medio ambiente

Aragón apuesta por el certificado forestal

El 24,6% de la superficie nueva certificada PEFC en España (52.007 nuevas hectáreas) durante el primer semestre de 2020 corresponde a la Comunidad aragonesa. Este reconocimiento ofrece garantías de que la explotación del monte se hace con criterios de sotenibilidad.

Cartel del Certificado PEFC en la localidad turolense de Bronchales.
Cartel del Certificado PEFC en la localidad turolense de Bronchales.
Ayuntamiento de Bronchales

A pesar de que menos del 8% de la superficie forestal arbolada de la Comunidad aragonesa cuenta con la certificación de gestión forestal sostenible PEFC, el número de hectáreas certificadas se ha duplicado en los últimos cinco años. Concretamente, Aragón ha pasado de tener 55.904 hectáreas PEFC en 2014 a 103.964 hectáreas PEFC a finales de 2019. A estas ya se han sumado 12.798 hectáreas más en lo que va de año, hasta las 116.762, a fecha del 1 de julio de 2020, último dato publicado por PEFC España, una entidad sin ánimo de lucro que fomenta la sostenibilidad forestal.

Esta certificación, como se especifica en la web del Gobierno de Aragón, es “el proceso que asegura al consumidor que la madera o cualquier otro producto forestal, como puede ser el corcho o la resina, procede de un bosque gestionado de manera responsable y sostenible”. En la actualidad, existen dos sistemas de certificación: el FSC (Forest Stewardship Council; en español, Consejo de Administración Forestal) y el PEFC (Programme for the Endorsement of Forest Certification schemes; en español, Programa de Reconocimiento de Sistemas de Certificación Forestal). Es este último por el que ha apostado el departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, desde el año 2012, con el objetivo de “promover la conservación y mejora de las masa forestales, favorecer la imagen de la madera como materia prima renovable y ecológica, y facilitar el acceso al mercado de productos forestales”.

De hecho, aunque las 116.762 hectáreas PEFC supongan, el 7,52% de la superficie arbolada de la región aragonesa, lejos del 69,4% de Navarra o del 41,2% de La Rioja,  Aragón está mostrando un gran auge, ya que, en este primer semestre de 2020, un 24,6% de la superficie nueva certificada PEFC en España (52.007 nuevas hectáreas) en este periodo corresponde a la comunidad aragonesa.

Esta certificación forestal, que es evaluada por una tercera parte independiente, es aplicable a dos niveles, puesto que no solo es objeto de auditoría la gestión forestal realizada en los montes, sino que también lo es la trazabilidad de las materias primas de origen forestal y sus derivados durante todo el proceso de transformación. Esto último es lo que se llama la certificación de Cadena de Custodia PEFC y en Aragón, a finales de 2019, se contabilizaban 40 empresas con esta certificación. La mayoría se dedican al sector de la madera y la construcción, aunque también las hay de pasta y papel y de astilla, pellets y energía, entre otras.

Eso sí, como ya se dijo en la 26ª asamblea general de Programa para el reconocimiento de certificación forestal, “teniendo en cuenta que la Comunidad de Aragón no es una gran productora de madera, se ha buscado poner en valor, a través de esta certificación, otros productos forestales que se pueden encontrar de manera habitual en los montes aragoneses como pueden ser las setas, las trufas, la miel o las plantas aromáticas, productos que se obtienen de aprovechamientos sostenibles”. De hecho, la primera trufa negra (Tuber Melanosporum) que contó con la garantía de origen sostenible PEFC, como recoge Aracert, la entidad aragonesa encargada de solicitar el certificado forestal regional PEFC, proviene de los montes aragoneses. Concretamente de Aragotruf, la empresa oscense, situada en Graus, que está dedicada a la truficultura, desde el origen de la planta hasta la producción, transformación y comercialización de trufa negra y otros productos trufados.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión