Multas de lugares donde no se ha estado y otros sustos notificados

Fallos en el abono de los ERTE o la reclamación del IBI de un edificio que no es propiedad de la destinataria del recibo son algunos de las deficiencias detectadas en los últimos años.

ARAGON RADAR VELOCIADA CARRETERA HUESCA N 330 A LA ALTURA DE LA CIUDAD DEL TRANSPORTE / 26-09-2019 / FOTO: ARANZAZU NAVARRO [[[FOTOGRAFOS]]]
La señal limita la velocidad a 100 km/h pero el radar que le sucede estaba calibrado para que multara a partir de 90 km/h.
Aránzazu Navarro

Vibra el móvil y es un SMS. "Hola Carmen, su envío se depositó en el punto de entrega". El nombre del receptor no es ese y no espera ningún encargo. Un dígito distinto o en un lugar equivocado de un número de teléfono puede desembocar en una anécdota como esa. Sin embargo, en otras ocasiones, episodios similares pueden acarrear reclamaciones y largos procesos burocráticos.

Casi de los últimos en llegar han sido los diversos problemas vinculados con el cobro de las prestaciones de los ERTE. "Por parte del SEPE se han producido abonos erróneos en la cuantía por distintos motivos, como no considerar a los hijos de los trabajadores o no se ha abonado a muchos empleados". Esas son algunas de las "miles" de deficiencias observadas por la Asociación Empresarial de Asesores Laborales y que enumera Miguel Ángel Poveda, de Poveda Consultores & Abogados. Estos contratiempos se vieron incentivados por otros, como el bloqueo diario de las páginas web o que algunos trámites tuvieran plazos inasumibles.

Una vecina del barrio de San Pablo de la capital aragonesa recibió un día -hace ya unos años- una carta: era el IBI de un edificio entero del mismo barrio. A pesar de ser casi vecina, ese inmueble del recibo no era de su propiedad. La incidencia se resolvió en cuestión de días al informar del error al Ayuntamiento de Zaragoza, recuerdan sus hijos.

Otro ejemplo son las multas. Recibir sanciones de Tráfico de lugares en los que nunca se ha estado, o al menos no se ha viajado con coche, ocurre de vez en cuando. Hace más de una década el Ayuntamiento de Algeciras le envió a un vecino de la capital aragonesa una multa por supuestamente estacionar en una zona de carga y descarga. Este residente en Zaragoza recurrió la multa porque nunca había estado en la mencionada localidad gaditana. HERALDO se hizo eco del caso y en las líneas de la noticia se vio reflejado otro vecino de Zaragoza. Él también había recibido una multa sin haber pisado Algeciras.

No hace tanto la historia se repitió para otra zaragozana. A principios de 2019 inició una lucha contra el Ayuntamiento de Madrid. La institución le reclamaba una sanción de 200 euros por estacionar sin autorización en un zona de prioridad residencial y en un espacio para personas de movilidad reducida en el barrio de Carabanchel. Un documento de su empresa y el registro de Google Maps fueron algunas de las pruebas que la aragonesa presentó para demostrar que ella no había estado allí con su coche.

En otras ocasiones sí que se ha circulado por el lugar que señala la multa, aunque no se merezca. Es lo que ocurrió en la N-330 en dirección a Huesca. El radar situado a la altura de la Ciudad del Transporte, en Zaragoza, multó en 22 días a 2.527 conductores que circulaban por debajo de los 100 kilómetros por hora, la velocidad máxima que marcaban las señales. Las multas fueron anuladas por la DGT y se detectó que el cinemómetro estaba mal calibrado. No obstante, Tráfico apuntó que el error podía ser fruto del cambio de ley que prohibía circular a más de 90km/h en aquellas vías que no fueran autopistas o autovías y no haya separación entre ambos sentidos.

Los conductores que también se extrañarían fueron los que en noviembre de 2014 recibieron la reclamación de multas de la zona azul de Huesca que ya habían abonado. El Ayuntamiento de la ciudad oscense determinó que fue un "error administrativo" y envió cartas a los afectados informando de la situación.

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