Aragón

El turismo en Aragón se desploma en junio con un 83,6% menos de viajeros respecto a 2019

Los visitantes extranjeros caen un 93,9% y los nacionales, más de un 80%, unas cifras que preocupan al sector.

Terrazas y establecimientos vacíos.
Terrazas y establecimientos vacíos.
M. N.

El turismo encadenó en junio un nuevo mes para olvidar. Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), publicados ayer, revelan que la Comunidad perdió 223.997 viajeros, un 83,6% del total, respecto a 2019. Desde enero, la caída, común al resto de regiones, supera ya los 917.000. Hasta las tres provincias se acercaron el pasado mes 44.162 turistas nacionales y extranjeros, una cifra que mejora los 9.865 de mayo, pero que resulta a todas luces insuficiente para hoteles, casas rurales, cafeterías, bares y restaurantes.

A este descenso se une, en consecuencia, una fuerte bajada en el número de pernoctaciones. Si hace un año se registraban 498.847, a razón de unas dos noches por persona, este 2020 se han quedado en 86.187. La caída es mayor, en términos porcentuales, entre los turistas extranjeros. El descenso, en este caso, es del 93,9%. Hace apenas 12 meses rozaban los 67.000, pero el coronavirus ha hecho que esta vez apenas se superen los 4.000.

Pese a que las fronteras están ya abiertas, el sector no es optimista. Las previsiones de principios de verano apuntaban a que agosto y septiembre serían «buenos meses». No obstante, los rebrotes y las restricciones aprobadas por el Gobierno de Aragón para frenarlos han hecho que exista una «elevadísima incertidumbre» y que se tema por las reservas ya realizadas.

Las estadísticas de viajeros nacionales tampoco remontan. Se han contabilizado 40.080, apenas una quinta parte de los 201.270 del pasado verano. Zaragoza y Huesca han sido las provincias que más han notado el impacto del coronavirus. Los alrededor de 145.000 turistas que tendrían que haber recalado en la capital y su entorno se han quedado en 27.230 y los 83.000 de la provincia altoaragonesa, en 11.277. Teruel, por su parte, ha perdido cerca de 34.000 y se ‘conforma’ con 5.655.

Donde no hay cambios es en la procedencia de los visitantes. La mayor parte de visitas y reservas de cara a los próximos meses proceden de madrileños, catalanes, valencianos y navarros, según los empresarios consultados. El sector espera recuperar, poco a poco, los registros de años anteriores. En junio, el porcentaje de plazas ocupadas se situó en el 17,9%, nada que ver con el 43,3% que se alcanzó en 2019. En este punto, las mayores caídas se observan en Zaragoza, que tendría que haber superado holgadamente el 50% y no ha pasado del 20,1%. Esta misma situación se ha dado en Huesca, con una bajada del 22,1% que le ha hecho quedarse en un exiguo 17,2%, y en Teruel, que ha rebasado por unas décimas el 12%.

Las graves consecuencias económicas de la pandemia son aún hoy visibles en las tres provincias. Hay bares y restaurantes que han tenido que volver a cerrar y hoteles y casas rurales que ni siquiera han levantado la persiana. En este último mes, el INE estima que en Aragón estaban abiertos 369. Son 420 menos que los 789 que, en circunstancias normales, tendrían que haber estado operativos. En Huesca tendrían que haber reabierto al menos 304 negocios, pero en junio solo lo estaban 125, menos de la mitad. Igual de llamativa era la situación en Teruel, con 151 menos, mientras que en Zaragoza subieron la persiana 169.

El sector espera que el Gobierno de España y el de Aragón aprueben nuevas ayudas para paliar su difícil situación y evitar cierres. Este último presentará hoy una nueva línea fruto de la reorientación del presupuesto de la Dirección General de Turismo.

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