Los campamentos se quedan bajo mínimos y se reducen en un 80%, al pasar de 421 a solo 80

El Instituto Aragonés de la Juventud ha llevado a cabo 23 inspecciones en las que se ha detectado un «alto cumplimiento» de las normas por la covid.

Campamento de verano.
Campamento de verano.
Heraldo.es

El coronavirus ha dejado bajo mínimos a los campamentos de niños y jóvenes que se organizan cada verano en parajes del territorio aragonés. Los 421 que se llevaron a cabo el año pasado en la Comunidad, la mayoría localizados en el Pirineo y que movilizaron a unos 27.000 participantes, se han visto reducidos en lo que va de verano a unos 80, según los últimos datos facilitados por el Instituto Aragonés de la Juventud (IAJ). Una cifra que supone un descenso de un 81%.

Este número de campamentos puede aumentar ligeramente en lo que queda de agosto y septiembre, aunque no se espera que se produzca una gran variación ya que a estas alturas la mayoría de los que se van a celebrar ya han sido notificados a la DGA.

Para el director gerente del IAJ, Adrián Gimeno, este desplome era "previsible" teniendo en cuenta las restricciones que se plantearon desde el primer momento para prevenir los contagios. Gimeno reconoció que ya esperaba que los campamentos se redujeran a una cuarta parte al prohibir las acampadas con pernocta en tienda de campaña, que normalmente son la mitad de los que se desarrollan. También se restringieron las colonias en las que se duerme en edificios para los chavales a partir de 12 años.

Inspectores metro en mano

El grueso de los campamentos están organizadas por entidades de la Comunidad, excepto algunas de País Vasco y Cataluña que cuentan con instalaciones fijas en el territorio o las alquilan desde hace tiempo.

Para esta campaña el IAJha habilitado siete inspectores que hasta ahora han llevado a cabo 23 inspecciones en campamentos de Aragón. Cada temporada estival se roza el 100% de campamentos ‘examinados’. Hay que tener en cuenta que la las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado así como Sanidad realizan las suyas y hay una coordinación.

Con las medidas poscovid, este julio los inspectores recorren las instalaciones metro en mano. Y es que una de las normas que tienen que comprobar es que las camas y literas (de las que solo se puede ocupar una) deben tener una separación mínima de 1,5 metros.

"A día de hoy hay un cumplimiento altísimo de las medidas establecidas por la covid-19. No se ha tenido que hacer ningún apercibimiento ni sanción y las entidades se lo han tomado muy serio", asegura el director gerente del IAJ. Como mucho se han encontrado con "infracciones leves" provocadas por "algún despiste" que se subsanan al momento. Estos inspectores también vigilan el cumplimiento del decreto de 2018 que los regula.

Aunque cree que las familias pueden "estar tranquilas", entiende que hay que ser conscientes de que pueden producirse casos de positivo, como el de un menor en un campamento de Oto este pasado fin de semana. "Se puso en marcha el protocolo de seguridad y se actuó con diligencia y rapidez", concluye.

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