enoturismo

A las bodegas...con mascarillas

Las cuatro rutas del vino de Aragón se han adherido al sello ‘Turismo Seguro’ para garantizar que se cumplen los protocolos establecidos.

Un grupo de enoturistas disfrutando de la actividad ‘Catas al Atardecer’, de Hacienda Molleda, que forma parte de la Ruta del Viño de Cariñena.
Un grupo de enoturistas disfrutando de la actividad ‘Catas al Atardecer’, de Hacienda Molleda, que forma parte de la Ruta del Viño de Cariñena.
D.O. Campo de Cariñena

El año pasado, las bodegas aragonesas recibieron casi medio millón de turistas que visitaron sus instalaciones, lo que supuso un incremento del 14% respecto al año anterior. Estas ofrecen a sus visitantes decenas de experiencias de lo más originales: desde paseos en globo, brindis de altura, catas al atardecer o talleres para aprender a ser enólogos hasta propuestas culturales, festivales de música, arte callejero y muestras gastronómicas donde el vino es el gran protagonista.

En este verano tan excepcional, donde todo gira alrededor de la nueva normalidad derivada de la covid-19, lo que más valoran los viajeros es la seguridad. Y lo que más demandan es disfrutar de las actividades al aire libre, bien en familia o en grupos de amigos, respetando las distancias sociales para evitar los contagios.

Por eso, conscientes de la importancia que la seguridad tiene en estos momentos, el Gobierno de Aragón decidió apostar por el distintivo de ‘Turismo Seguro’, un sello de calidad puesto en marcha por la Dirección General de Turismo para garantizar que se cumplen los protocolos de seguridad sanitaria en los establecimientos turísticos.

Las cuatro rutas del vino de Aragón (Ruta del Vino de Calatayud, Ruta de la Garnacha, Ruta del Vino del Somontano y Ruta del Vino Campo de Cariñena) se han unido a este compromiso. De hecho, según fuentes del Gobierno de Aragón, se prevé que este sistema esté implantado en unos 60 establecimientos, entre bodegas y empresas agroalimentarias, en los próximos días.

Una ayuda de 100.000 euros

Por este motivo, y con el fin de impulsar este sector, que sirve para consolidar riqueza y empleo, especialmente en el medio rural, el Gobierno de Aragón ha destinado este año 100.000 euros a las Rutas del Vino de Aragón; una cantidad dirigida a distintas actuaciones promocionales para potenciar la industrialización y comercialización de este producto.

"Con este tipo de iniciativas, se reconoce el saber hacer de los viticultores aragoneses y el impulso a una cultura del vino y el enoturismo que se afianzan cada vez más. Por una parte, ayuda a difundir la riqueza territorial y, por otra, proyecta todavía más la calidad de unos caldos apreciados ya internacionalmente", indica Arturo Aliaga, vicepresidente y consejero de Industria, Competitividad y Desarrollo Empresarial del Gobierno de Aragón.

El enoturismo es un sector en alza y cada vez son más los ciudadanos que demandan este tipo de actividades que giran en torno al mundo del vino. Propuestas que van más allá de mostrar el interior de una bodega para ver cómo se elaboran los caldos que luego se pueden degustar. Por eso, conscientes de esta demanda, las D.O. aragonesas se están volcando con programas y productos muy atractivos, que han hecho posible que hoy en día las rutas aragonesas estén muy bien posicionadas dentro de la oferta nacional.

De hecho, la Ruta del Vino de Calatayud, una de las más jóvenes de entre las 30 de España, sigue en el quinto lugar en el ranquin de Rutas del Vino de España en cuanto al número de visitantes a bodegas y museos, según se extrae del informe anual de la Asociación Española de Ciudades del Vino (Acevin). Y la Ruta del Vino Somontano ocupa el séptimo puesto en la categoría de más visitas a bodegas, con alrededor de 93.000 visitantes registrados en 2019.

Emoción y sentimientos

Si algo tienen muy claro las cuatro Denominaciones de Origen aragonesas es que el enoturismo parte del mundo de las emociones y las sensaciones. Por eso, este año tan especial, donde la incertidumbre lo domina todo, el respeto a las medidas de seguridad y distanciamiento social están por encima de todo en las actividades que forman parte de las rutas y propuestas que organizan para dar a conocer sus vinos y su rico patrimonio cultural y artístico.

Enoturismo de Aragón, a través de su campaña de ‘Experiencia de Enoturismo Segura’, se adelantó a los protocolos de seguridad que puso en marcha el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE) para evitar el contagio por coronavirus en bodegas y otras instalaciones industriales y partió de este documento para definir e implantar el sello ‘Turismo Seguro’.

