Jesús Jiménez: "La única receta para la vuelta a las aulas es que todos cooperemos"

La pregunta que se hacen todos los padres y profesores: ¿Es viable la vuelta al colegio?

No lo sé. Habrá que ver lo que dicen las autoridades sanitarias. Hay que tener en cuenta que la edad media del profesorado y del personal de los centros es bastante alta. Es un tema muy complejo y me gustaría que hubiese un acuerdo estatal cuyos puntos básicos respetemos todos.

¿Entonces no hay una fórmula? ¿No se puede garantizar que en septiembre vaya a haber un inicio normalizado de las clases?

No hay ni puede haber una receta mágica. La única receta válida es el consenso y la cooperación de toda la comunidad educativa: alumnos, familias, directores, profesores, personal de administración, administraciones... Juntos tendremos que afrontar, con aciertos y errores, los retos que puedan presentarse en un curso que va a ser muy incierto.

¿Se puede asegurar la educación de los chavales desde casa?

Sobre todo en los niveles más bajos, la educación no puede ser permanentemente a distancia. Estamos formando personas, por lo que la educación presencial es fundamental.

¿Qué nos enseñó el último trimestre del curso pasado, con todos los alumnos en sus casas?

Se hizo un esfuerzo muy importante. Fue tan de sopetón que de repente tuvimos que aprender todos cantidad de cosas. Ahora se están comprando ordenadores para los chavales que no tienen, las editoriales están publicando material en la red... Estamos más preparados, pero tiene que haber un esfuerzo entre todos, porque esto no se soluciona solo con más profesores o más ordenadores.

¿Cómo conseguir que ningún alumno se quede aún más atrás con la educación a distancia?

Es complicado. Fui inspector en Las Delicias y había muchas familias de inmigrantes con cinco hijos que no tenían ningún ordenador en casa y que apenas sabían castellano. ¿Cómo se les puede ayudar? La brecha social se ha agrandado, pero las administraciones deben trabajar y poner lo que puedan, aunque se equivoquen.

¿Los centros deben autogestionar su plan de actuación?

Está claro que en cada sitio habrá particularidades por los problemas de espacio, de personal, por la situación de la pandemia, por la edad de los chavales… Pero no puede ser responsabilidad solo de los directores. Necesitan autonomía pero para todo, no solo para lo difícil.

Ocupó altos cargos en el Departamento de Educación del Gobierno de Aragón. ¿Le gustaría estar ahora mismo en la piel de sus sucesores?

Tienen un reto tremendo, pero yo estoy bien donde estoy. Estoy jubilado, pero tengo la misma ilusión que cuando empecé de maestro rural en Sierra de Luna.

¿Ha mejorado el sistema educativo desde entonces?

Sí, pero hay retos pendientes. La educación está pensada para que los que van bien vayan muy bien; pero los que van mal se quedan colgados. Y hay que mejorar la formación del profesorado. En este país se valora muy poco al buen profesor y tampoco se hace nada con el mal profesor.

¿Los contenidos y la metodología han evolucionado lo suficiente?

Ahora se dan las mismas asignaturas que estudié yo. Hay que buscar qué es lo realmente importante. Con un ordenador podemos tener a los mejores catedráticos, pero hay que saber buscar. Hay que actualizar el currículo escolar y darle una vuelta, porque ahora es algo enciclopédico. Habrá que plantearse qué es lo importante.

¿Qué otros retos tiene la educación por delante?

En la escuela no solo se enseñan contenidos, sino que hay que enseñar a convivir. Se está viendo en la poca responsabilidad personal que algunos jóvenes tienen con los rebrotes. Hay que educar para ser ciudadanos, y para eso la escuela es imprescindible.

Ha sido nombrado vicepresidente del Consejo Escolar del Estado, máximo órgano de asesoramiento del Gobierno de España. ¿Qué puede aportar?

Voy a aportar como uno más en lo que sepa y en lo que pueda. Como he hecho desde que comencé a dar clases en Sierra de Luna.

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