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"Teníamos cumpleaños en Fraga y no ha podido venir parte de la familia de Lérida"

El confinamiento de la comarca leridana del Segriá provoca trastornos a los habitantes de la vecina ciudad de Fraga ya que mantienen fuertes lazos laborales, sociales y comerciales.

Un control de los Mossos en la rotonda de Soses, a pocos kilómetros de Fraga, que da acceso a la autopista AP-2.
Un control de los Mossos en la rotonda de Soses, a pocos kilómetros de Fraga, que da acceso a la autopista AP-2.
Digital Fraga TV

La ciudad de Fraga está a solo 10 kilómetros de Serós, a 9 de Massalcoreig y a 16 de Aitona, todas ellas poblaciones de la comarca leridana del Segriá, con las que mantiene fuertes lazos laborales, sociales y comerciales que se van a ver resentidos por el confinamiento decretado en Cataluña.

De hecho, es sencillo encontrar miembros de una misma familia a uno y otro lado del límite provincial o personas que lo cruzan casi a diario para comprar o realizar gestiones. "El problema laboral es el menor, ya que podemos desplazarnos y en realidad, ni siquiera hemos recuperado el ritmo de nuestra actividad. La mayor diferencia va a estar en las relaciones sociales y familiares", afirma Javier Espitia, vecino de Fraga, donde regenta una gestoría. Las instalaciones principales de su empresa están en la capital del Bajo Cinca y en Lérida, cuenta con un despacho. "Yo podré desplazarme, pero no podré ir a visitar a mi familia ni reunirme con ella. Hoy teníamos organizado un cumpleaños familiar y lo vamos a celebrar, pero sin una parte de los invitados", lamenta Espitia, con familiares en Lérida y con su madre en Massalcoreig. Además, el empresario cree "probable" que Fraga "sea la siguiente", ya que los vínculos entre los dos territorios "son muy estrechos y al final, si tenemos algún nuevo brote, acabaremos igual", subrayó.

Raquel Chamizo, vecina de Serós, también va a ver alterado su día a día debido al confinamiento. Aunque lleva ocho años viviendo en esta población leridana, es de Fraga, donde reside una parte de su familia y donde realiza la mayoría de sus compras. "Me suelo desplazar tres o cuatro veces a la semana y ahora, ya no podré hacerlo, ya que estamos aquí encerrados", señala. 

Este domingo tenía previsto visitar la capital del Bajo Cinca para llevar a cabo un reportaje fotográfico familiar. "No sé si nos dejarán pasar, pero vamos a intentarlo", decía, consciente de que lo más probable es que tuviera que darse media vuelta en los controles montados por la Guardia Civil y los Mossos d’Esquadra, que han obligado a muchos a retroceder sobre sus pasos este fin de semana.

Durante este nuevo confinamiento, comercios, empresas y establecimientos hosteleros de Fraga van a volver a perder a los clientes de poblaciones como Serós, Massalcoreig o Aitona. Desde la asociación de comercio y servicios, la situación se observa con "calma y paciencia, ya que lo primordial es la salud y seguir las recomendaciones. Tenemos que adaptarnos", indica su responsable, Gustavo Quibus.

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