Algunas bodegas aragonesas fueron de las primeras en formarse en estas materias y aplicar estas medidas con el fin de garantizar una experiencia enológica segura, algo tan necesario en la actual situación por los rebrotes y la evolución de una pandemia que ha puesto en jaque a todo el mundo. Pero hay otras instalaciones que todavía continúan cerradas en estos momentos y que esperan retomar sus actividades en fechas más o menos próximas, ya que algunas están inmersas en procesos de ERTE.

"No todas las bodegas de la Denominación de Origen Campo de Borja están abiertas para recibir visitas a fecha de hoy, aunque sí que prestan el resto de servicios. Ahora mismo las que están operativas han trabajado con intensidad para lograr el sello propuesto por el Gobierno de Aragón. Han hecho el curso de formación específica y han aplicado los protocolos exigidos en materia de higiene y puesta en marcha que demandaba el ICTE. Se están aplicando las distancias de seguridad exigidas, los aforos son limitados, las mascarillas son obligatorias y se han eliminado los folletos de los establecimientos que forman parte de la ruta y que ahora solo se entregan de manera individual", matiza Roberto Regueiro, gerente de la Ruta de la Garnacha, que el año pasado recibió la visita de cerca de 52.000 personas.

Contacto con la naturaleza

Y junto a la seguridad, otro pilar clave de las experiencias turísticas de este verano es el contacto con la naturaleza. El viajero de este nuevo estado de normalidad quiere poder realizar actividades al aire libre, en espacios abiertos donde se guarden las distancias de seguridad sin problema y sea posible disfrutar de un paisaje que, este año, muestra su mejor aspecto, gracias a las lluvias caídas durante toda la primavera.

"Los visitantes quieren estar en la naturaleza. Por eso, se está apostando por las actividades al aire libre. En estos momentos, es muy raro que la persona que quiere hacer una actividad de enoturismo, no haya visitado todavía ninguna bodega y conozca cómo funciona por dentro. Por eso, ahora, el principio o el final de cada propuesta se lleva a cabo en espacios abiertos, en la naturaleza. La gente quiere vivir esta experiencia del mundo del vino con propuestas que le provoquen emociones y ahí estamos nosotros, para ofrecerles atardeceres con maridajes musicales en el viñedo y paseos a caballo o rutas en bicicleta para que conozcan más de cerca el terreno donde crecen las viñas", matiza Clara Boch, gerente de la Ruta de la D. O. Somontano.

Estas experiencias se repiten en el resto de las rutas enoturísticas aragonesas, que tienen en los paisajes que rodean sus viñedos y bodegas el mejor reclamo.

Seguridad en las catas

Dentro de los proyectos relacionados con el enoturismo, las catas ocupan un lugar muy destacado, ya que permiten conocer las bodegas y descubrir dónde se asientan las diferentes D.O.

Algunas de estas instalaciones aún no han abierto sus puertas, por razones derivadas de la crisis del coronavirus y están pendientes de las fechas de reapertura, pero las que ya lo han hecho han recibido a sus primeros visitantes con todas las medidas de seguridad implementadas, con el fin de garantizar un turismo seguro.

"Estamos intentando que sean grupos muy reducidos, porque de esta manera se puede garantizar el distanciamiento social y es más fácil cumplir con toda la normativa. Lo más importante de todo es volver a la normalidad y, poco a poco, lo vamos consiguiendo", concluye Michel Arenas, coordinador de la Ruta del Vino de Calatayud.

En la ruta hacen actividades muy originales.

Pedaladas en el corazón de la garnacha

Una de las ofertas estrella de esta temporada dentro de la Ruta de la Garnacha de la D.O. Campo de Borja es la ‘Garnacha&Bike’, una ruta cicloturista de 150 kilómetros, que recorre los lugares más singulares de este territorio. Una actividad que permite a las personas que se desplazan con sus bicis disfrutar no solo del paisaje y el buen vino sino también de otros servicios como el pase gratuito a piscinas municipales en temporada estival, menús especiales y otras muchas ofertas y promociones personalizadas.
El paisaje en el que se enmarca esta D.O. cuenta con la catalogación de Espacio de Interés Turístico de Aragón y la apuesta cicloturista –que incluye también las rutas ‘BTT Territorio garnacha’ y rutas ‘BTT familiares’– está considerada como una de las mejores experiencias turísticas de Aragón.
Además, dentro de las propuestas que se incluyen en la Ruta de la Garnacha existe la posibilidad de disfrutar de un recorrido en ‘segway’ por los alrededores del Moncayo, un paseo a caballo entre viñedos, una aventura nocturna a bordo de un trineo tirado por perros nórdicos o un vuelto en ultraligero con brindis de altura con vinos de la Denominación de Origen Campo de Borja incluido. Vinos que también podrán probarse en la actividad ‘Catando Emociones Garnacha’, que se desarrolla a lo largo de todo el año. 
www.larutadelagarnacha.es

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Bodegas Esteban Castejón se ubica en la localidad de Ibdes.

