importancia de que los profesionales no vayan a trabajar ante el menor síntoma para evitar la expansión del virus.

María Victoria Broto, consejera de Ciudadanía del Gobierno de Aragón, en la sala de reuniones del Departamento, en la plaza del Pilar.
María Victoria Broto, consejera de Ciudadanía del Gobierno de Aragón, en la sala de reuniones del Departamento, en la plaza del Pilar.
Toni Galán

Hasta el fin del estado de alarma hubo en las residencias 765 muertos y 2.900 contagiados. En el último mes ya se ha pasado de cuatro brotes activos a 53. ¿Cómo explica esta situación?

La covid se ha convertido en un problema con transmisión comunitaria y tiene repercusión en toda la sociedad. Lógicamente, los trabajadores de las residencias también han podido contagiarse. 

Con un solo caso ya se considera que existe un brote.

Así es. Hay 33 residencias, de los 52 focos activos, que tienen entre 1 y 3 contagios. El 75% de los positivos se concentran en siete centros. Del total, en 22 hay usuarios afectados;en el resto, los contagios son entre el personal. Hay 64 residentes hospitalizados y se han registrado 14 fallecidos desde principios del mes de julio. En este momento estamos controlando la situación, con la prudencia que hay que hablar siempre.

¿Qué ha cambiado desde marzo?

Al principio de la pandemia, utilizaba palabras como prudencia y templanza; pero en esta segunda fase la situación es otra y tenemos que ser drásticos, inflexibles y estrictos y actuar con rapidez porque hay que evitar que en las residencias entre el virus. Es un combate que solo podemos ganar si vamos todos de la mano. Ocurre en las residencias, y en la sociedad.

¿Cómo recuerda la primera ola?

Parece que fue hace una eternidad, porque el trabajo aquí es muy intenso. Todo el Gobierno ha estado implicado al máximo. Lo vivimos entonces y ahora de la misma manera, con mucho trabajo y esfuerzo, y con mucho dolor, sabiendo que somos servicios esenciales. Nunca me he sentido tan útil a la sociedad como en este momento. También digo que con la experiencia de lo que hemos vivido no pueden pasar las mismas cosas.

¿Se puede volver a dar el mismo problema en las residencias?

No lo podemos permitir. Hay que ser absolutamente estrictos en la detección de cualquier caso e inmediatamente llamar al 061, que realiza las PCRa todos los residentes y trabajadores. Esas pruebas se consideran prioritarias. Después, o bien se traslada a los mayores a los centros covid o bien se separa a los afectados en el centro. Es muy importante que, ante el mínimo síntoma, el personal no vaya a trabajar. Para ello, deben hacer a diario una autovaloración.

"Ahora, quienes introducen el virus en las residencias son los trabajadores". Son palabras del presidente de Aragón, Javier Lambán, que luego matizó. ¿Comparte esta afirmación?

Quería decir lo que acabo de explicar. En este momento hay que ser muy estrictos con no tener trabajadores que sean positivos, sintomáticos o asintomáticos, porque corremos riesgo. Las residencias las tenemos encapsuladas, quien entra y sale es el personal.

Nadie esperaba otra oleada tan pronto. ¿Hay epis suficientes?

Nosotros exigimos a las residencias privadas que tengan material de protección al menos para dos meses. La falta de epis fue uno de los problemas en la anterior fase.

La residencia de Burbáguena acumula ya 9 fallecimientos y 64 contagios entre residentes y trabajadores. ¿Cómo se ha llegado a este extremo?

Porque no se comunicó con celeridad la situación que tenía. No olvidemos que se conoció cuando una persona fue diagnosticada en el hospital.

¿Eso motivó el anuncio de una denuncia penal y después de un posible expediente sancionador?

Nos sentimos con la responsabilidad de tener que tomar medidas. Lo estamos investigando. Quizá fuimos excesivamente duros a la hora de plantear qué íbamos a hacer, porque no nos podemos permitir el más mínimo descuido.

¿Cómo es la coordinación entre Sanidad y Ciudadanía?

Tuvimos claro que tenía que ser fluida, que estamos todos en el mismo barco. Al principio nos faltó experiencia de cómo trabajar juntos. Ahora hemos firmado un protocolo. Había una dificultad muy grande, porque el enemigo del virus es el agrupamiento. Hubo muchos brotes, pero también se salvaron muchas vidas gracias a los centros covid y al esfuerzo en las residencias.

¿Pensó que sería preciso reactivar los centros covid tan pronto?

Sinceramente creía que el mes de agosto nos iba a dar un respiro.

¿Hay que cambiar el actual modelo de residencias?

Desde el principio el debate ha sido: ¿somos centros sanitarios o asistenciales? Siempre hemos dicho que asistenciales, de convivencia, y cuando hay tema sanitario es el Salud quien debe actuar. Tendremos que reflexionar sobre el modelo. El personal tiene una responsabilidad tremenda y debe estar mejor retribuido. Hay que tener las plazas residenciales mejor financiadas. Necesitamos el compromiso del Gobierno de España

¿Se plantean suprimir las visitas de familiares?

Solo se permiten en los centros que no tienen covid: media hora, con cita previa, en un lugar aislado y con material de protección. Una de mis mayores angustias ha sido el aislamiento de las personas mayores, que han tenido que estar confinadas en sus habitaciones sin actividades grupales.

Muchos centros alertan de la falta de personal para cubrir bajas.

Es verdad. Hay 154 sociosanitarios de baja por covid. En el periodo anterior abrimos una bolsa de empleo y ahora también, con 460 técnicos en cuidados auxiliares de enfermería y 80 gerocultores.

¿Cuántos test se han hecho en las residencias?

Durante la pandemia, Sanidad ha realizado unas 26.000 pruebas. Las PCR las hacemos de manera inmediata y se alcanzan las 200 diarias. No se apuesta por test masivos, porque solo aportan una fotografía fija de un momento concreto. Un detalle importante: la mayoría de las residencias que tienen covid positivos ahora no tuvieron casos en la fase anterior.

¿Ha pensado en tirar la toalla?

Gestionar esto no nos gusta a nadie. Nos ha cambiado la vida. Pero nunca lo he pensado porque somos más necesarios que nunca.

"Esta situación ha demostrado la fragilidad del sistema"

La pandemia ha afectado de forma especialmente negativa a la población más vulnerable...

Esta es una crisis sanitaria, pero también social, económica, de modelo... Creo que tenemos que luchar y combatir para salir cuanto antes de esta situación, que nos ha puesto a prueba y ha demostrado la fragilidad del sistema. No podemos consentir que esto nos deje una sociedad rota. El debate entre la economía y la salud tiene que llegar a un gran equilibrio.

¿Hay que dar respuesta a esa emergencia social?

Se han incrementado las solicitudes del ingreso aragonés de inserción a lo largo de la pandemia, y estamos gestionando el ingreso mínimo vital, una prestación de la Seguridad Social.

¿Cuántos aragoneses se podrán beneficiar?

Aproximadamente, según las cifras que ha dado el Ministerio, serán unas 15.000 personas. Ahora estamos trabajando para trasladar al Gobierno de España todos los expedientes.

¿Cree que esta ayuda es ahora más necesaria que nunca?

Es muy necesaria. Combatir la desigualdad es fundamental. En las crisis no podemos permitirnos que haya una parte de la población que se quede sin las mínimas condiciones de dignidad para vivir. En este sentido me parece muy buena medida que el Ejecutivo central asuma esta prestación.

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