El reto de ser enólogos por un día

Esteban Castejón, una de las bodegas más pequeñas de la D.O. Calatayud, ubicada en Ibdes y muy próxima al Monasterio de Piedra, lugar donde está su Museo del Vino, aprovechó la proximidad con este enclave turístico de primer orden para convertirse en la primera de las bodegas de esta Denominación en organizar una cata con público después del estado de alarma.
Junto a ella, otras cinco bodegas han abierto hasta el momento sus puertas para ofrecer un rico programa de actividades enoturísticas. Una de ellas es Bodegas San Alejandro, que ofrece una curiosa actividad que permite al viajero convertirse en enólogo por un día y elaborar sus propio vino.
Además, conscientes de que este verano el turismo de interior va a predominar, desde la ruta no descartan poner en marcha el Bus del Vino. "Este paquete turístico se realiza en primavera y otoño pero estamos valorando la posibilidad de que se hagan escapadas en verano porque hay demanda de público que quiere disfrutar de esta experiencia, que permite descubrir la riqueza del territorio que rodea nuestras bodegas", matiza Michel Arenas, coordinador de la Ruta del Vino de Calatayud.
Dentro de su amplia oferta se incluyen paseos fotográficos y rutas BTT o senderistas entre viñedos. Otro gran atractivo de esta ruta es el golf, al contar con un campo de 18 hoyos.
www.rutadelvinocalatayud.com

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Actividades enoturísticas en Hacienda Molleda.

Un premio a los sanitarios por su labor

"En pleno estado de alarma, desde la Ruta del Vino Campo de Cariñena nos pusimos en contacto con los responsables de la iniciativa solidaria #EnoturismoParaSanitarios con el fin de poder participar de forma directa en esta propuesta que busca agradecer y premiar a los profesionales sanitarios por su enorme trabajo en la crisis a causa de la covid-19», explica Carmen Gracia, gerente de la Ruta del Vino Campo de Cariñena.
Y la bodega Hacienda Molleda, ubicada en el pequeño municipio de Tosos, ya ha abierto las puertas a este colectivo que ha podido disfrutar de su propuesta de catas al atardecer, con los mejores vinos y música ‘chill out’.
Esta es una de las variadas iniciativas de enoturismo que ofrece esta ruta, que está empezando a poner en marcha, poco a poco, sus propuestas habituales, que permiten que el viajero conozca las bodegas, sus vinos y el rico patrimonio arquitectónico y cultural de las trece localidades que la conforman. Y todo ello, sin olvidarse de su completo programa de actividades de aventura y deporte.
Entre los actos que no faltarán este año en el calendario se encuentra el Ababol Festival, que se lleva a cabo en Aladrén y que, a través del arte contemporáneo, busca atraer turistas en una zona con serios problemas de despoblación.
www.rutadelvinocampodecarinena.com

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rpt

Poner en valor el territorio

Atraer el turismo hacia el territorio. Este es el objetivo que persiguen los responsables de la Ruta del Vino Somontano, conscientes de que la pandemia ha traído consigo una serie de cambios importantes en la manera de entender el turismo.
"Aunque es cierto que, por mucho que estudies los datos, este sector es a veces impredecible, lo cierto es que ahora nos estamos dando cuenta de que los viajeros están alargando sus estancias cuando participan en actividades enoturísticas. Por eso, este año vamos a impulsar colaboraciones con algunas de las poblaciones más significativas de nuestra ruta, como Alquézar o Barbastro, por citar algunas", apunta Clara Bosch, gerente de la ruta.
Este año no se celebrará el tradicional Festival Vino Somontano, todo un referente en el mundo del enoturismo, pero lejos de venirse abajo, los organizadores de la ruta han echado toda la carne en el asador con otras muchas propuestas, entre las que destaca un recorrido turístico por Barbastro todos los sábados, una actividad que ha sido seleccionada entre las 25 mejores experiencias de Turismo de Aragón.
Además, ya están organizando todo para la celebración, en noviembre, de Catando Somontano, una propuesta que incluye mas de 40 actividades que giran alrededor del vino y que en 2019 congregó a cientos de personas.
www.rutadelvinosomontano.com

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